LA PATRIA | BOGOTÁ
Barry Lyndon es un largometraje de época basado en la novela del británico William M. Thackeray, que narra las vivencias de Barry un pícaro irlandés de finales del siglo XVIII que experimentó en su juventud una serie de desgracias y calamidades: orfandad, fracaso amoroso, duelo, guerra, deserción y robo. A causa de esta etapa desafortunada de su vida, el protagonista busca a toda costa escalar en las jerarquías sociales sin saber que este camino lo llevará a conocer la verdadera vergüenza humana.
Un retrato de época
Después de llevar a cabo La naranja mecánica pasaron cuatro años para que regresara la obsesión del director por los dramas de época y creó una de las películas más hermosas e innovadoras que jamás se hayan hecho: Barry Lyndon. El director no sabía explicar por qué se sintió tan atraído por la novela de William M. Thackeray, sólo supo que merecía ser llevada a las salas de cine. En esta película Kubrick, que se presentará hoy en Cine Colombia, continúa hablando del devenir de un ser humano centrado en sentirse superior y no en construir un futuro común. Además retrata el papel nocivo de las instituciones en la sociedad y las ansias de poder del ser humano para lograr la gloria.
Para retratar el estilo de vida de la aristocracia inglesa, así como los valores, tradiciones y características sociales bajo las que se regían, Kubrick planeó todo minuciosamente. El director quería que fuera una experiencia visual comparada con la contemplación de una pintura del mismo siglo en que se concibe la historia. De hecho muchos críticos han comparado las escenas del filme con pinturas de maestros como John Constable, George Stubbs, William Hogarth o Thomas Gainsborough.
La producción
Protagonizado por Ryan O’Neal, este filme costó casi 11 millones de dólares que se vieron reflejados en: vestuario, maquillaje, diseño de producción, fotografía y la iluminación. Kubrick y el fotógrafo John Alcott decidieron filmar las escenas con luz natural tanto en interiores como en exteriores para lograr una mayor similitud a las obras pictóricas. Igualmente, el vestuario fue fundamental para recrear a la perfección una sociedad burguesa de la época napoleónica.
Esta es la décima película del afamado director que marcó un antes y un después no sólo en las historias de época, sino en la tecnología que habría de utilizarse para dar más realismo al cine y convertirlo, desde la ficción, en un retrato de las sociedades del pasado.
*Con información de Cine Colombia.
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