JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | MANIZALES
Tomarse un tinto en la tienda Juan Valdez, entrar de compras al Cable Plaza, pasar a una nueva torre comercial, llegar a la estación del cable aéreo y viajar hasta Los Yarumos, es un paseo integral al que podrían acceder en corto tiempo los manizaleños y visitantes.
Por lo menos, así lo estiman varios inversionistas nacionales y locales, que ya comenzaron a diseñar un corredor que califican de turístico, comercial y de entretenimiento, y que se iniciaría en la Avenida Santander y se extendería hasta el ecoparque, en un eje integral.
Su apuesta se orienta a unir el Cable Plaza con una nueva torre, a través de un puente de 25 metros, pero además cruzar otro puente hasta la estación Camino de La Palma del cable aéreo, de tal forma que quien lo desee siga su viaje hasta Los Yarumos (ver infográfico).
Pese a que solo en dos o tres meses se tendría un proyecto oficial, que incluso necesitaría de una modificación de la Pieza Intermedia de Planificación (PIP) 5, en la obra ya comenzaron a trabajar arquitectos, inversionistas, representantes del sector financiero y hasta constructores.
La propuesta, en una primera fase, parte de la construcción de una torre comercial en el barrio Laureles, detrás del Cable Plaza.
Según Miguel Ángel Núñez, gerente general de la firma Business Consultants Corporation y promotor del proyecto, la alternativa surge del buen comportamiento comercial y económico de la ciudad y del Eje Cafetero, por lo que se trata de lograr una ampliación del Cable Plaza.
En la nueva oferta ya se habla del arribo de varias marcas nacionales e internacionales, e incluso de un almacén ancla que, aunque no confirman, podría ser Falabella.
Aunque Ángel Núñez resalta que no puede anticipar quiénes llegarían y si esta multinacional estará en el sector, sí asegura que se tratará de un mix o mezcla de tiendas por categorías.
La apuesta estaría en un lote de unos 4 mil 500 metros cuadrados, pero que en construcción alcanzaría los 25 mil metros cuadrados, incluyendo parqueaderos, y cerca de cuatro o cinco pisos y áreas de oficinas. La inversión rodearía los $30 mil millones o $40 mil millones.
No obstante, para el arquitecto Nagui Sabet, representante de la firma con su mismo nombre, aún no hay datos definitivos, como quiera que se está en una fase de evaluaciones y estudios.
"Lo cierto es que Manizales es una de las pocas ciudades que tiene esta oportunidad. A través de este proyecto y de la segunda etapa se le daría una dinámica a la ciudad y al mismo ecoparque Los Yarumos, a su belleza natural. Es una oferta que creemos está subutilizada", resaltó.
Afirma que sería una verdadera triangulación comercial. "Es un concepto de calle comercial, que llevaría al turista desde la Avenida Santander hasta el ecoparque, en un espacio urbano y de multiactividad, que lleva al concepto de quinta o sexta generación de centros comerciales", resaltó.
En la propuesta han mediado entidades financieras como Bancolombia, que ya abrieron sus puertas para la nueva apuesta.
De acuerdo con Augusto Londoño, gerente de la zonal Caldas, es un proyecto viable para la región, y el interés es apoyarlo en su construcción y a los futuros inversionistas que deseen llegar a la región, vía créditos directos o bajo el sistema leasing.
Por el lado del representante legal del lote, tampoco hay problema. Según Rafael Arango Villegas, director de negocios fiduciarios de Fidualianza, y representante legal de este lote, la participación de esta fiduciaria es integrar las voluntades de los interesados, incluyendo el promotor, el diseñador, el centro comercial y el futuro constructor, para brindar la confianza y seguridad.
Por lo pronto, los inversionistas confían en obtener los permisos, y que se aclaren las dudas frente a la opción de construir allí, que hasta ahora tiene una mayor vocación residencial.
Aunque el alcalde Jorge Eduardo Rojas ha mostrado interés en la obra, parte del problema radica en que el proyecto tendría que ir al Concejo Municipal, para modificar la denominada Pieza Intermedia de Planificación (PIP 5) (ver recuadro: las opciones), y tener el aval.
Aunque ya hay voces a favor y la misma Secretaría de Planeación y el Concejo ven la obra positiva, también aseguran que tendrá que recorrer un largo camino para determinar su viabilidad e impacto, pues tampoco se trata de mover la ciudad a voluntad de los particulares.
El concepto del puente entre el Cable Plaza y la nueva torre también genera dudas, luego de que el Consejo de Estado ordenó en junio de 2007 tumbar uno en el centro comercial Parque Caldas, ante una Acción Popular que interpuso la profesional Patricia López Villegas. La acción se emprendió ante el reclamo de que se afectaba la visibilidad del sector y se invadía el espacio publico.
Sin embargo, para los arquitectos esto también cambió. Según Linas Rivas, gerente del Cable Plaza, hay un decreto del Ministerio de Vivienda de 2010 que permite en las vías públicas hacer puentes de privados a privados. De hecho esto ha permitido que se mantengan algunos que ya existen en Manizales, como el puente en la carrera 21 que conecta al centro comercial Parque Caldas con el edificio de Infimanizales y el parqueadero del centro comercial.
Una de las mayores dudas que hasta ahora se tienen con el nuevo proyecto es que en 2010 se aprobó la Pieza Intermedia de Planificación (PIP) 5, que incluye el predio del barrio Laureles, donde se estima que hay una vocación con énfasis residencial. Para los dueños del lote, Inversiones Cumanday, el debate se genera porque la vocación que traía a través de las licencias de construcción era mixta, y permitía que hubiera unos predios multifamiliares y otros con áreas de servicios y comercial, por lo que parte de la pretensión es que se flexibilice la norma.
El secretario de Planeación, José Fernando Olarte, coincidió con los inversionistas e indicó que si bien esta PIP permite usos comerciales, la restricción sería la magnitud de la nueva obra. Destacó que aunque no se tiene la propuesta como proyecto, el interés es revisarlo y llevarla al Concejo Municipal, aunque no sería el único mecanismo para adelantar la iniciativa.
El presidente del Concejo, Juan Sebastián Gómez, de la U, resaltó que el interés es apoyar las obras que propendan por el desarrollo y estén bien sustentadas.
Explicó que a veces no son fáciles estos cambios normativos, por lo que se requiere un proceso de análisis, pues no depende solo del Concejo, sino de varios espacios para conocer su legalidad y si cumplen con todas las normas ambientales y de prevención del riesgo.
La gerente del Cable Plaza, Lina Rivas Ángel, destacó que ya se le envió una carta al Municipio en enero pasado, y aunque reconoció que el proyecto tomará tiempo y estudio, hay interés de la administración municipal. Aseguró que la nueva propuesta generaría unos 700 empleos directos y 400 indirectos.
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