COLPRENSA | LA PATRIA | Bogotá
Frente al paro cafetero anunciado para el próximo 19 de agosto, el gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros, Luis Genaro Muñoz, afirmó que esta decisión podría poner en riesgo el Acuerdo Cafetero de Pereira, una iniciativa a través de la cual se ha dado "un paso gigante" al comprometerse a desembolsar el monto del PIC (Protección al Ingreso Cafetero) cuando se entrega lo producido.
En una democracia, para que su funcionamiento sea el adecuado, todas las partes que la componen tienen que respetarse, y todas tienen que acatar las mismas órdenes y cumplir con los derechos como también con los deberes que implican vivir en sociedad. En alguna ocasión alguien comparaba a la democracia con el funcionamiento del tráfico en una ciudad: todos deben acatar las señales, obedecer los semáforos, de manera que nadie por tener el carro más grande y más costoso tiene más derecho que el propietario de uno pequeño. De esta manera todos los que están en las vías tienen que cumplir una serie de normas porque de lo contrario sería el caos y de la movilidad pasaríamos a la inmovilidad.
Pues bien, esta reflexión introductoria obedece a que existen serias señales de que la próxima semana se va a realizar un paro cafetero, en contravía, para seguir el símil, con lo que hasta ahora se ha venido haciendo por parte del Gobierno y de la Federación. Como lo hemos venido explicando una y otra vez en las cartas semanales, así como en entrevistas para los distintos medios de comunicación nacionales, hemos cumplido el Acuerdo de Pereira y también hemos dado un paso de gigante al anunciar que entregaremos el monto del PIC al momento de la entrega del producido, algo que sin lugar a dudas beneficiará a los pequeños productores quienes eran las personas más afectadas por la duración de los trámites reglamentarios.
Por otra parte conviene recordar que la Ley de Traslados Presupuestales, que alcanzan casi 3 billones de pesos, indica que cerca de 900 mil millones irán a parar a los cafeteros, lo que garantiza la existencia del PIC durante este año, y además escuchamos con atención al presidente Santos en su reciente visita al Huila donde expresó: "Me reuní con todos los comités municipales, que son la base de la agremiación cafetera. Discutimos la situación de los cafeteros, que sabemos todos que es difícil, a pesar de la ayuda que les estamos dando, la más grande ayuda que se ha dado en la historia".
Y agregó: "Ellos son conscientes de eso y están agradecidos, pero me señalaron otras dificultades que tienen, porque la situación del precio internacional es dramática. Hace mucho tiempo no teníamos un precio tan bajo. Vamos a estudiar una serie de medidas adicionales".
De manera que no se nos puede tachar de incumplir nuestra palabra ni de hacernos los de los oídos sordos, más cuando el precio interno de la compra del café ha tenido una pérdida sustancial en los últimos meses. Por ello es que tomamos las medidas que tomamos. Más bien siempre hemos estado prestos a oír a nuestro gremio para que cada caficultor reciba un justo precio por su trabajo.
Hemos hablado también en repetidas ocasiones de llegar a “un acuerdo cafetero sobre lo fundamental”, con el propósito de centrarnos en lo sustantivo y no desgastarnos en lo accesorio. Pero al parecer todas nuestras iniciativas, los diálogos constantes, nuestro permanente interés por mostrar los resultados y los pasos encaminados al cumplimiento de lo pactado parecen que no hubieran sido escuchados. Es, volviendo a la comparación inicial, como si una de las partes quisiera saltarse todos los semáforos y cambiar de repente la señalización. Y esto no conduce a otro camino que a la anarquía.
Resulta muy triste que algunas personas estén más pendientes de su destino político particular que del destino general de los caficultores y que encuentren propicio azuzar a los campesinos manipulando sus conciencias con falsas cifras y falsas promesas y consideren al tema cafetero como un trampolín para sus aspiraciones políticas. Es por ello que hacemos un nuevo llamado a la cordura y a la razón porque todos los caminos del diálogo están abiertos.
Nosotros tenemos el semáforo en verde, en consecuencia debemos seguir avanzando en la defensa de la caficultura colombiana. Para ello debemos decir con claridad que el paro anunciado no encuentra ningún respaldo, menos solidaridad, en la Federación Nacional de Cafeteros. Por ese camino se están minando los bienes públicos que por décadas han protegido al productor cafetero. Gracias a estos, garantía de compra, servicio de extensión, entre otros, se han mantenido alejadas de las hienas de la especulación y de la intermediación, y se ha logrado que el mejor precio llegue al productor de manera directa cada vez que saca su producción al mercado.
Además, si ese paro se da se invalida el Acuerdo de Pereira y eso es muy grave para el ingreso del productor. Pone en grave riesgo el salvavidas actual de los cafeteros. Así mismo se presta para la pesca en río revuelto, en momentos en que se aprecia la existencia de dos partidos en el escenario político: el partido que gobierna y el partido de los que quieren gobernar, quienes apelan a todos los medios a su alcance, incluyendo la desinformación, para descalificar todo lo bueno que se ha hecho, añadiendo a su vez un llamado al pesimismo, queriendo con ello lograr la irreconciliable polarización de las posiciones. Ante esta última postura hacemos un llamado al sosiego, al respeto por las instituciones, que como las cafeteras han resistido y superado, durante un siglo, peores tempestades.
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