DIEGO FERNANDO HIDALGO
LA PATRIA | MANIZALES
Comprarse unos zapatos o un pantalón no es lo mismo que adquirir un medicamento. Para lo primero usted está en condiciones de evaluar la calidad del producto, se lo puede hasta medir y tomar la decisión de si lo adquiere o no. En lo segundo no puede hacer eso y las condiciones de calidad e inocuidad de lo que comprará quedará en manos del encargado de la farmacia.
Esta reflexión la hace la Coordinación del programa de inspección, vigilancia y control de medicamentos de la Dirección Territorial de Salud de Caldas (DTSC) para llamar la atención por la cantidad de medicamentos fraudulentos, 2 mil 952, que han sido decomisados en lo que va de este año (ver infográfico).
El último registro se tuvo la semana pasada, cuando la DTSC se incautó de 985 productos en una droguería de Villamaría. Quejas telefónicas sobre el funcionamiento de este establecimiento llevaron a la inspección en la que encontraron anomalías, por lo que cerraron temporalmente.
Hallaron antibióticos, analgésicos, anti-inflamatorios, anticonceptivos y medicamentos de control especial sin autorización para su comercialización, en presentaciones como cápsulas, grageas, jarabes, tabletas y ampollas.
Una semana antes, en La Dorada habían decomisado mil 109 productos fraudulentos.
Jorge Hernán Yepes Alzate, Director de la DTSC, explicó que el Invima no tiene la capacidad para vigilar y controlar todo en el país, por lo que las direcciones territoriales se convierten en los ojos periféricos de la entidad en las regiones.
Lo más común en Caldas, según el funcionario, es encontrar sellos y empaques adulterados, fechas de fabricación que expiraron o medicamentos que fueron robados.
"A veces hallamos muestras médicas que han pasado por tantas manos, que no se puede garantizar que las condiciones de transporte, temperatura y cuarentena requeridas se dieron. En algunas droguerías había medicamentos de uso institucional que no sabemos si se los compran a las aseguradoras o si los usuarios no las consumen y mejor las venden".
Aseguró que algunos medicamentos llegan de contrabando desde Venezuela, pues como allí hay subsidios del Gobierno, salen más baratos: una quinta parte de lo que cuestan en Colombia.
"La DTSC aumentó los controles y decomisos en los municipios. La prioridad es seguir con las visitas y, si es necesario, reforzar el área con más profesionales. Nuestros inspectores de saneamiento adelantan un trabajo previo de identificación de lugares donde se den irregularidades".
Aunque no hay quejas concretas de usuarios afectados en su salud por el uso de estos medicamentos, la comunidad es la que se ha encargado de denunciar, como ocurrió en Villamaría. A veces se quejan de que les venden productos mal rotulados, sin condiciones mínimas, o que los establecimientos abren solo en las noches, lo que les parece sospechoso.
Gilberto Jiménez, químico farmacéutico de la DTSC, manifestó que todo medicamento tiene efectos adversos y no puede ser consumido como si fuese un confite o una galleta. Debe hacerse bajo supervisión médica, manejando dosis específicas de acuerdo con un tratamiento. Antes de usarlos, el médico evalúa lo que se llama riesgo-beneficio del paciente.
"Otro problema que hemos encontrado en las visitas es que en las tiendas de barrios, cacharrerías y hasta en los estanquillos se comercializan medicamentos que no son de venta libre. El gran problema es que estos son almacenados en las condiciones menos propicias, por ejemplo, junto al gas y la panela. Haremos más controles en los municipios con apoyo de las secretarías de Salud", indicó el profesional. Las sanciones van desde el decomiso hasta el cierre temporal, el definitivo o una multa.
Sobre las tiendas naturistas, el funcionario explicó que solo pueden ofrecer suplementos dietarios de venta libre, pero bajo fórmula médica solo se autorizan las farmacias homeopáticas. "Todos esos productos deben consignar, en el registro sanitario de los envases, empaques y etiquetas, las letras SD (Suplementos dietéticos) y un número.
Para los fitoterapeúticos (PFM), para los homeopáticos (MH), homeopáticos simples (MHS) y compuestos (MHC).
"Si aparecen imágenes religiosas o entregan infinidad de indicaciones terapéuticas, son fraudulentos. Es necesario que el ciudadano sepa que ningún medicamento cubre cinco o seis enfermedades. No hay que comer cuento. Afortunadamente en Colombia cada acción terapéutica debe demostrarse científicamente por medio del Invima".
El consumo de productos fraudulentos puede afectar severamente la salud con intoxicaciones, problemas gastrointestinales e incluso la muerte.
"Es increíble que en algunas tiendas naturistas las personas se apliquen colirios de miel de abeja en los ojos, pues eso puede llevar a infecciones, conjuntivitis, inflamación ocular o a perder la visión.
Cuando se consume un producto sin prescripción médica, se altera un tratamiento. Hay casos de establecimientos que dispensan medicamentos sin fórmula o de anticonceptivos orales que llegan deEcuador, Venezuela, Brasil y México con el agravante de que no hay trazabilidad sobre ellos. Es decir, se traen encaletados en las maletas, por tierra, sin contar con las óptimas condiciones que garanticen calidad y efectividad. La pista de un producto de estos se sigue por medio del número de lote".
La recomendación es ponerle más atención a lo que se consume y denunciar cualquier anomalía.
Para denunciar, llame al 8783095-96, extensión 152.
* Información de la Coordinación del programa de inspección, vigilancia y control de medicamentos de la Dirección Territorial de Salud de Caldas.
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