Una noche mágica

LAURA OCAMPO MORENO

ESTUDIANTE DE OCTAVO DE LA I.E. SANTA TERESITA (CHINCHINÁ)

Estaba de noche, me fui a dormir y no era capaz y de repente empecé a escuchar una voz que me decía: "Prepárate para vivir una aventura fascinante". Miré para todos lados, me di cuenta de que una luciérnaga era la que me estaba hablando. Un relámpago iluminó mi habitación y de inmediato la luciérnaga desapareció.

Me levanté de la cama y me asomé a la ventana, vi que un árbol que estaba en llamas, salí de inmediato a apagarlo, pero una cuerda me detuvo.

Me asombré al ver que una nave espacial descendía, abrió una puerta y de inmediato caí al suelo y no supe nada más. Al despertarme estaba dentro del vehículo y ascendía al cielo. Vi como una luz resplandeciente se acercaba. La puerta se abrió y vi algo sorprendente, me sentía maravillo, olvidé todo, estaba fascinado con lo que mis ojos veían. Me sentía en otro mundo.

Apareció un extraterrestre y me dijo que estuviera tranquilo, que no me iban hacer daño, que solo querían que los ayudara. Apareció una pantalla y empecé a ver imágenes de otros extraterrestres dañando el planeta donde yo me encontraba.

Entonces me llevaron donde estaban los extraterrestres y empecé a hablar con cada uno y a decirles que no siguieran haciendo daño, que eso no estaba bien. Respondieron que solo sabían destruir.

Les enseñé con mucha paciencia cómo cuidar todo lo que había en el lugar. En pocos días los extraterrestres ya no destruían sino que cuidaban como si fueran sus vidas. Los extraterrestres estaban agradecidos conmigo, me trajeron de vuelta a mi casa y les conté a mis padres lo que ocurrió.