Ómar Darío Cardona, ingeniero civil de la Universidad Nacional de Colombia sede Manizales, y doctor en Ingeniería Sísmica y Dinámica Estructural, de la Universidad Politécnica de Cataluña, asegura que Manizales fue la primera ciudad que se embarcó en el proyecto de formular una norma para construcciones y urbanizaciones sismorresistentes.
El Reglamento Colombiano de Construcción Sismorresistente (NSR) es parte de la herencia de lo que dejaron los temblores de 1979 en Manizales y de 1983 en Popayán (Cauca).
"Un grupo de académicas e ingenieros, liderados por la U. Nacional, tomaron la norma sismorresistente de California (Estados Unidos) no para adoptarla sino para adaptarla a la realidad de Manizales. Se revisó el estado del arte y se promovió un código para las construcciones en Manizales desde 1981, la aplicación fue obligatoria", recuerda.
Destaca que después del terremoto de Popayán se actualizó la norma aplicada en Manizales y se empezaron a escribir recomendaciones sobre cómo se debía construir. "Se expidió un decreto por la Presidencia, que luego fue el Código de Construcciones Sismorresintentes, de obligatorio cumplimiento desde 1984. A partir de esa fecha, Colombia empezó a ser pionero en normas de sismorresistencia en el mundo”.
Sin embargo, destaca que la norma sigue siendo objeto de actualizaciones y revisiones. “La primera actualización fue 13 años después, cuando se aprobó la Ley 400 que actualizó el componente tecnológico de las construcciones. Continuaron las actualizaciones y la actual es la NSR 10. Eso lo realiza una comisión permanente conformada por 10 entidades al menos. Se reúnen cada dos meses a revisar el código”.
Además destaca que para el año entrante saldrá la NSR 2020. "Ya está el borrador, falta el proceso formal del decreto”.
El ingeniero critica a algunos de sud colegas, pues ante el interés de ahorrar recursos y materiales al momento de construir vulneran la protección de las personas. "Cuando ocurra un terremoto o temblor se sabrá si hicieron bien las construcciones y si se diseñaron conforme a la NSR. La gran preocupación es que muchas edificaciones se levantaron sin la norma sismorresistente. Lo que se piensa es que en cualquier momento puede ocurrir un terremoto muy fuerte en la región que. La mejor forma de prevenirlo es aplicar la norma”.
Gustavo Yepes Yepes, ingeniero civil de la U. Nacional, gerente general de Sodinsa S.A y experto en diseños estructurales por 35 años, resalta que la evolución de las construcciones se ha basado en las verificación sobre cómo se construyen las columnas.
"Siempre se ha tratado de evaluar que se hagan los análisis de la sismorresistencia teniendo en cuenta las columnas, vigas o bases, que son los elementos sobre los cuales recaen las cargas laterales de las edificaciones y que aumentan o disminuyen los efectos sísmicos en las infraestructuras".
Por eso dice que el cambio más significativo a lo largo de la historia se basa en los diseños de estas columnas y vigas, como elemento donde recae el plan de resistencia de la estructura. "Estos cambios surgieron después de la creación del primer Código Colombiano de Construcciones Sismorresistentes de 1984, después del sismo de Popayán. Luego hubo una actualización de la norma en 1998. La actual norma es el Reglamento Colombiano de Construcción Sismo Resistente (NSR-10)".
Recomienda a las constructoras, además de edificar según la NSR-10, tener en cuenta la verificación y protección de las estructuras de acuerdo con el grado de amenaza sísmica y el grado de importancia de la edificación.
“Las columnas deben estar coordinadas para que el refuerzo de la estructura sea mayor, especialmente en las de concreto reforzado. En las columnas debe haber control porque son las que garantizan la estabilidad de la edificación.
También señala la importancia de construir según el mapa de amenaza sísmica del país (baja, media y alta), del Plan de Ordenamiento Territorial y el mapa de microzonificación sísmica de la ciudad. "Por ejemplo, en Manizales deben construir teniendo en cuenta la falla Romeral y las otras fallas geológicas de las cordilleras".
Yepes destaca que la tendencia de las construcciones es edificar con elementos livianos para tratar que la fuerza sísmica afecte menos a la estructura, por eso la proliferación del drywall y otras estructuras de menor peso.
También recuerda la necesidad de tener en cuenta los tipos de suelo, que determinan el tipo de materiales para la construcción y los factores de seguridad de la estructura. "Esto permite saber el tamaño, forma y peso de las columnas".
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