ILC abre nueva licitación en busca de alcohol extraneutro

JUAN CARLOS LAYTON

LA PATRIA | MANIZALES

El proceso que abrió la Industria Licorera de Caldas (ILC) en mayo pasado para comprar alcohol rectificado común o crudo, para la producción de aguardiente, terminó desierto.

Pese a la convocatoria abierta nacional e internacional para adquirir cerca de 2 millones de litros, finalmente no llegó ninguna propuesta. De nada sirvieron las ofertas previas, anuncios y plazos que pidieron algunos posibles oferentes.

De acuerdo con Ramiro González, gerente técnico de la destilería, se pretendía comprar este alcohol industrial, con el fin de redestilarlo en la propia licorera, y obtener el alcohol extraneutro, materia prima para producir el aguardiente.

Al no tener respuesta, ahora la destilería deberá abrir una nueva convocatoria, pero de invitación directa pues, según el funcionario, es lo que permite la ley, luego de surtidos los primeros pasos y de terminar la Ley de Garantías.

El objetivo es que sea un proceso más corto, para comprarlo en un mes, por lo menos.

Sin embargo, esta vez la Licorera se propone comprar el alcohol ya procesado, extraneutro, pues según González hay más oferta de este producto, debido a que en Colombia las demás destilerías hacen compras continuas.

Compañías externas, incluyendo ecuatorianas, bolivianas, venezolanas y panameñas, son los potenciales proveedores.

Este proceso se hubiera podido efectuar desde el principio, para ahorrar tiempo y reducir el riesgo de quedarse sin inventarios, pero según González se optó por la primera alternativa porque esto les daría la posibilidad de terminar el proceso, ahorrando dinero y con el control de las condiciones de calidad.

Mantener la calidad

Aunque se mantiene la preocupación de algunos empleados y representantes sindicales, quienes creen que se afectará la calidad de los licores, según el funcionario hay unos parámetros claros para adquirir el alcohol.

Estimó que el extraneutro les puede garantizar la misma calidad, e incluso el precio terminaría siendo muy similar.

Esto les muestra la necesidad de un suministro que cumpla con las normas y que sea económicamente competitivo, con un precio que no supere los $2 mil 300 por litro.

Otra duda es qué tanto se afectarán las existencias de la destilería, considerando que la demora en la compra podría retrasar la producción de aguardiente, justo para fin de año, época en que la que se vende cerca del 80% del licor.

Sin embargo, González sostiene que están tranquilos, porque hay inventarios suficientes para dos o tres meses.

Alcohol tafia

Con respecto a la compra de unos 3 millones de litros de alcohol tafia, para el añejamiento y producción de ron, González sostuvo que la licitación cerró ayer, y se presentó una oferta. Se entrará a hacer el análisis, con el fin de definir observaciones y confirmar la calidad del proveedor.

Sostuvo que en este caso también hay materia prima para dos o tres meses.

La medida de comprar alcoholes se toma después de la decisión de la gerencia de parar este año la planta de destilación, ante sus problemas ambientales. Eso implica que no se producirá más alcohol este año a partir de mieles o del proceso de fermentación.

González defiende que una cosa es producir alcohol y otra licores, los cuales se seguirán fabricando en la destilería. "Se van a fabricar como siempre, con la misma agua, el mismo ciclo a 2 mil 200 metros sobre el nivel del mar, el ron añejado en los barriles de roble blanco colombiano, y en las instalaciones de la ILC".

El proceso es similar al que se efectuó en el 2000, cuando también hubo problemas ambientales. En el 2009 ocurrió igual, debido al déficit por la venta de alcohol a la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA).

Contrato está direccionado: Sintrabecólicas

El presidente de Sintrabecólicas, Carlos Aníbal Loaiza, cuestionó el proceso, al resaltar que sabían que la convocatoria para la compra de alcoholes quedaría desierta, pues el objetivo final es hacer una contratación directa, para direccionar dichas compras. En su concepto, el mayor problema es que si el alcohol no se redestila en la propia licorera hay riesgos para garantizar la calidad de los productos propios. "Va a perder un posicionamiento y el prestigio que se ha logrado durante muchos años, que a la vez es un patrimonio público de los caldenses. La pregunta es ¿quién va a responder por esto, el gobernador, el gerente general encargado o el técnico a quien encargaron de dicha contratación?".