Bogotá | Colprensa | LA PATRIA
La actriz Alejandra Borrero es una de las principales voces de la lucha contra todos los tipos de violencia de género. Hace tres años lleva a cabo una campaña de sensibilización llamada Ni con el pétalo de una rosa, en la que recoge y expone los dramas de las mujeres agredidas.
Su idea se convirtió en todo un festival que reúne todas las aristas del arte en una sola causa. Y en esta edición, que se hace hasta el 27 de noviembre, tiene a México como país invitado.
El inicio de la semana por la No violencia se dio con una ciclovía y estos días traen actividades representativas de distintas muestras culturales
La reconocida actriz habló sobre los principales eventos del festival y su visión frente a esta problemática.
- ¿Cuál es el punto imperdible en la programación del festival de este año?
Del trabajo callejero, no se deben perder ninguno de los flashmobs, ni de los performance. Pero, especialmente, el 25 de noviembre, Día Mundial de la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres. A las seis de la tarde las espero en la Plaza de Bolívar de Bogotá para hacer nuestro espectáculo de luz. Queremos hacerlo con todas ellas, vamos a hacer un trabajo juntas.
- ¿Durante estos festivales se ha logrado disminuir las agresiones contra las mujeres?
Creo que hemos logrado algo muy positivo, en el hecho de que la gente quiere venir a ver este tipo de problemáticas en el teatro y realmente se interesa por estos temas. Disminuir las agresiones contra las mujeres tomará más tiempo, pero creo que, por lo menos, el público en general está más sensibilizado con el tema.
- ¿Está creciendo la violencia o está creciendo la capacidad de denuncia?
Yo lo veo como un posible sube y baja. Hay momentos en los que pareciera que está disminuyendo, pero vuelve y sube. En este momento ha crecido la violencia contra las mujeres y también han aumentado las denuncias.
- ¿Hay suficientes garantías sociales y legales para una mujer que decide denunciar las agresiones de las que es víctima?
Hay garantías legales, hoy tenemos unas leyes maravillosas en Colombia como la 1257 y la 1719, que defienden los derechos de las mujeres; sin embargo, las garantías sociales son muy pocas. Como sociedad, seguimos tolerando la violencia. Así que, para una mujer, denunciar posiblemente sea más fácil ahora, pero la impunidad es algo que siempre marcará.
- ¿Cómo resultan afectadas las mujeres con hechos políticos como la elección de Donald Trump en Estados Unidos o la votación contra el plebiscito en Colombia, por el enfoque de género?
Es impresionante ver cómo nos devolvemos. Pensaríamos que hay derechos y movimientos imparables en este sentido, pero no, volvemos a elegir hombres que menosprecian a las mujeres -por decir lo menos-, que tienen valores bastante afianzados en la necesidad de poder. Las mujeres somos las más afectadas. Por eso creo que, más que nunca, debemos seguir trabajando en este tema.
- ¿Cómo puede ayudar un hombre del común para que realmente disminuyan las cifras de agresiones contra las mujeres?
Yo siempre les digo a los hombres: no cometan ningún acto de violencia contra una mujer y no permitan que nadie cometa un acto de violencia frente a sus ojos. Con eso, disminuiríamos mucho la violencia, pero aún somos muy permisivos con ella y los hombres mucho más.
Se han hecho actividades previas en Armenia, Pasto, otros municipios de Cundinamarca y de Boyacá. El Festival en Casa E empieza desde principios de noviembre, en Bogotá, después se harán otros.
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