Juan Carlos Layton
LA PATRIA| Bogotá
Satisfecho con el respaldo, pero con el pleno convencimiento de que ahora su tarea es unir, el gerente de la Federación de Cafeteros, Luis Genaro Muñoz Ortega, celebró la terminación del LXXX Congreso Cafetero, el más polémico de los últimos años, tal y como se estimó.
Sin embargo, también asegura que no dará ningún paso al costado, y que si hace algún movimiento, todos serán hacia adelante, con el fin de trabajar con mayor fuerza e impulsar al sector. En diálogo con LA PATRIA, Muñoz Ortega hizo un análisis del máximo evento de los cafeteros.
¿Satisfecho con los resultados y con el respaldo general?
El resultado del Congreso me parece importante porque se evaluó tanto de parte del gremio, como del Gobierno y de los observadores externos, el trabajo y el papel de la caficultura nacional. En ese sentido todos debemos estar contentos y, desde luego que desde el punto de vista personal es un gran aliciente ver que el país en general reconoce esto. Independiente de las voces de que el gerente debe o no continuar, lo que sí es muy claro es que la caficultura debe continuar para el bien del país, no solo de los caficultores, sino de la sociedad en general.
Ahora sigue la tarea de unir ¿cómo lo piensa hacer?
Colombia está sufriendo una rápida transformación desde el punto de vista sociocultural, motivada por muchos factores. Las protestas sociales en todo el mundo han cuestionado el papel y la efectividad de las instituciones. Entonces esto no tiene una solución blanco o negro, hay que actuar desde muchos lares, incluyendo el fortalecimiento institucional. Otra cosa es evaluar lo transcurrido, lo que se logró y lo que quedó por hacer, además de determinar cuál es la caficultura que queremos, para dónde queremos ir y en dónde hacer énfasis. Soy un administrador, y estaré siempre atento a mi propio desempeño y al del equipo de trabajo.
La crítica a su gerencia es que siempre le faltó liderazgo, en especial con aspectos como los paros y la interlocución con el Gobierno ¿lo ve así?
Nadie nace aprendido para paros, ni lo enseñan en las universidades, eso se aprende en las calles y carreteras. Institucionalmente desde luego que hay lecciones aprendidas y personalmente muchas más. Siempre el conflicto social deja heridas, que van sanando, hay un reclamo y es válido. Sin embargo, también me siento agradecido porque nunca hubo calificativos ni palabras descorteses de la gestión desde el punto de vista administrativo. La opinión hay que oirla y hacerlo muy bien, porque Colombia tiene una buena oportunidad y equivocarse en café es equivocarse en varias generaciones. Espero acertar y agradezco mucho la compañía y la propuesta mayoritaria de quienes piden que siga adelante, pero siempre estaré con el escritorio limpio, sin asuntos pendientes y desde luego ganándome el puesto todos los días y no en cada congreso.
¿Pero le faltó liderazgo?
Indudablemente el liderazgo siempre se puede fortalecer y mejorar. Pero lo que vemos es que también ha funcionado, porque la mayoría le han pedido a su líder que siga. Siento un buen respaldo no solo gremial sino institucional de Gobierno y de entes internacionales, y eso da tranquilidad y anima a seguir.
La presión
Algunos cree que de pronto hay intereses políticos en esa presión ¿qué opina?
Sería como meterme a buscar en la filigrana de las cosas y prefiero ser gremial, tener una política social abierta y demás. Siempre en instituciones tan valiosas, tan poderosas, que producen tanto dividendo en este país, y especialmente cuando las cifras están bien... como decimos en Popayán, cuando la novia está bonita, todos quieren bailar con ella. La verdad no me preocupa mucho si hay fuerzas políticas o no incidiendo en ello, el gremio se tiene que dedicar a su tarea.
¿Qué concepto tiene de Caldas, Antioquia y Cundinamarca, principales voces opositoras?
Tienen caficulturas ejemplares, han hecho toda la cultura cafetera y han sido, sin duda alguna, organizados y productivos. Han sido visionarios y siempre tendrán una opinión importante. Respeto sus conceptos y sus razones tendrán. Ahora mi tarea es sentarme con ellos para saber cuáles fueron las diferencias tan profundas, y el porqué tan fuerte controversia.
¿Qué tanto lo ha afectado esto personalmente, porque no puede ser fácil sentir esa presión?
Las canas no son casuales. Gracias a Dios he tenido una vida usualmente intensa y me ha dado la oportunidad de ver a largo plazo lo que sucede y una gran tranquilidad y compañía de hablar con la gente. Una cosa son los foros formales y otras, las relaciones personales, y allí, en términos generales, me va bien tanto con quienes creen que debo continuar como que no lo debo hacer.
Comité Nacional
Viene un comité Nacional el 17 de este mes y el ministro de Hacienda le dijo a usted "cuadre sus cuentas y sus tiempos", ¿eso qué quiere decir para usted?
Todos tenemos nuestros tiempos, y tenemos que pensar qué queremos hacer y cómo planear nuestra vida, tanto de forma colectiva como personal. La verdad este ha sido un período importante para mi familia y para mí, obviamente habrá que sentarse a pensar, así cómo cuál es la caficultura familiar que queremos, cuál es la vida familiar que queremos.
¿Eso significa que esa presión le ha hecho pensar en dar un paso al costado?
No, desde luego que no, si hemos tenido un buen balance, hay tesis que indican que hay que sentarse a entender cuáles son las diferencias y tratar de resolverlas, pero eso no se logra quitando las diferencias o las personas, el primer intento es ver qué pasa y porqué esas diferencias.
¿Pero cree que le puedan hacer jaque en ese Comité Nacional?
No, no lo creo, ese no es un espacio que se da para ver si se va o se queda el gerente, todos tenemos los tiempos institucionales y personales. Por ahora, hay un plan de trabajo compartido entre el Gobierno y la institución, hay un respaldo mayoritario del Gobierno e institución, y obviamente problemas que resolver y entender. Por lo pronto estoy contento, tranquilo y siento que hemos dado un paso para adelante y no para dar pasos al costado.
De acuerdo con el gerente de la Federacafé la meta en 2015 es meterle el acelerador al dividendo social a la caficultura, incluyendo aspectos ambientales y sociales. "Veo tan bien un plan de trabajo del Gobierno y de Colombia enfocado a pagar la deuda con el sector rural y eso evidencia que tendremos un tiempo, con aguas no tan agitadas, para adoptar ese plan.
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