LA PATRIA | Manizales
Juan Pablo creció en el barrio Castilla de Medellín (Antioquia). Era el pequeño niño que siempre quiso ser torero para pararse ante animales imponentes en la lucha sacra que ofrece el toreo. En su primer encuentro con un toro, cuenta, todo el mundo lo conocía como Juan, el niño del barrio Castilla.
Por eso, Juan Pablo Correa decidió llamarse en el mundo taurino como Juan de Castilla.
De novillero, la afición de Manizales lo vio en un encuentro inolvidable que abrió la pasada temporada taurina y que dejó de una vez el listón en lo alto para quienes llegarían luego, ya toreados y con su nombre en juego. Sin embargo, cuando regrese a Manizales a torear, no estará en el primer festejo.
Juan de Castilla ya es un torero de hechuras, con la mística dentro de sí.
Lee cuando no está en los ruedos o en tientas, va al cine y ocasionalmente practica Airsoft, una actividad a campo abierto que simula un escenario de estrategia militar. Es ese joven que ya cosecha gustoso los esfuerzos de años.
LA PATRIA habló con él para conocer sus nuevas ilusiones ahora como matador de toros.
Un joven, cargado de ilusiones, que lleva luchando por ser alguien importante en el mundo del toro desde que tenía 12 años.
Es un sueño que poco a poco se va materializando. Estar acá es un privilegio que día a día me he ganado.
Claro, por eso estoy acá. Este año sé que no torearé mucho, pero no pierdo la ilusión y sigo entrenando como si fuera a torear todos los días.
Sí, hay muchos toreros jóvenes en Colombia, toreros con muchísima calidad. Pero solo falta que nuestra afición empiece a creer más en nosotros.
No mucho, porque desde que tengo 12 años estoy entrenando duro, con la misma mentalidad y tras los mismos sueños. Poco a poco he avanzado, subido niveles, pero no ha afectado en nada mi vida personal.
Un día muy emotivo, muy especial para mí y toda mi familia. También fue duro, por las complicaciones de los toros, pero creo que ahí demostré que quiero ser alguien, que quiero salir adelante.
Mi familia es mi mayor fortaleza y también mi mayor debilidad. Ellos son quienes me dan la fuerza para luchar.
Es complicado, porque si fuera por los aficionados y antis, no estaríamos mal. La cuestión se pone fea cuando los políticos intervienen con sus intereses. Si fuera cuestión de nosotros, estaríamos mucho mejor.
Que me apoyan, que si esto es lo que quiero para mi vida, que luche por lo que quiero. Son demasiado respetuosos.
Fue una tarde muy bonita, en la que disfruté y creo que los aficionados también. Es un público muy especial, muy agradecido y lleno de grandes aficionados.
Tomó la alternativa en Medellín el pasado 28 de enero, a sus 22 años de edad. Enrique Ponce fue el padrino y Andrés Roca Rey actuó de testigo del cambio en los trastes de torear. Logró una oreja. Encierro de Ernesto Gutiérrez.
El temple de este derechazo lo ha mostrado Juan de Castilla en cada plaza del mundo que visita.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015