MANIZALES | LA PATRIA
Al entrar a un cuarto del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Manizales (OVSM) se puede ver una gran bolsa que contiene paquetes pequeños. Cada uno lleno de la ceniza que estudian geólogos para determinar de qué material está compuesto el material volcánico que cae en Manizales, aunque imperceptible.
Lilly Maritza Martínez es geóloga del grupo de Geología de Volcanes, cada mañana recibe la muestra que se ha tomado de lugares cercanos al volcán Nevado del Ruiz o en las calles de la ciudad.
Explica que lo que se encuentra en la ceniza son rocas de diferente tipo, como pómez y líticos volcánicos. Además, cristales como el cuarzo. Agrega que también se encuentran minerales como biotita y piroxeno, y que incluso en algunas muestras pueden hallarse partículas diminutas de vidrio.
Cuando se tiene la muestra, Lilly Maritza Martínez y Eliana Arango, estudiante de Geología de la Universidad de Caldas, realizan el siguiente procedimiento:
Estudiada la muestra, se realiza un informe para determinar qué está pasando en el Volcán y qué reacción tienen los componentes de la ceniza estando fuera del conducto volcánico.
Una de las conclusiones es que, como ha predominado el cristal, se demuestra que el volcán se está limpiando.
Por el tamaño de los componentes de la ceniza se puede deducir desde qué profundidad salió la roca o el cristal. En el informe se presenta también el mapa de distribución de ceniza, para saber en dónde está cayendo el material y de qué tipo: fina, gruesa o muy gruesa.
Según la geóloga Lilly Maritza Martínez, toda la ceniza es nociva porque está compuesta de cristales y rocas que pueden ser angulosos y que se inhalan fácilmente. Ante su emisión se recomienda usar tapabocas.
Las cenizas volcánicas son perjudiciales y se introducen por todos lados en la casa y en la oficina, incluyendo el interior de los televisores, computadoras, cámaras y otros equipos valiosos, en los que puede ocasionar daños irreparables.
La ceniza es diferente del polvo que diariamente encontramos en la casa: su estructura cristalina es filosa y produce raspaduras, desgastando las superficies al limpiarlas frotando o cepillando.
Cuando el clima es húmedo, los depósitos de cenizas están aplacadas y el aire puede estar limpio, pero en los climas secos la ceniza puede ser fácilmente agitada y transportada por el aire y el tráfico.
En consecuencia, los niveles de polvo en suspensión se elevan y puede llegar a niveles potencialmente dañinos a la salud.
Las lluvias y el viento eliminan las cenizas, y el pasto y otras plantas eventualmente las revuelven con la tierra, pero cuando la lluvia de cenizas es espesa este proceso es lento y las cenizas deben limpiarse y quitarse de las zonas habitadas.
Además, el viento puede traer cenizas a zonas previamente limpias, de manera que pueden presentarse cenizas en el medio ambiente durante meses o aún años posteriores a una erupción.
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