JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | MANIZALES
Las pérdidas de la Industria Licorera de Caldas (ILC) bordearon los $2 mil 300 millones en el 2013.
Los continuos descensos en ventas, y el cambio constante de políticas, estrategias y de gerente, seis en los últimos cuatro años, llevaron a que la compañía terminara con cifras negativas, indicador que no se tenía por lo menos en la última década de la empresa.
El reporte preliminar lo dio a conocer la Contaduría General de la Nación a LA PATRIA, con base en cifras suministradas por la misma Licorera en febrero pasado.
El informe destaca que durante el año pasado la ILC obtuvo ingresos totales por cerca de $132 mil millones, unos $13 mil millones más que en el 2012.
De estos, unos $116 mil millones son ingresos operacionales, provenientes de su actividad propia.
Sin embargo, los gastos y costos de la compañía también ascendieron a unos $134 mil millones el año pasado, unos $29 mil millones adicionales.
Entre tanto los pasivos rodearon los $189 mil millones, $7 mil millones menos que en el 2012.
Cuatro escenarios
El informe de pérdidas coincide con el pronóstico que había hecho la misma empresa desde enero pasado, basada en cuatro escenarios. Uno menos negativo, de unos $82 millones, otro de unos $1.800 millones, y dos más grandes, entre los $4 mil millones y los $8 mil millones.
El gerente, Bruno Seidel Arango, sostuvo que aún no puede ratificar ningún dato, ni opinar sobre el reporte de la Contaduría, hasta que no se tenga el informe de revisoría fiscal, de Price Waterhouse.
Pese a ello, reiteró que esta es la realidad que hoy tiene la empresa, y obedece a un sinnúmero de factores históricos y situaciones que terminan reflejándose en los estados financieros.
Bajo estas condiciones, el reporte se entregará la próxima semana, con base en la auditoría externa.
Para varios diputados, en todo caso, el hecho de tener cifras negativas ya supera los límites. El malestar es mayor, si se tiene en cuenta que los estados financieros del 2012 ya se calificaban de regulares, al reportar una utilidad de $11 mil 45 millones, contra $50 mil 125 millones en el 2006.
A eso se suman las bajas ventas que en el 2013 fueron de 16 millones 434 mil botellas de 750 mililitros, un leve incremento del 1,7% con respecto al 2012.
En los problemas se incluyen desde el efecto del patrimonio autónomo, que castigó los estados financieros de la compañía, hasta el cambio continuo de administraciones. Solo en el 2013 pasaron por la ILC tres gerentes: Patricia Elena Cárdenas, Miguel Trujillo y el actual, Seidel Arango.
Situación delicada
El informe ratifica la misma situación que presentó el gerente en la Asamblea Departamental el pasado miércoles, donde se concluyó la necesidad de tener un informe pronto.
Esto para saber si requiere un socio estratégico, un distribuidor internacional o privatizarla.
El objetivo está enfocado en cuatro ejes, entre los que se incluyen la modernización administrativa y productiva de la empresa, el control de gestión, y la gestión comercial y de mercados.
En este también se incluye el plan de retiro voluntario y la convención colectiva, el modelo de internacionalización del ron y el plan de inversiones previsto, para cumplir con las garantías exigidas por las aseguradoras y mejorar las líneas de producción.
El estimado del gerente es lograr un adelgazamiento en la ILC, por lo que el plan de retiro voluntario podría superar incluso a las 100 personas.
La cifra
$12 mil millones, el plan de inversiones estimado este año por la ILC, en el que se plantea una repotenciación industrial y un mejor plan de seguros.
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