KATERINE VARGAS
MANIZALES | LA PATRIA
En la Agencia Nacional de Minería reposa el contrato de concesión 163-17 para explotar oro en Tolda Fría, mina ubicada en 164 hectáreas de la vereda Montaño, en Villamaría. Se localiza dentro de dos zonas declaradas como áreas protectoras y de conservación ambiental, que por la Ley 1382 de 2010 deberían estar excluidas de todo tipo de actividad extractiva.
En los últimos años la actividad en el lugar ha estado en la mira de autoridades y ambientalistas. La polémica con quienes sacan el oro se alimenta con las contradicciones en leyes, permisos y declaratorias de reservas. Además, del impacto sobre los recursos naturales del lugar.
El contrato nombra como titular de la concesión a la multinacional canadiense Río Novo Gold Inc., que desde el 2011 tiene permiso para explotar Tolda Fría por 30 años, es decir hasta el 2041. Sin embargo, esta actividad la realiza en la reserva forestal Central (de carácter nacional), establecida por la Ley 2 de 1959 y la reserva forestal Bosques de la Chec (de carácter regional), declarada por la Corporación Autónoma Regional de Caldas (Corpocaldas) en el 2002.
Amenazas ambientales
Una acción popular busca detener la explotación de la mina. Colectivos ciudadanos residentes en Villamaría y Manizales han expresado su preocupación por el daño ambiental que consideran que causa la extracción de oro en esta zona.
Javier Gonzaga Valencia, director del Centro de Investigaciones Jurídicas, Políticas y Sociales (CIJPS) de la Universidad de Caldas, coadyuva en la acción popular interpuesta por la Sociedad de Mejoras Públicas (SMP) en el 2012, que cuestiona por irregularidades en el caso.
Explicó que la principal amenaza que se presenta en este proceso es sobre las quebradas La María, Romerales y California, que pasan por la reserva protectora Bosques de la Chec y desembocan en la planta de tratamiento Luis Prieto, que abastece de agua a los habitantes de Manizales.
Tolda Fría se explota desde hace unos 60 años. El primer título estaba a nombre del dueño del predio, Néstor José Gutiérrez, quien en el 2010 subcontrató con la empresa minera Core Values Mining and Exploration, que inició etapa de exploración en la zona para evaluar la posibilidad de explotar a mayor escala.
Esta multinacional, según Corpocaldas, taló una cantidad considerable de árboles dentro del área protegida Bosques de la Chec, para abrir camino hasta la mina. Por los daños ambientales causados, entre ellos afectación al suelo, la flora y la fauna, la autoridad ambiental la multó con $169 millones, que pagó la empresa Río Novo, para poder obtener el título minero y el contrato de explotación hasta el 2041.
Principio de precaución
Por lo anterior, el director del CIJPS reconoce que el daño no solo es sobre el agua, sino sobre toda la biodiversidad de la zona, pues aunque se haya pagado la multa por la tala de árboles, el daño ambiental continúa con la explotación de oro. "Ni Corpocaldas ni Aguas de Manizales hacen ejercicio del principio de precaución en este tema, lo que puede llevar a daños a irreversibles", asegura.
Jorge Hernán Mesa, gerente de Aguas de Manizales, asegura que la compañía tiene una buena oferta hídrica, por lo tanto, las quebradas que pasan por la zona en cuestión, no son necesarias para abastecer a la ciudadanía.
Comenta que a diario se realizan monitoreos para evaluar que el agua que llega a Manizales esté libre de contaminantes como arsénico, cianuro y mercurio.
Contrario a esto, el gerente de Corpocaldas y exgerente de Aguas, Juan David Arango, explica que sí es grave que se explote en esta zona, porque ahí está la fuente Romerales, que proporciona cerca de 300 litros de agua por segundo, y que en épocas pasadas no era tan necesaria para abastecer a la ciudad.
Arango añade: "…pero con el fenómeno de El Niño sí se utilizó el año pasado, es una fuente que se mejoró bastante y que si continúa el cambio climático así, va a ser de gran ayuda en el futuro". Según Arango, aunque la explotación en este momento es a pequeña escala, la intención de la empresa es que sea a gran escala, proceso que en esa zona requiere cuidado especial.
Problema jurídico
De acuerdo con Corpocaldas, el Contrato de Concesión 163-17, que corresponde al permiso para la explotación de oro en Tolda Fría, no cuenta con Licencia Ambiental, sino con un Plan de Manejo Ambiental aprobado en 1997. En ese año el permiso no era un contrato, sino una Licencia de Explotación y, según la Corporación, el tipo de extracción no ha cambiado considerablemente desde entonces, por lo tanto no es necesaria la licencia ambiental.
Hay quienes consideran que sí debe tener licencia ambiental. Por ejemplo, Daniel Hassan Cardona, de la Corporación centro de estudios y gestión de derechos para la Justicia Espacial (Jespa), coadyuvante en la acción popular que interpuso la SMP, explica que en el 2011 cuando la Licencia de Explotación cambió a Contrato de Concesión, a nombre de Río Novo, regía el Decreto 2820 del 2010, que regula y exige la licencia ambiental en caso de explotación minera.
Además, de acuerdo con ese decreto y con las explicaciones del director del CIJPS, el otorgamiento de la Licencia Ambiental requiere de manera previa un Estudio de Impacto Ambiental, que es el instrumento básico que permite a las autoridades determinar las características de la zona y de qué forma se podrían afectar con la actividad extractiva.
El paso siguiente es el Plan de Manejo Ambiental que explica de qué manera se desarrollará la actividad, mitigando los daños de la mejor forma posible. Según Corpocaldas, Tolda Fría solo cuenta con un Plan de Manejo, sin un estudio de impacto previo, y sin licenciamiento ambiental.
Sin embargo, Enrique Santander, apoderado judicial en representación de Río Novo, asegura que aunque el Plan de Manejo es de 1997, tiene vigencia hasta el 2031.
Otra irregularidad
El 10% de Tolda Fría está en la reserva forestal Central, y el 90% restante, en Bosques de la Chec.
De acuerdo con el apoderado judicial de Río Novo, cuando se otorgó la Licencia de Explotación 163-17 en 1998 a Néstor José Gutiérrez, Bosques de la Chec no estaba declarado Reserva Forestal. Esto sucedió en el 2002.
Los coadyuvantes reconocen esto. Sin embargo, explican que la Licencia de Explotación, según el Decreto 2655 de 1988 artículo 46, solo es por 10 años. Por lo tanto, la licencia 163-17 que se otorgó en 1998 tenía vigencia hasta el 2008 y ahí venció.
Argumentan que como el titular de la mina no aceptó la prórroga por otros 10 años de esa licencia, sino que solicitó suscribir un nuevo contrato de concesión, que le aprobó en el 2011 la autoridad competente, y luego la cedió a Río Novo. Por tanto, estaba sujeto a la nueva situación jurídica.
Es decir, que de acuerdo con el artículo 3 de la Ley 1382 de 2010, para ese entonces ya era oponible y necesitaba sustracción de área para explotar en ese sitio, además de Licencia Ambiental y demás obligaciones que contempla el régimen minero existente al momento del contrato.
Juan David Arango reconoce que este asunto es jurídicamente complicado. Anuncia que pronto la Corporación emitirá un concepto que exponga el futuro del proyecto. "Apoyamos los sectores productivos, al sector minero, pero tenemos que ponernos de acuerdo en dónde se va a realizar. Y no puede ser en áreas tan estratégicas como estas", enfatizó.
¿En qué va?
De acuerdo con el abogado Germán Conde Betancur, representante judicial de la acción popular que interpuso la Sociedad de Mejoras Públicas, en la primera y única audiencia de conciliación, todos se "lavaron las manos" frente al tema. "Tanto Aguas de Manizales, como Corpocaldas, la Chec, y las alcaldías de Manizales y Villamaría, negaron su responsabilidad", aseguró.
El siguiente paso, según el abogado, es poner en conocimiento del magistrado que lleva el caso, un análisis de estudios realizados por expertos sobre la contaminación en el agua de las fuentes que son directa o indirectamente afectadas por la explotación minera en Tolda Fría.
El agua de Manizales
* Aguas de Manizales se abastece de 2 plantas de tratamiento: Luis Prieto y Niza.
* Luis Prieto aporta cerca del 60% del agua que consumen los manizaleños y se abastece en mayor medida del Río Chinchiná, que aporta cerca de 1.000 litros por segundo.
* Cajones, Romerales, La María y California son las demás quebradas que desembocan en esta planta.
* Niza aporta el 40% del agua que se consume en la ciudad y es abastecida por río Blanco, Pinares, La Arenosa y la quebrada La Y.
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