MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES
No hay manuales que le indiquen a una mujer cómo puede llegar a ser una buena madre; sin embargo, hay millones de ellas en el mundo que con habilidad se idean estrategias para formar de la mejor manera a los seres que llevaron en su vientre durante meses.
Al hacer un sondeo con algunas mujeres en Manizales sobre qué es lo más difícil de ser mamá en la actualidad, todas coincidieron en que es la crianza y la educación, quizá por eso algunas veces se dificulta ejercer el rol y se cometen errores.
Expertos hablan de documentarse, de manejar adecuadamente la autoridad, de fortalecer los vínculos afectivos con los hijos, de establecer una comunicación adecuada. La lista podría ser interminable si se tiene en cuenta que ser mamá demanda ir de la mano con obligaciones conyugales, familiares, laborales y sociales.
A las reinas de los hogares, a las madres de todas las edades que hoy celebran su día, aquí van algunos consejos de profesionales para que puedan cumplir con su deber de mamás sin que les resulte tan angustiante.
Mónica Restrepo Gómez, psicóloga clínica, sostiene que manejar la autoridad es algo que se les dificulta a muchas madres por lo que caen en el error de llegar a ser muy permisivas.
Recomienda elaborar una especie de manual de convivencia donde todos los miembros de la familia tengan normas y límites, que de incumplirse tendrá que castigar de una manera firme y enérgica, pero también con la posibilidad de establecer convenios y negociaciones antes de dejar el manual en firme.
Si es necesario castigar, dice Restrepo Gómez, se debe hacer inmediatamente se comete la falta y proporcional a ella, pero siempre con base en el conocimiento del hijo, pues se trata de suspender las actividades más gratificantes para él; ejemplos: la televisión, los mecatos, la plata. "Si la madre no lo hace y se deja manipular el perjuicio es para el hijo", señala la profesional.
Caso contrario ocurrirá cuando hay esfuerzos del hijo, ahí es cuando se ganan los elogios y las cosas materiales.
"Si hay una rabieta, existe la técnica de Tiempo Fuera que significa que se vaya a llorar a otro cuarto y cuando termine se habla con él, pero por nada del mundo darle dinero para que se le pase. Para los adolescentes es igual, ahí sí que hay tener mano dura y protegerlos para que no tomen caminos que no les convienen. Hay que estar pendientes de las amistades, estarlos llamando, saber con quién se fueron, para dónde, a qué hora llegarán. Ser bastante enérgicos en el momento de ejercer la autoridad y hacer negocios: como no me cumplió con esto, no le doy esto, y al contrario con la ganancia".
Restrepo Gómez agrega que con los hijos es necesario crear espacios en donde puedan desarrollar otras potencialidades y habilidades como promover el deporte y las aficiones.
Con base en su experiencia como psicóloga familiar, Luz Marina Jiménez Estrada asegura que "la educación debería cambiar; el problema no son los muchachos ni los niños, somos los adultos los que tenemos que replantearnos cosas, cambiar paradigmas, pues nuestros niños son totalmente diferentes a lo que fuimos nosotros".
Se refiere a dejar el autoritarismo y a cambiarlo por el afecto, pues ser una "entrenadora de vida" debe traducirse en estar llena de comprensión y amor para que los niños empiecen a entender y aceptar las cosas.
"Tenemos que dar es ejemplo y lo mejor de cada uno. Para valorar a nuestros hijos debemos valorarnos primero nosotros, con lo bueno y lo malo; si no se tiene aceptación propia, como madre, no se puede transmitir lo mismo a los hijos. Ser madre es ser un educador y se debe tener una capacidad enorme para entender todo esto. La autoridad debe ser de gran apoyo, el autoritarismo está mandado a recoger hace mucho rato".
Para Jiménez Estrada la comunicación es el elemento clave en la relación madre-hijo y en el ejercicio de la autoridad. Por eso invita a cuidarse de utilizar palabras como: ¿por qué?, tú nunca..., tu siempre..., no seas bruto, te lo advertí; que en la mayoría de las ocasiones invitan a odiar, a huir, a perder la confianza, a pelear. "Si hay una buena comunicación la autoridad se va a entender perfectamente".
Recomienda que para dar una orden o llamar la atención se debe estar en calma, utilizar un tono cálido y amoroso y hablar en tiempo presente porque si se dejó pasar el momento ya no tiene sentido hacerlo. En la comunicación con los hijos resaltarles siempre un valor, como la inteligencia, para bajar la guardia, y luego entrar en la conversación.
Educar con amor es la expresión que usa el psicólogo Eduardo Henao Ceballos para referirse a lo que se debe hacer con los hijos, y esto implica respetar su personalidad, saberlos estimular, evitar los sermones y las cantaletas. "Esto no sirve porque generalmente la represión, la amonestación o el elogio debe ser de un minuto, más tiempo pierde el sentido".
Para este experto cuando se llame la atención o se resalte algo, se debe hacer siempre en primera persona; es decir, es mejor el yo, que el tú o el usted. Por ejemplo: yo quiero que recojas ese libro, me gusta mucho cuando arreglas tu habitación. "El agrado despierta la motivación en la otra persona, se siente el impulso de hacer las cosas".
Si los hijos son ya adolescentes, cuyo carácter es diferente al de los niños, y buscan es ser escuchados, lo básico es escuchar, escuchar y escuchar. "Cuando un adolescente le hable y usted esté haciendo algo, interrumpa lo que sea: cierre el libro, apague el televisor y ubíquese a nivel visual de la misma persona".
Henao Ceballos explica que si en la comunicación se quiere agradar a la otra persona se debe ubicarse al lado derecho del interlocutor, pues está comprobado científicamente, y esto tiene que ver con los hemisferios cerebrales. Si la intención es influenciar, dar un consejo o hacer una sugerencia tratar de verbalizarlo por el lado izquierdo de la persona, tomándola del antebrazo o del hombro. "Nada impacta más que el contacto con el cuerpo".
Otra recomendación para llamar la atención a un hijo, explica el psicólogo, es expresar la molestia por la forma como se está comportando, hacer pequeñas pausas de silencio durante el minuto en que se está reprendiendo con el fin de que el hijo capte el contenido emocional del mensaje.
"Luego se pasa a una fase interrogativa: ¿entiendes lo que puede suceder si sigues comportándote de esta manera? Cuando el hijo tiene un movimiento de cabeza se procede a decirle: eres un buen chico. Se abrazan y se besan, y se pone la cabeza o se da un abrazo por el lado izquierdo. Ahí no se daña la autoestima y se hizo una excelente comunicación, breve y con cosas positivas".
Sobre el contacto físico, Henao Ceballos asegura que la caricia debe ser lenta y suave, pero que hacer presión o dar palmadas no genera empatía ni produce afecto entre las personas.
Sylvia Álvarez de Ochoa, terapeuta familiar, enfatiza en que las madres deben estar seguras de lo que están haciendo para educar a sus hijos porque ser mamá da la sabiduría suficiente para desempeñarse. Aconseja:
* Titubear hace perder prestigio y autoridad.
* Los hijos tienen los recursos suficientes para formarse, por eso hay que mostrar firmeza y coherencia en la educación.
* No educar con pesar; es decir, no pensar en los sentimientos de la mamá sino en los beneficios que tendrá el hijo hacia el futuro.
* Educar con hondo sentido de la esperanza.
* Escuchar mucho al hijo antes de aconsejarlo y criticarlo.
* Como mamá, además del trabajo en casa tenga tiempos por fuera para llegar al hogar llena de vida, con energía y fortalecida.
Amparo González, barrio La Cumbre
La responsabilidad de tener y criar un hijo.
Emma Ruiz, barrio Villa Pilar
La crianza de los hijos, son muy rebeldes.
Martha Inés Cárdenas, barrio Fátima
Levantar los hijos, porque hoy en día la generación es muy dura.
Luz Piedad Cuervo, barrio Betania
Tener al pie a los niños y sostenerlos, que se dejen criar y ayudar, pues la juventud actual es muy difícil.
María Rosalba Agudelo, barrio Sáenz
La crianza de los hijos, ahora la juventud está muy difícil.
Natalia Gil, barrio San Jorge
La educación en el medio actual, hay mucha descomposición social, da susto que no se eduquen bien.
Alba Nora Osorio, barrio Sáenz
Cuidar los hijos, mirar que estén bien y no se pierdan.
María Teresa García, barrio Chipre
Comprender la familia, hoy en día la juventud es muy difícil.
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