El valor del artista, precio que aún cuesta comprender

LISET ESPINOZA

LA PATRIA | MANIZALES

Pago por ver. Esta es una frase usada por jugadores de póker y quizá pueda acoplarse a los espectáculos culturales y de entretenimiento. No obstante, esta última partida depende del evento o del artista, pues el espectador no siempre estará dispuesto a pagar más de la cuenta.

A finales del mes pasado causó controversia el precio de la boletería del concierto que el reguetonero Bad Bunny dará en noviembre en Medellín. El palco más caro es de $24 millones y la boleta en gradería más costosa no supera los $376 mil.

Pese a ello, el empresario Diomar García agotó ventas en las dos fechas en la capital antioqueña y alista una tercera, pero en Bogotá para el mismo mes.

Frente a esto la cantante santandereana María Cristina Plata, quien ha centrado su carrera en los sonidos de la música andina colombiana y latinoamericana, expresó en su cuenta de Twitter: “Algunos pagando boletas de millones a un artista que tiene toda una infraestructura y luego se quejan cuando un artista independiente cobra más de $50 mil por boleta”.

Manizales

Si se comparan los costos de boletas del puertorriqueño con las del mexicano Chistian Nodal en el superconcierto de la Feria, la diferencia es notoria. El palco no pasó de $11 millones y la boleta en gradería $270 mil. Prada Entertainment, empresario que trajo a Nodal, aseguró que el costo de un artista depende de varios factores, pues algunos traen bailarines, solicitan seguridad, transporte y las dietas (las comidas que consumen). "Bad Bunny pone el 80% del evento. Nosotros queríamos traerlo a Manizales, pero sabíamos que por el costo de la boleta la gente no la pagaría. Nodal cobró 500 mil dólares (unos 2 mil millones de pesos)".

Al cambiar de escenario (Teatro Los Fundadores), un concierto no supera los $200 mil si se trata de artistas internacionales como Joan Manuel Serrat, Diego El Cigala y Rosario Flores, porque para cantantes nacionales o locales la entrada puede estar entre los $55 mil o $85 mil máximo.

Diego María Arias, productor de espectáculos artísticos nacionales e internacionales, trabaja en Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga, Barranquilla y las tres ciudades del Eje Cafetero. En estas últimas, según él, hay poca capacidad de pago en eventos culturales, es decir, la gente no paga lo que vale el espectáculo.

“Depende de las regiones. Por ejemplo, Los Zares del Ballet los presentamos el año pasado en Bogotá con una boleta de por lo menos $250 mil y en Manizales difícilmente las boletas se vendieron a $50 mil. Hay espectáculos en el que el empresario debe comprar varias funciones para intentar un equilibrio, porque se hace un balance de gastos, se mira si hay ganancias o pérdidas y la mayoría de esas ganancias se reducen en ciudades del Eje Cafetero”, dijo.

Sobre los conciertos agregó que la gente le apuesta más a pagar, pero no sumas elevadas. Para él a Manizales no le gusta la boletería alta y es una plaza difícil. “Cuando trajimos a Manu Chao a la Plaza de Toros en el 2014 se vendieron boletas entre $100 mil y $200 mil. En Manizales sabemos que contamos con máximo 500 personas que asisten a lo cultural y en las demás ciudades del Eje es más alta”.

Otras áreas

El panorama para agrupaciones como la Orquesta de Cámara de Caldas (OCC) y la Orquesta Sinfónica de Caldas (OSC) es diferente. El público ingresa gratis para entretenerse con el repertorio clásico de estos músicos que en ocasiones se ven en aprietos por presupuesto.

Humberto Gallego, director de la (OCC), manifestó que no cobran porque reciben apoyo de instituciones como Gobernación, Licorera y Alcaldía, para su sostenimiento con el compromiso de ir a cualquier lugar de Caldas e impulsar la música. Es consciente de que un recaudo de boletería los beneficiaría, pero "primero hay que crear la necesidad, no existe la necesidad de la música como para cobrar y estamos en un proceso de construcción de la cultura ante una actual situación económica complicada", comentó.

A las compañías teatrales tampoco les va bien. La mayoría cobran entre $15 mil y $20 mil por función y otras como Teatro Punto de Partida optan por el aporte voluntario (lo que el espectador considere).

Augusto Muñoz, director de Punto de Partida, afirmó que desde las artes escénicas tratan de formar público para que la persona sea consciente del trabajo que demanda una obra. “Tenemos Festival Internacional de Teatro con boletería y abonos, y desde las salas independientes de la Ruta del Teatro siempre ha sido muy duro que el público pague $15 mil o $20 mil. No hay educación, pagamos un dineral por un espectáculo que corresponde más a la moda y a lo comercial. El público no tiene consciencia del valor de sus artistas y de lo que hacen como creadores”, enfatizó.

Mirada experta

Sandra Velásquez, docente del Programa de Gestión Cultural y Comunitaria de la U. Nacional, sede Manizales, explicó que en general en Colombia no se reconoce al artista como un profesional y aunque “hemos tenido programas, proyectos y políticas que contribuyen a la formación de públicos (facilitado el acceso gratuito que es necesario), ha sido difícil entender que, así como hay gratuidad cuando hay qué pagar se debe pagar”.

Añadió que al tener un artista de fama mundial, el espectador paga y no se fija en el precio: trátese de Circo del Sol, Madonna o Bad Bunny, porque “son artistas mediáticos, que tienen detrás un buen movimiento de marketing, medios masivos, redes y plataformas. Además, son producciones muy costosas que hacen que la gente piense ¿cuándo volveré a ver esto? y el mensaje que sienten es el de ir, porque no es igual verlo en Youtube o que se lo cuenten”.

En Manizales han pagado por un buen artista y, según Velásquez, casos como Miguel Bosé, Vicente Fernández, Alejandro Sanz y Marc Anthony, son ejemplos. "El concierto de la Feria es taquillero, atrae gente de otras partes y en general los conciertos mueven la economía. Siempre hay que mirar, cuando son costosos, si excluyen a los de casa y se convierten en eventos para gente de afuera. O si reciben gente de afuera, dar privilegios a los de casa con boletería especial. Con grandes conciertos se debe pensar en cómo aprovechar la Ley de Espectáculos Públicos para la inversión local".