CARLOS HERNÁNDEZ
LA PATRIA | MANIZALES
"¡Égalité!". En español es igualdad. Esa fue la palabra que en coro se escuchó en el Senado francés el pasado martes, cuando la corporación aprobó el matrimonio entre homosexuales en ese país. En el Senado colombiano también hubo gritos de júbilo al día siguiente, pero de quienes estaban en contra del proyecto que perseguía el mismo propósito y que terminó hundido por una votación de 51 a 17.
Sin embargo, continuará la lucha de la comunidad de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transgeneristas e Intersexuales (LGBTI). Es la séptima vez que el Congreso hunde el también llamado matrimonio igualitario, por lo que es lógico, como ya lo anunciaron, que persistan en su lucha.
Laura Zabala, psicóloga de la corporación Armario Abierto, que defiende y promueve en Manizales los derechos LGBTI, le dijo a LA PATRIA que "hay una unión nacional para reivindicar los derechos de esa comunidad. Esta debe ser una lucha de toda la vida".
Un punto positivo es que al menos el país está dando el debate. Hay quienes plantean que ya en 14 naciones se ha aprobado y la nuestra se está quedando atrás, pero se debe tener en cuenta que esos 14 son una minoría que se comenzó a conformar desde hace poco más de una década. El debate en Francia, cuya democracia se toma tradicionalmente como ejemplo, fue también muy fuerte y llevó a centenares de miles de ciudadanos a las calles para manifestarse en contra de la medida recientemente aprobada. En el Senado, a pesar de que ganó la égalité, la votación final fue prácticamente por mitades.
La pregunta para Colombia, que está en un momento histórico diferente, es: ¿Por qué la dificultad? A continuación algunos intentos de respuestas a partir de lo que se plantea de lado y lado.
Prejuicios
*Laura Zabala, de Armario Abierto, cree que en el país aún se impone un conservadurismo, muchas veces basado en la ignorancia, que impiden el éxito de iniciativas de este corte. Critica que en el debate hayan salido a relucir argumentos como que los homosexuales sean los responsables de haber traído el sida. También resuenan aún las palabras del senador conservador Roberto Gerlein, centradas en criticar el sexo entre homosexuales por considerarlo escatológico. Posiciones como estas llevaron a que los defensores se quejaran por la pobreza del debate.
*Por eso considera esta psicóloga que falta ahondar la educación sobre lo que es la comunidad LGBTI, pues en su concepto, a quienes se oponen al matrimonio homosexual aún les falta mucho por comprender sobre ellos y carecen de análisis serios.
Tradición arraigada
*El historiador y profesor de la Universidad Nacional, Max Hering, planteó en un boletín de esa institución que aún existen posiciones que "recuerdan a casos de la Colonia, como si 200 años hubieran pasado en vano y no hubiéramos podido distanciarnos de todos esos dogmas que inferiorizan a ese otro que nos inventamos”.
*Los opositores argumentan que el matrimonio heterosexual es lo natural, incluido su objetivo procreador, mientras que el profesor da a entender que la sexualidad es una "invención cultural", y que esa forma natural a la que se refiere un sector de la sociedad se adoptó en la Edad Media, a la luz del catolicismo, como la forma correcta. Es decir, es una tradición adquirida.
Los derechos ganados
*Parece una paradoja, pero los triunfos legales que han obtenido los homosexuales han sido el caballito de batalla de los opositores al matrimonio igualitario.
*Las parejas del mismo sexo en Colombia hoy pueden registrar ante un notario las llamadas "uniones de hecho" o "uniones civiles". Desde el 2007, además, la Corte Constitucional estableció que podían heredarse y afiliarse al sistema de salud y de pensiones. Por eso sus contradictores se preguntan: ¿cuál es la igualdad que piden los gais si ya se ganaron esos derechos?
*Los defensores de las parejas del mismo sexo argumentan que se mantiene la discriminación, pues dichas uniones no constituyen formalmente un matrimonio y eso implica limitaciones. Por ejemplo, deben esperar dos años de convivencia para adquirir los derechos mencionados, mientras que en el caso de los heterosexuales esto se da inmediatamente se formaliza la unión.
*Esto ha llevado a una nueva discusión: congresistas como el caldense Mauricio Lizcano, que votó negativo (ver recuadro El voto de los congresistas) anuncia que se promoverá un proyecto de ley para crear una "unión solemne", que aunque equivaldrá al matrimonio, mantendrá un nombre distinto. Para él, "el matrimonio es una definición que da la Constitución en el artículo 42".
*Laura Zabala, de Armario Abierto, considera que la discusión no es semántica, pues a pesar de que la palabra matrimonio tiene una connotación asociada al catolicismo, religión que solo acepta uniones entre hombres y mujeres, hay que recordar que entre la comunidad homosexual "también hay creyentes para los que es importante que su unión con otra persona se denomine así".
*La psicóloga Pilar Arango, de Red Familia Colombia, organización en contra de la iniciativa, agrega: "Se tendría que redefinir el concepto de familia, poniendo el orden natural, que expresa la esencia de la especie humana y de las instituciones que la rigen y protegen, como una opción más y no como fundamento esencial".
El temor a la adopción
*El fallido proyecto de ley no contemplaba la posibilidad de adoptar, pero es lo que los detractores más temen y consideraban que se abría la puerta para ello. Arango, de Red Familia Colombia, da sus razones: "Ni siquiera consideramos que eso deba debatirse, pues acá deben prevalecer los derechos de los niños a tener una familia fundamentada en la unión entre un hombre y una mujer. Tanto lo masculino como lo femenino son aspectos importantísimos para el sano desarrollo de un menor en todas las etapas de su vida. Lo mejor siempre será una verdadera familia".
*La psicóloga de Armario Abierto plantea que era innecesario juntar los debates sobre matrimonio y adopción, porque son cosas distintas. Ahora bien, considera que un niño que crezca con padres homosexuales naturaliza esa relación, por lo que los problemas vienen de los juicios externos.
Presuntas consecuencias sociales
*La psicóloga de la Red Familia Colombia plantea que el matrimonio homosexual "no reduce el crimen, ni la pobreza, ni la asistencia social, pues aumenta los gastos del gobierno y del déficit sin ofrecer un beneficio social".
*La directora de Armario Abierto plantea que no se ha argumentado con estudios serios. Marcela Sánchez, de la ONG Colombia diversa, se pregunta: "¿Quién se ve afectado cuando un país reconoce a todos sus ciudadanos como iguales?".
*El senador Armando Benedetti, coautor del proyecto de ley, indicó en su ponencia: "según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta la fecha no existe reporte alguno referente a que los homosexuales sean considerados enfermos, anormales y disfuncionales respecto a otros ciudadanos, que ameriten mantener el trato diferente del que vienen siendo objeto por cuenta de un criterio sospechoso".
Así votaron los senadores
Por el no
Jaime Alonso Zuluaga, La U
Mauricio Lizcano, La U
Luis Emilio Sierra, Conservador
Por el sí
Jorge Enrique Robledo, Polo Democrático Alternativo.
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