LAURA SÁNCHEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Hace falta: estudiar presencialmente, ver a los amigos y vivir sin tapabocas para tener una buena salud mental sana. En casa no todo es color de rosa y los universitarios padecen cambios en sus emociones que no les permite tener una vida fluida.
A un año de transformaciones obligadas, algunos universitarios han tenido que recurrir a hospitalizaciones. Jimena Aristizábal, subdirectora Médica de la Clínica San Juan de Dios de Manizales, advierte que las principales causas son proyectos de vida truncados, fobia al covid y relaciones sentimentales acabadas.
“Somos una ciudad universitaria, por ejemplo la U. de Caldas tiene más de 14 mil estudiantes y la mitad viene de otras regiones y no pudieron venir a la ciudad para continuar con sus actividades académicas. Son miedo y preocupación normales cuando nos enfrentamos a una incertidumbre ”, expresa Aristizábal.
Para entender lo que pasa Andrés, estudiante universitario, cuenta lo que ha vivido en casa para cumplir con sus obligaciones académicas, su vida laboral y su familia, y además una enfermedad autoinmune. La pandemia empezó y se mermaron las posibilidades de trabajar, al igual que sus ingresos económicos para vivir.
“Me dedico a las artes y dependo de mí. Es una situación compleja porque no tengo trabajo y acceder a la carrera es muy complejo y cuando lo logro intento hacer lo mejor posible. En la virtualidad siento limitado el conocimiento, uno como que estudia pensando en que valga la pena”, relata Andrés.
Lo que siente se traslada a su novia, quien suspendió sus estudios el año pasado y también los proyectos de vida juntos. Aristizábal indica que unos necesitaron hospitalización porque tienen estrés en casa y otros han manifestado que no viajar a Manizales les cortó las expectativas de vivir solos porque se pierde la independencia ganada.
“Debieron volver a sus casas a estar con sus familiares con las dificultades que tienen esas familias. También están por miedo a contagiarse, tienen trastornos obsesivos compulsivos de limpiarse las manos compulsivamente y de cubrirse por completo. Es como una fobia social, algunos muy retraídos por no salir y esto es crucial porque el relacionamiento es importante porque es ahí donde está la madurez de una persona”.
Suman preocupaciones
Andrés dice que son situaciones sociales y de salud que se acumulan: “Tengo una enfermedad autoinmune que me impide trabajar con normalidad, tengo una hija y uno es saturado de problemas y tengo constantes controles con el psiquiatra. Es muy complejo responderles a todos”.
Además, habla de la inequidad en el uso de herramientas para acceder a internet, del internet mismo y en la dificultad para aprender a distancia.
Aristizábal vuelve a los motivos de hospitalización entre los que están la pérdida de pareja, o una enfermedad mental previa que se les asocia con esta ruptura.
“Además, la búsqueda de pareja por redes sociales ha complicado la vida amorosa de los universitarios. Muchos vivían aquí solos y los primeros días de cuarentena obligatoria fueron muy difíciles. Muchos no tienen quien les haga los alimentos o los atienda en una IPS. La vida sexual baja, se ha visto muy afectada y todo el mundo ha estado en casa y no hay intimidad”, aclara Aristizábal.
Para ayudarlos, Aristizábal sugiere tratar de compartir en familia, tener espacios de esparcimiento diferentes, o compartir con los amigos: “Desconectarnos un poco, a veces el tiempo libre se ha puesto en las redes sociales y se han vuelto más sedentarios”.
Los primeros auxilios
Esmeralda Torres, Gloria Helena Zuluaga y Paula Marcela Villada, de la Unidad de Psicología de la Universidad Católica de Manizales, que recurren a primeros auxilios psicológicos para orientar en un momento de crisis y restablecer el equilibrio emocional y prevenir la aparición de secuelas psicológicas.
Esta ayuda la puede prestar cualquier persona que haya recibido un entrenamiento básico y que se sienta en la capacidad de hacerlo, mientras la persona recibe apoyo de un profesional en el área de la salud mental.
La formación en primeros auxilios psicológicos con los estudiantes se inicia desde el primer semestre, sensibilizándolos sobre la importancia de ser una red de apoyo para otros y además en poder identificar en su grupo de pares y en su contexto social y familiar, cuando una persona requiere apoyo emocional.
Estas son algunas estrategias que se promueven en la Católica y que pueden aportar a la calidad de vida y la salud mental de cualquiera.
En lo físico
1. Dormir las horas suficientes según el ciclo de sueño.
2. Realizar actividad física regularmente (tres veces a la semana).
3. Realizar una rutina de automasajes.
En lo emocional
1. Expresar mis pensamientos, sentimientos y emociones.
2. Practicar el amor hacia sí mismo
3. Ser compasivo conmigo y con los demás: perdonar y perdonarme.
En lo social
1. Saber pedir ayuda cuando lo requiero.
2. Construir relaciones sanas, establecer vínculos afectivos y servir a otros.
3. Compartir aficiones y hobbies.
En lo cognitivo
1. Leer un buen libro
2. Cultivar pensamientos positivos hacia sí mismo y hacia los demás
3. Dedicar tiempo al disfrute de actividades que le generen satisfacción.
En lo espiritual
1. Conectarse con la vida desde un sentido de trascendencia.
2. Realizar oración, meditación, yoga y relajación.
3. Darse la posibilidad de entrar en contacto con la naturaleza
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