Emprenden en Pensilvania con madera, kumis y carros

RUBÉN DARÍO LÓPEZ

LA PATRIA | PENSILVANIA

Acontinuación, la historia de dos pensilvanenses que se destacan por su emprendimiento, visión, arte y servicio a la comunidad a través de sus negocios. Han logrado reconocimiento en el municipio, incluso en otras regiones.

Diferentes sabores

Donde Pipe, así se llama el negocio atendido por Adiel Alberto Quintero en la entrada del Cerro Piamonte, kilómetro 1 vía Pensilvania-Manzanares. Su atractivo es el kumis espeso y natural, y si el cliente lo prefiere puede pedirlo con sabor a café, fresa, limón, guanábana, chocolate, mora o combinados, más trozos de fruta natural.

Adiel Alberto comenta que deben pasar 17 días para que la leche esté lista y el kumis quede a punto de nieve para acompañar con cuca, galletas, ponqué o roscas de pan de queso.

“Este es un sitio muy agradable, con vista panorámica hacia Pensilvania. Es especial para venir caminando en familia o con amigos y tomar el kumis que preparamos aquí. Por eso, el negocio permanece con clientela”.

Debido a la pandemia, Adiel Alberto perdió su empleo y le tocó buscar nuevas fuentes de ingresos, tomó en alquiler un local que estaba cerrado y experimentó con el kumis de diferentes sabores, que se ha convertido en la sensación del municipio. Incluso el lugar ya es reconocido por personas procedentes de otros pueblos y ciudades, quienes no se van sin probar el kumis de diferentes sabores.

“Me han pedido la fórmula del kumis de sabores, pero la considero patrimonio familiar”, indica Adiel Alberto, quien agrega que en su negocio también presta el servicio de cafetería.

Productos transformados

Con base en la tradición de la ebanistería de don Joaquín Pamplona, quien desde 1950 ha fabricado muebles e hizo tallados en madera, su hijo, Darío William, hace 25 años, fundó Maderandia, una empresa que transforma la madera en variedad de juguetes y juegos de pensar, de lógica y didácticos.

Ahora tienen dos herramientas con tecnología de punta: la máquina de corte láser y el ruteador de control numérico, ambas son máquinas grandes de gran formato y capacidad para trabajos de alta precisión y calidad.

Según Darío William, estos aparatos han generado más empleo y mejores productos, adecuados para la pandemia, ya que con ellos se busca integrar a las familias y a las empresas, hacer más eficaces y amenas las pausas activas; para actividades en las fincas y casas de campo, entretener y proporcionar diversión a niños y adultos.

Sus productos ayudan a la actividad mental, además los acabados, la pintura, el armado y el embalaje se hace con mano de obra local, en especial de mujeres. Darío William realizó los trámites ante la DIAN para tener las dos máquinas funcionando en el municipio para cumplir los trámites aduaneros.

Con Maderandia expone y vende sus productos en Expoartesanías, en Bogotá; Expoartesana y la Feria de la Flores, en Medellín; la Feria de Manizales; la Feria Manos de Oro, en Popayán, entre otras.

Nuevo proyecto

Debido a la pandemia, el emprendimiento se centró en ofrecer nuevos juegos para ayudar a llevar un encierro menos traumático. Darío William comenta que las ferias han servido como plataforma para las ventas al por mayor.

Agrega que un objetivo para este año es fabricar ataúdes o cofres mortuorios a bajo costo, gracias a las nuevas herramientas tecnológicas que permiten su producción computarizada y en serie.

El terminado lo harán madres cabeza de familia que laboran en los talleres de Maderandia. Este proyecto se encuentra en la fase de estudio, diseño y montaje, para luego presentarlo a los municipios y agencias funerarias del oriente de Caldas.

En Maderandia se fabrican parqués tridimensional en alto relieve de cuatro puestos, parqués planos de cuatro, seis u ocho puestos; estrella china, eureka, triki, patrones creativos, juegos de niveles, yengas, cuatro en línea, dominó, triominó, ajedrez. Para niños: carritos desarmables, camiones de bloques, formas y colores, figuras geométricas para desarrollar motricidad fina, razonamiento, lógica, asociación y ejercicio de la memoria.

A escala

Luis Velásquez es trabajador de una construcción, en sus ratos libres fabrica con madera chivas, camiones, camperos, volquetas, carrotanques, furgones y hasta tractocamiones a escala, de vistosos colores y al gusto del cliente.

Ha recibido encargos de Cali, Medellín, Salento y Filandia. Dice que sus carros son tan finos que hasta soportan el peso de una persona montada en ellos. Los niños son los que más disfrutan.