LAURA SÁNCHEZ
LA PATRIA | MANIZALES
En la comunidad religiosa de los Terciarios Capuchinos de Manizales se esparció la frase que cierra los últimos momentos de fray Tobías Escalante Gutiérrez: “Voy a volar, voy a volar”. A sus 105 años, acomodado en su silla en Copacabana, cerró los ojos el pasado martes.
Vivió un siglo para dejar enseñanzas y amor en sus hermanos capuchinos y con sus estudiantes del Colegio San Rafael, del que fue fundador.
Sus últimos años los pasó en el municipio de Copacabana (Antioquia) en una casa que alberga a los capuchinos de la tercera edad, que requieren atención de enfermería.
“La despedida fue muy emotiva, se quedó dormido en un mueble, silenciosamente vivió y silenciosamente murió”, expresó el rector del colegio, fray Ricardo.
Fray Tobías nació en Santander y fue trasladado de Bogotá a Manizales en 1944. Llegó a una finca llamada La Suiza, en donde había un reformatorio para jóvenes. En un par de años crearon los talleres del San Rafael, en los que fue profesor de mecánica y luego de metalistería.
Fue forjador de hierro y sus huellas son las cruces que se alzan en las iglesias Cristo Rey y Balbanera, Santísima Trinidad, entre otras.
Nació el 2 de febrero de 1915. La comunidad del Colegio San Rafael recuerda su amor por los niños, su destreza en la metalistería y sus granjas de conejos y aves.
Fray Tobías ingresó a la comunidad de Religiosos Terciarios Capuchinos en 1936, en el seminario San Antonio de Bogotá. Fue becado en el Colegio Salesiano León XIII y aprendió metalistería.
Fray Ricardo Pimienta, rector colegio San Rafael
Fue muy silencioso y muy trabajador, muy respetuoso de su vida comunitaria y de compartir con sus hermanos. Una disciplina admirable, a las 4:00 a.m. estaba preparando el café para todos, era el primero que estaba en el oratorio. Fue de muy pocas palabras, su paz irradiaba todo su ser. En su silencio nos interpelaba. Si podemos hablar de santidad podemos decir que él era un santo humano.
Ana María Orozco, coordinadora Colegio San Rafael
Era humilde, trabajador, servicial, silencioso. Entregado al servicio de los demás, era un hombre de Dios. Recuerdo el cumpleaños 100 con los niños de primaria, amaba mucho los niños pequeños. Tenía un gran amor por los animales, siempre se le veía con un conejo. También recordamos en su taller de metalistería, cuando salió del taller fue muy duro.
José Fadel González, profesor
Tengo los mejores recuerdos: la dedicación, la entrega, el buen trato para los estudiantes y para los padres de familia. La puntualidad, era como un relojito que salía a las 7:00 a.m. en punto hacia el taller, al mediodía almorzaba, y a las 2:00 p.m. de nuevo al taller. Fue una entrega total, es un ejemplo de vida. Esa entrega que tuvo cuando salían a pedir para sostener a los niños pobres.
Sacerdote Marino Martínez
Fray Tobías enseñaba desde el silencio, en la fuerza de la palabra que sus manos contenían, laceradas siempre por la soldadura o una esquirla de metal, con alma y corazón intactos, llenos de la sabiduría que solo tiene quien es maestro de vida plena, (...) desde siempre y para todos, era esto lo que él transmitía: sabiduría para vivir, siempre en salida, en el darse, en el encuentro, en la generosidad, en una vida.
Mónica Gómez, mamá
Nos queda el mejor legado: luchar por los jóvenes descarriados. Él impulsó el colegio y el Centro de Recepción de Menores. Ha sido de una apertura total, nos recibieron a nuestro hijo con puro amor. Recuerdo la vez que le dijeron que no podía utilizar más el torno y él se puso bravo, también una vez cuando descubrieron el busto que le hicieron en homenaje dijo que no se parecía.
Daniel Toro, egresado 2009
Siempre lo vi lleno de amor, con ganas de servir a los demás. Tenía mucho amor por los niños, en cada homenaje siempre los atendía primero. Él era la institución. En el cumpleaños 102 le hicimos una fiesta con los niños de primaria y lo hicieron reír como nunca, me marcó mucho verlo con tanta alegría.
Jhonnyer Bermúdez, egresado 2006
Nos enseñó la protección a la niñez y a la juventud, que el colegio es el hogar para formar futuro. Nos hizo énfasis en que el trabajo llevándolo con amor es la mejor manera de ser feliz. Mis banderas para defender son estas que me quedaron marcadas para toda la vida y para la sociedad.
Foto | Cortesía para LA PATRIA
El último cumpleaños de Fray Tobías Escalante lo celebraron con las comunidades religiosas del Colegio San Rafael y de la Ciudadela Los Zagales y dos sobrinos de Fray Tobías.
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