JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | MANIZALES
$165 millones 623 mil 200. Este es el valor de la multa que deberán pagar finalmente los propietarios del Edificio Shalom III, ubicado en la avenida Santander.
Aunque esto evidencia que se mantiene la sanción de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Secretaría de Gobierno de Manizales, el monto se redujo en el 52,49% con respecto al valor inicial que se conoció en junio de este año, por $348 millones 643 mil.
De acuerdo con el profesional especializado de la Unidad de Seguridad, Hernando Peláez Alarcón, la reducción se efectuó debido a que se produjo un error de parte de la Inspección de Policía 12 al momento de tasar la multa.
Lo anterior, teniendo en cuenta que esta medida pecuniaria no puede superar los 200 salarios mínimos legales mensuales del 2019, cuando se recibieron las denuncias, que asciende a los $165 millones, mencionados antes.
Reforzamiento, en firme
La resolución, en segunda instancia y sobre la que no hay más acciones, mantuvo en firme las otras decisiones de la Inspección: el propietario de Shalom deberá corregir los riesgos con base en el estudio de vulnerabilidad que hizo la empresa Atria-Estudio e Ingeniería sobre vulnerabilidad sísmica (ver: Los cambios).
Eso implica hacer un reforzamiento completo, para lo cual deberá iniciar en un término no superior a los 60 días, cuando quede en firme dicha decisión.
Las tareas se tendrán que efectuar dentro del término de vigencia de la licencia de construcción y sus modificaciones, expedidas por la Curaduría Urbana número dos, que otorgó dos años, prorrogable por un año más.
Esto significa que tendría hasta enero del 2021 para hacer dichos cambios, aunque con las medidas de excepción que decretó el Gobierno nacional por nueve meses, el plazo se podría ampliar hasta octubre.
A cumplir
LA PATRIA llamó a Wiler Javier Hernández, propietario de Shalom y a Vanessa Hernández Mora, hija y representante legal de Wiler, pero al cierre de esta edición no contestaron. Sin embargo, en una entrevista que se le hizo en diciembre al propietario, dijo que su interés es responder por la obra y reforzarla, por lo que estudiaban las diferentes opciones.
Sobre los daños evidentes de la obra, la mala calidad de los materiales y la evacuación que se tuvo que hacer ante el riesgo inminente, aseguró que no es su culpa, considerando que para ello contrató profesionales que le diseñaran y le construyera el edificio, ya que él no es un constructor.
Los cambios
1. Reducir la masa del edificio retirando los muros de mampostería para reducir riesgos durante la intervención.
2. La estructura debe reforzarse de inmediato ante el alto nivel de vulnerabilidad por la "mala calidad de la construcción".
3. Reforzar con cinco pantallas.
4. Realizar cambios arquitectónicos para darle cabida al reforzamiento estructural.
5. Remplazar los concretos.
6. Inspeccionar detalladamente cada viga y columna en busca de hormigueros y vacíos para repararlos completamente.
7. Reconstruir el voladizo de la parte posterior.
8. Reconstruir 179 de 356 vigas y 95 de 195 columnas.
9. Remplazar los perfiles de entrepiso.
10. Realizar sondeos exploratorios de los caissons (cimientos) para verificar longitudes y diámetros.
11. Realizar un estudio de suelos nuevo.
12. Las intervenciones planteadas deberán ser supervisadas por un ingeniero estructural y tenga en cuenta los análisis presentados en este informe.
Le compete al Municipio
Jhon Jairo Osorio García, curador segundo de Manizales, donde se tramitó la licencia de construcción, explicó que su función es recibir los documentos, los planos arquitectónicos, estructurales y los estudios de suelos que dan soporte al proyecto. Además, debe verificar que estén avalados por profesionales idóneos, de acuerdo con la ley.
“Si eso se da, otorgamos la licencia. No tenemos la responsabilidad de volver a hacer los diseños arquitectónicos ni de recalcular todo el proyecto estructural, ni de suelos. La curaduría verifica que en las memorias del cálculo venga consignado que el profesional responsable ya lo hizo. En eso es muy clara la Ley 400 de la norma sismorresistente”.
Aprobada la licencia, la supervisión de que se estén realizando bien los trabajos les compete a las alcaldías para que puedan entregar el permiso de ocupación.
En edificaciones de más de cinco unidades de vivienda o más de 2.000 metros cuadrados de construcción, se exige que un profesional externo, sin vínculo laboral ni comercial con el proyecto, haga seguimiento y control a la calidad, como una especie de interventoría privada costeada por el constructor.
¿Y el riesgo del edificio?
Desde el año pasado la Unidad de Gestión del Riesgo de Manizales advirtió que la vulnerabilidad es alta ante un sismo, por lo que se hizo la evacuación de todo el predio, y además debe estar bajo un monitoreo constante. "En caso tal que se haga necesario, se haría una evacuación de los predios adyacentes y el cierre de la Avenida Santander", dijo.
El edificio
Cuenta con 11 pisos, ocho hacia arriba y tres hacia abajo, incluyendo parqueaderos. Según la Unidad de Gestión del Riesgo, son 14 apartamentos y 3 locales comerciales. La constructora Shalom dice que son 13 apartamentos y 3 locales. De los cuales 10 se vendieron y 3 por vender. Los apartamentos se estimaron entre $240 millones y $260 millones.
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