ANDRÉS RODELO
LA PATRIA | MANIZALES
La última función de Cinespiral fue el pasado domingo 15 de diciembre. Clientes de la sala de cine independiente y clásico de Manizales acudieron esa noche para solidarizarse por la desaparición del espacio en el barrio Milán de la ciudad.
“Es un proceso duro para ellos, porque nuestras proyecciones eran parte de sus agendas personales”, cuenta Viviana Castro, directora de la Fundación Redespiral, organización que estaba al frente de este emprendimiento.
Para ella y para Alexander Pardo, su esposo y director de proyectos de Redespiral, esa proyección fue como cualquier otra, pues no significó el entierro de un hijo, como consideran a Cinespiral, sino el inicio de un intercambio para este: “Se irá de viaje para aprender y mejorar luego de esta experiencia”.
Cinespiral encendió sus proyectores el 12 de mayo del 2014, pero no los apagó el 15 de diciembre, explica Castro. “Es un alto en el camino para regresar con un proyecto más ambicioso. El sueño que tenemos ya no cabe en esa casa de Milán, ni en una más grande”.
- ¿Por qué cerró Cinespiral?
Llegamos a un punto de estancamiento en nuestra expansión. Los ingresos cubrían los gastos básicos y vivíamos bien, pero no podíamos hacer inversiones que las salas requerían por no contar con ese capital adicional. No quebramos, fue un proyecto viable, gracias a que lo sacamos adelante. Decidimos clausurar, porque no íbamos para arriba, sino en línea recta.
- ¿Cuáles eran esas necesidades?
Adaptamos el cine en una casa arrendada y tiempo después surgieron errores que no molestaron a los clientes incondicionales, pues se acostumbraron. Pero sí fueron un inconveniente para los nuevos y para otros que no eran tan permisivos. Por ejemplo, hacía calor cuando las salas se llenaban, las sillas no eran cómodas, espectadores se golpeaban la cabeza al sentarse en los asientos de atrás. Quisimos solucionar esos asuntos, pero pasó el tiempo y no lo hicimos por falta de ingresos para ejecutar esas inversiones.
- ¿Era posible delegar funciones?
Debíamos cubrir las nóminas de tres o cuatro personas. Era difícil, porque teníamos que subir los ingresos de taquilla. Eso sin olvidar que los costos fijos de un proyecto como este son altos. No hablamos solo del arriendo, sino de los servicios públicos, del pago de derechos de exhibición de las películas y de los impuestos.
- ¿Hubo desinterés del público?
Es complejo, pues había clientes que reservaban una sala y no iban. Traíamos películas que veían pocos espectadores, entonces ahí faltó una reciprocidad necesaria para estos proyectos. Ahí es cuando uno se pregunta: ¿vale la pena apostarle a una iniciativa de estas en Manizales si el retorno no es el esperado? También teníamos clientes muy leales y comprometidos que siempre nos acompañaron.
Foto | Archivo | LA PATRIA
Viviana Castro, directora de la Fundación Redespiral.
- Se habla de falencias en la estrategia de promoción y marketing de Cinespiral, ¿eso influyó?
Le faltaba difusión, manejo de redes sociales, marketing y trabajo en áreas que estaban descuidadas. Era difícil suplir esos campos en términos económicos por la estructura que manejábamos. Algunos dirán que con practicantes de publicidad y de comunicación social y periodismo, algo que hicimos años atrás cuando abrimos. Funcionó bien para ese momento, pero hoy buscamos otro nivel de profesionalismo. Cada vez tenemos alcances más grandes que implican un equipo de trabajo formado.
- ¿En qué consiste el proyecto que están desarrollando?
Es un propósito de exhibición grande. Para lograrlo debemos empezar una formación profesional y personal, pues requiere de una nueva infraestructura y de una buena cartelera. Cinespiral fue el prototipo de este nuevo sueño y estoy orgullosa del trabajo que realizamos allí, porque fue funcional y se adaptó a las necesidades de Manizales. Pero como prototipo puede mejorarse y a eso le apuntamos hoy. La idea está en la cabeza y gran parte en el papel. Falta plasmarla, aterrizarla y organizarla, no sabemos cuánto tiempo nos tome.
- ¿Siguen el Cinema Fundadores y la Feria Internacional de Cine de Manizales (Ficma), también proyectos de Redespiral?
Sí, la idea es fortalecer el Cinema con una programación permanente de películas independientes y clásicas, invitar a directores y desarrollar actividades alrededor del cine. Ficma también continuará luego de unas transformaciones, porque es una actividad grande y no contamos con la capacidad financiera ni el capital humano para llevarla a cabo. La realizaremos al alcance de lo que nos permita la ciudad y del personal que se vincule en aras de mejorar.
Repensarse
Sandra Velásquez, profesora del programa de Gestión Cultural y Comunicativa de la Universidad Nacional sede Manizales e integrante del equipo del Área de Gestión y Comunicación Cultural que asesora emprendimientos:
- La cultura de Manizales pierde a un referente, pero es válido que Cinespiral haga una pausa y retome luego. Esto para repensarse, analizar puntos débiles y fortalezas. Cuando vuelvan seguramente recogerán los frutos de lo que funcionó en el pasado.
- Debe revisarse cómo desarrollamos estrategias para tener ofertas diversas de consumo cultural. ¿Qué tanto la gente asume la ciudad como un escenario para tener una vida cultural y no solamente para trabajar, vivir y comer? Manizales te lo permite, debido a su amplia oferta.
- Lo anterior nos lleva a otro interrogante: ¿cómo materializamos esos consumos culturales desde estrategias como conexiones con las universidades que no sean obligaciones académicas para los estudiantes? ¿Qué tanto los dirigentes de los sectores público y privado que promueven la cultura, además de las ONG, se cuestionan sobre esto para proponer soluciones?
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