Fernando-Alonso Ramírez
LA PATRIA | Manizales
Después de escucharla hablar de su libro, se puede decir que Ana María Mesa es una feminista tardía. También reconoce qué replicó prácticas machistas, eso es madurez.
Más conocida en las redes sociales como @animesa, esta administradora de empresas, periodista, profesora de radio en la Universidad de Manizales y ahora escritora es reconocido por su desparpajo para hablar.
Lo que empezó a comienzos de marzo como un juego para poner incómodos a los hombres, diciéndoles frases que deben soportar las mujeres, terminó en una tendencia tuitera #ComoHombres y en un libro que presenta hoy en la Feria de Manizales.
Portada
Contra el reloj
- ¿Cuánto se demoró desde que puso el primer trino hasta que salió el libro publicado?
Todo empezó el 3 de marzo y el libro se publicó a comienzos de julio. La escritura me tomó hasta finales de marzo, porque la editorial, Planeta, sentía que había que responder muy rápido a lo que estaba pasando con esa tendencia y no dejar pasar el momento.
¿Cuántos trinos finalmente y cómo seleccionó los que terminaron publicados?
Revisé y tenía un afán muy grande de responder a los primeros tuits publicados en la tendencia, cuando ni siquiera se habían inventado el hasthag #ComoHombres. Me tocó hacer una búsqueda usuaria por usuaria. Eso me tomó la primera semana. Reuní cerca de 600 tuits. Luego empecé a clasificarlos por temas y la lectura me fue revelando las categorías. Seleccioné un número determinado por categoría y ahí se me quedó mucha información por fuera. Fueron 304 mil interacciones y hay 150 tuits en el libro. No recogimos ni el uno por ciento de lo que pasó.
El columnista de LA PATRIA Darío Arenas contó que con este libro ha sucedido que no se entienda el sarcasmo, el sentido del humor. ¿Es así?
Sí, pero creo que en menor medida. Hay personas que se preguntan si el sarcasmo o el sentido del humor está poniendo en ridículo a los hombres o a las situaciones y pienso que es a las situaciones. Insisto en que el feminismo no es una lucha contra los hombres, sino contra el sistema de valores. Hay gente que se pregunta de qué nos estamos burlando y es del patriarcado; el recurso del humor es válido y revelador. Hay gente que no ha entendido el sarcasmo. Preguntan qué tal que nosotros fuéramos las que las pusiéramos a ustedes en ese lugar tan incómodo. Claro, si le parece tan incómodo, puede analizar por qué para nosotras históricamente ha sido tan incómodo, tan agresivo y hostil estar en ese lugar.
Hay que dejarlo hablar
En tuits
Dices que te cuesta muchísimo escribir largo. Esa es una virtud que yo exalto, ¿pero para escribir un libro como que no es tan buena esa virtud?
A mí se me ocurre la frase corta muy fácil. Se me ocurren frases contundentes, categóricas o rotundas, es como un entrenamiento, y twitter despierta esa destreza. Yo me entrené para escribir tuits, todos los temas se me ocurrían en formato de tuit. Yo tuve el blog antes que Twitter y cuando empecé a escribir tuits, cuando eran de 140 caracteres, escribía corto y a veces sentía que le robaba ideas al blog. Para qué lo voy a desarrollar más en el blog, si ya lo dije en un tuit. Ahora estoy haciendo el ejercicio contrario, porque cuando uno dice una frase corta deja muchas cosas por fuera, matices. Trato de escribir más largo, de no dejar por sentado algo. Porque quiero escribir más.
¿Cuál era ese comportamiento machista que replicabas y no te parecía raro?
Hay cosas que muchas mujeres de mi generación aprendimos a hacer para comportarnos en un mundo machista, con roles de género que generalmente se relacionan con comportamientos masculinos: Sentirme muy especial porque todos mis amigos eran hombres, perder la ternura, volvernos más rudas. Era un ejercicio de adaptación a un entorno muy patriarcal, donde uno quiere ganarse un espacio. Volverse muy francote, a nosotras se nos interpreta que somos muy emocionales. En ese sentido no reconocer el valor de las mujeres para relacionarse con ellas, para trabajar. Desde que conocí a mis amigas mujeres volvía a acercarme a ellas.
Yo no entiendo
Machismos
Cuando conocí a Ana María, idolatraba al papá y no se le podía decir nada de él. Ahora en el libro también advierte de sus conductas machistas. ¿Qué cambió?
La mirada sobre mi papá me cambió mucho por el feminismo. Lo sigo amando. Mi papá nos educó a mi hermana y a mí con un discurso de autonomía y rebeldía, y nos invitó a ser auténticas y que teníamos que pensar por nosotras mismas, que no podíamos tragar entero. No como feministas, pero sí como personas libres, pero él era contradictorio, no podía evitar ser criado en una cultura paisa muy machista. Cosas que le parecían fantásticas para Julia -mi hermana- y para mí, eran horrorosas para mi mamá. Que fuéramos contestatarias nos lo celebraba, pero a mi mamá no se lo toleraba. Y la dificultad que le dio entender que lo que hacía mi mamá era trabajo y debía ser remunerado, que no era simplemente la contraprestación porque él traía dinero a la casa. El machismo es una cosa que todos cargamos porque es la cultura en la que nos educan.
El editor gráfico del periódico, Virgilio López, abrió el libro y sin saber de qué trataba, dijo: qué verraquera, así hay que llegarles a los jóvenes. Hablemos de la puesta en escena y de cómo llegas a María José Guzmán.
El libro es muy bonito. Quedó muy bien diseñado e ilustrado. María José Guzmán es una millenial manizaleña. Yo tenía muy claro que quería que la ilustradora fuera del Eje Cafetero, mujer y ojalá feminista. A mi hermana y una amiga, Carolina Guacaneme, les encanta seguir ilustradoras en Instagram. Me enviaron varias, vi unas de María José y dije: es ella. Yo quería ver gestos en las caras de quienes quedaron retratados allí. Una infidencia: Nos fuimos a tomar café a La Suiza y ella empezó a contarme: yo nunca he diseñado un libro, pero ya me voy a a ver tutoriales de Youtube. Qué hay más millenial que eso. El libro quedó bellísimo. Si un tuit es un buen resumen, una imagen es la contundencia total.
#HablemosDeLibros
¿El primer libro que recuerda haber leído?
Yo creo que toda Mafalda.
¿De qué autor cree haberlo leído todo?
Quino.
¿El libro o autor de culto con el que no pudo?
La montaña mágica.
¿El libro que la sorprendió, que no le tenía fe y plop?
Un beso de Dick, de Fernando Molano.
¿El libro que siempre recomienda sin duda alguna?
En estos días recomiendo mucho Será que soy feminista, de Alma Guillermoprieto. Se lee muy fácil, muy rápido y queda uno ilustrado.
El que está leyendo
El segundo sexo, de Simone de Bauveoir, y el Manual de tolerancia, de Héctor Abad Gómez.
Cita
La cita para escuchar a Ana María Mesa es hoy a las 7:00 p.m. con Esteban Carlos Mejía, por las plataformas de streaming de la Feria del Libro de Manizales.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015