Piloto del Fondo de Precios del café arrancará en el 2022

JUAN CARLOS LAYTON

LA PATRIA | MANIZALES

Caldas, Quindío, Risaralda, Antioquia y el Huila se convertirán en los cinco departamentos donde se empezaría a aplicar el plan piloto del Fondo de Estabilización de Precios, a partir del 2022.

La confirmación la hizo ayer el secretario técnico del Fondo, Óscar Bernal Vargas, quien señaló que el objetivo es llegar inicialmente a estas cinco regiones para cubrir por lo menos el 50% de la producción del país. Bajo estas condiciones, la meta inicial es llegar a 5 mil 500 productores, que comprenden 15 mil hectáreas.

¿Qué es?

El Fondo de Estabilización de Precios se convirtió en un sueño hecho realidad para los cultivadores del grano desde julio del 2019, que se sancionó dicha Ley. El objetivo se aprobó como un mecanismo para contribuir a estabilizar el ingreso de los productores de café, en momentos en que el precio tenga un descenso drástico, que ni siquiera permita recuperar los costos de producción.

De ahí que el gerente de la Federacafé, Roberto Vélez Vallejo, lo describió como ungüento que cura los dolores, pero advirtió desde un principio la necesidad de definir estrategias de largo aliento que le dieran la posibilidad al productor de mantener un negocio que sea rentable.

Aunque el Fondo se reglamentó desde el 2020, quedó pendiente la puesta en funcionamiento, considerando que se quedó un poco al margen ante los buenos precios del café.

Anticiparse a la volatilidad

Durante la instalación de este 89 encuentro, el presidente del Congreso Cafetero, Rubén Elías González Cifuentes, le insistió al presidente, Iván Duque, sobre la necesidad de fortalecer y consolidar este sistema, mediante nuevas inversiones de capital para utilizarlo cuando se le tenga que hacer frente a las adversidades del mercado.

De acuerdo con Bernal Vargas, la meta es anticiparse a los eventos que se pueden presentar por efectos climáticos y de mercado, sin esperar a que se ponga en peligro el ingreso del productor.

Entre esos mecanismos que se han estudiado, se incluyen instrumentos como seguros, contratos y diferentes opciones financieras que le den la posibilidad al productor de cubrirse de la volatilidad de precios y hacer una gestión previsiva, sin esperar a que llegue la crisis.

Por esta razón ya aprobaron varias medidas que apuntan a aplicar a esa estrategia de protección a partir del 2022, además de nuevas opciones que se siguen estudiando.

Los recursos

El Fondo hoy cuenta con un total de $240 mil millones, $190 mil millones que destinó el Gobierno Nacional y $50 mil millones de los cafeteros de los 0,5 centavos de dólar que aportan por contribución cafetera. Sin embargo, el secretario reconoció la necesidad de unas partidas mayores para adquirir seguros y pólizas de riesgo.

De allí que se esperan utilizar no solo estos recursos, sino los que tiene el Gobierno y el Ministerio de Agricultura a través del plan Incentivo al Seguro Agropecuario (ISA).

Según Bernal Vargas, la meta es que se incorporen por lo menos $5 mil millones del presupuesto nacional para el próximo año para comenzar el piloto y aplicar estos mecanismos.

Otras medidas

Además de esos instrumentos de riesgo, también se proponen opciones de ahorro individual, para que el productor los utilice en la época de vacas flacas, con un aporte adicional de recursos que le entregaría o aportaría el Fondo.

La meta es que los cultivadores puedan defenderse lo antes posible, justo cuando ya hay analistas que coinciden en que los buenos precios no durarán más allá del segundo trimestre del 2022.

Las opciones

Entre las opciones que se han planteado para fortalecer el Fondo, se incluyen dos mecanismos que aunque ya están aprobados, ahora esperan una inyección de recursos del Gobierno nacional.

1. Se incluye el uso de varias opciones financieras, como un contrato de ventas a futuro, mecanismo similar al que hoy opera, pero con una con una póliza de cumplimiento, que efectivamente permita garantizar la entrega y el precio del café.

2. También se habla de un precio piso, que consistiría en ponerle un precio mínimo de venta a la cosecha o un seguro de precio, sin limitar que si el mercado sube pueda vender a un mejor precio.

3. Se aprobó una póliza de riesgo climático, denominadas de sesgo paramétrico, con el fin de que opere ante adversidades como las actuales por el fenómeno de La Niña. El problema es que dichas pólizas tienen un costo elevado, por lo que se requiere una financiación del Gobierno nacional.

4. Otro mecanismo que se ha planteado es un mecanismo de ahorro para el futuro, que permita contar con una inversión del cafetero por un área determinada de café, con un aporte tanto del agricultor como del mismo Fondo de precios.

Algo de historia

* Desde el pasado 87 Congreso Cafetero, tanto Hacienda como Agricultura se comprometieron con este mecanismo. La plata del Gobierno proviene del llamado Incentivo Gubernamental para la Equidad Cafetera (IGEC), que estaba destinado a ayudar al sector y otorgar beneficios cuando el precio del café cayera por debajo de los $71 mil 500 la arroba. Como el precio superó ese valor, finalmente fueron pocos los recursos que se destinaron en esta ayuda, solo $8 mil 500 millones.

Por esta razón, se trasladaron cerca de $192 mil millones al nuevo Fondo, con el fin de tener los recursos disponibles que servirían de apoyo cuando se genere una caída brusca de precios.

* En febrero del 2020 se reglamentaron las condiciones y principios de este mecanismo. La decisión se tomó en la sesión del Comité Nacional de Cafeteros, integrado por los 15 delegados al Comité Nacional y los entonces ministros de Hacienda, Alberto Carrasquilla; de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo y de Agricultura, Andrés Valencia, y el director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Luis Alberto Rodríguez.

En cifras

* Entre el 2008 y el 2011 la producción de café de Colombia se redujo en 32%, de 11,5 millones de sacos de café a 7,8 millones de sacos, afectando el 79% de los municipios cafeteros.

* Entre el 2011 y el 2013 el precio cayó en el 52%, de $950 mil a $460 por carga de 125 kilos.

* Entre el 2017 y el 2018 se redujo en cerca del 10%, de $820 mil a $740 mil.

* Este año pasó de $780 mil a más de $2 millones por carga de 125 kilos, un alza del 156%.