"El mito de cada vez mejor ha desaparecido": Gilles Lipovetsky

Sergio Villamizar

Colprensa | LA PATRIA | Bogotá

Es el protagonista de la primera parte de la Filbo con libros como La era del vacío y De la ligereza, pero en esta ocasión llegó a Bogotá para hablar de la sociedad de la seducción y la sociedad del consumo.

A sus 74 años de edad, ha dedicado su vida al análisis de la sociedad posmoderna, con temas recurrentes como el narcisismo apático, el consumismo, el hiperindividualismo psicologista, la deserción de los valores tradicionales, la hipermodernidad, la cultura de masas y su indiferencia, la abolición de lo trágico, el hedonismo instanteneista, la pérdida de la conciencia histórica y el descrédito del futuro, la moda y lo efímero, así como la cultura como mercancía.

Por estas tierras

-¿Los colombianos están interesados en descifrar el mundo de hoy?

Siento que están en búsqueda del sentido de la vida, esto gracias a que Colombia ha evolucionado muy rápido, porque cuando conocí el país, era una sociedad que no se movía mucho, pero en 20 años se ha transformado a gran velocidad, con una modernización en el buen sentido de la palabra.

Seducción social

-Habla de la sociedad de la seducción, ¿Cuáles son sus aspectos positivos y negativos?

La sociedad de la seducción está ligada al capitalismo del consumo, que trae bienestar para más personas, buscando buena salud, más entretenimiento y comunicación. Al mismo tiempo llevó al traste lo que se conocía como histeria revolucionaria y también se habla de los peligros del consumismo. Los países donde la seducción ganó, las democracias son más sólidas que en otras partes y existe más libertad.

También está lo que se llamó ‘La revolución de las costumbres’, donde el ser es autónomo en sus vidas privadas, y el ejemplo más claro son las mujeres.

-¿Qué consecuencias trae?

Este tipo de sociedad, al mismo tiempo, viene acompañada de soledad. Las generaciones anteriores vivieron la liberación, vivieron la transición, mientras que las nuevas generaciones nacieron en total libertad, por lo que para ellos la libertad no es mágica, es normal y hace parte de su cotidianidad. El mito del progreso, el mito de cada vez mejor ha desaparecido, ha empezado a generar un desencanto. Es por esto, que al tiempo de que existe una seducción, una gran descarga de mensajes positivos, la gente no tiene la sensación de ser feliz.

-¿Qué camino debería seguirse?

Creo que en este siglo XXI tendremos la responsabilidad de responder muchas preguntas en temas como migración, discriminación y ecología, junto a esa seducción utilizada para el aumento del consumo en lugares de grandes desigualdades sociales y económicas donde buena parte de sus pobladores tienen pocas posibilidades de acceder a ese tipo de productos.

Sociedad del conocimiento

-¿Qué papel juega la educación?

La educación debe responder ante todo esto, y lo debe lograr ya. Ahí entramos en la sociedad del conocimiento donde hablamos que es el conocimiento el que tiene importancia para el funcionamiento de la sociedad. La educación debe ser consciente de que el individuo no sólo quiere subsistir, quiere realizar otras cosas, darle herramientas creativas para el aprovechamiento de su tiempo. Las herramientas informáticas dan enormes posibilidades para ello.