
Colombia aún está lejos de lograr un cambio en la composición de las exportaciones, en la que la mayoría de los productos tengan valor agregado. En el 2013, las ventas al exterior de este tipo de productos llegaron al 30% y si se miran las que son de media y alta tecnología, solo alcanzan 10% del total.
En el 2012, la Comisión Nacional de Competitividad planteó una meta en la que se buscaba que para el 2032 el país aumentará sus exportaciones de alto valor agregado, hasta llegar al 60% del total; sin embargo, el camino es aún largo y difícil, no solo por el marcado aumento de las ventas de commodities, sino por la falta de un cambio estructural en la producción.
De acuerdo con Fedesarrollo, en los últimos 20 años el país ha entrado en un proceso de “reprimarización” de las exportaciones, pues las ventas de bienes primarios pasaron del 45% del total en 1992 al 70% actualmente, lo cual es preocupante, pues afecta el crecimiento de la industria y la generación de empleos de calidad.
La medición hecha por el centro de pensamiento se basa en los datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) que muestran la diferencia entre las exportaciones tradicionales y no tradicionales, la cual incluye en las primeras los resultados de las ventas de café, petróleo y sus derivados, carbón y ferroníquel.
Esta medición es polémica, debido a que según José Roberto Concha, director del consultorio de comercio exterior de la universidad Icesi, Colombia es el único país que la hace. “Hoy no vale la pena hacerla y no sirve para nada a nivel internacional”, explicó el experto, quien agregó que la división nació con Proexport, pues su objetivo era promover las exportaciones que no eran usuales en el país.
Ahora, entonces vale la pena enfocarse en la diferenciación por valor agregado que tienen los productos o por su intensidad tecnológica incorporada, aunque los resultados no son muy diferentes a las ventas tradicionales, pues se tiene que el 67,5% de las exportaciones son de bienes primarios (sin valor agregado).
Del resto, el 8,7% de las ventas totales al exterior corresponden a manufacturas de tecnología media, como vehículos y sus partes, plásticos, fibras sintéticas y máquinas industriales, y el 1,5% de alta tecnología, como telecomunicaciones, farmacéuticos e instrumentos de energía. Estos productos los últimos años han presentado crecimientos, incluso por encima de las exportaciones totales. No obstante, hay sectores, que son los que para los analistas tienen más potencial, que están cayendo.
Fabio Moscoso, experto en comercio exterior, aseguró que los productos que Colombia tiene más potencial para aumentar las ventas con valor agregado son textil, autopartes y servicios, principalmente. Sin embargo, el sector de partes de vehículos está entre los que presentaron caídas en el 2013, con 14% con respecto al año anterior.
Camilo Llinás, presidente de Acolfa, aseguró que actualmente entre vehículos y autopartes se están exportando más de US$1.100 millones, “lo que demuestra que somos un sector que tiene precio y calidad, pero lo que necesitamos es primero tener un mercado fuerte para la producción nacional”.
La presidente de Proexport, María Claudia Lacouture, aseguró que se está logrando aumentar la inversión en sectores no minero energéticos. “Hoy existe una diversificación mayor a la que teníamos hace cuatro años, tenemos inversión en hotelería, comercio y manufactura, hemos creado 70 mil empleos”. Agregó que se tienen resultados, pero aún hay que hacer esfuerzos.
Para Fedesarrollo, el mal comportamiento de las exportaciones con valor agregado se debe a falta de competitividad cambiaria, por la apreciación del peso de los últimos años; la baja productividad de sectores como el industrial y el agro y que Colombia se ha quedado en el proceso de transformación productiva.
Para el Consejo Privado de Competitividad, el reto del país además de esto es la inversión en innovación país y articular de mejor manera la agenda para lograr una política de cambio estructural en la producción.
Para que haya mayor exportación de bienes que incluyan producción de alta tecnología se requiere que en el país haya un proceso de incentivo a la innovación. Carolina Lorduy, directora de la Cámara de Alimentos de la Andi, aseguró que lo que falta para que haya más ventas de alto valor agregado es que la regulación del sector brinde a los sectores seguridad jurídica para invertir en innovación y el acceso a insumos a precios competitivos.
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