Hidroeléctrica Miel II ya tiene licencia ambiental

JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | MANIZALES

El proyecto hidroeléctrico Miel II tiene ratificada su licencia ambiental, después de 10 años de espera, y del acuerdo que se protocolizó en noviembre del 2007 con los antiguos socios de Chec. 

Desde el principio tenía un permiso, pero la condición de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) fue cumplir con varios requerimientos para garantizar el control del caudal y la preservación de los peces, entre otros.

Esto se logró, por lo que la autoridad ya no tiene ninguna observación pendiente y por ende, la licencia queda en firme, le confirmó a LA PATRIA la gerente de Inficaldas, Luz Stella Cardona. "Con esto, ya se puede avanzar en la búsqueda de un inversionista para impulsar la obra", dijo.

Antes de terminar este año, el Instituto sacaría los prepliegos para hacer un concurso de méritos y seleccionar la banca de inversión o la firma que estructurará financieramente el proyecto. Además conseguirá el socio inversionista.

La meta es que a finales de febrero del 2018 se tenga adjudicada dicha licitación, para avanzar en los estudios que demorarían unos siete meses, lo que significa que a finales del 2018 se tendrían.  
Adicionalmente la tarea es socializar la obra con las comunidades en el oriente de Caldas.

Las opciones
Entre las opciones que se llegaron a plantear con Miel II fue su venta o la entrega en concesión.

Sin embargo el gobernador de Caldas, Guido Echeverri Piedrahíta, sostuvo que todo dependerá de esos estudios de la banca de inversión, de la tasa interna de retorno del proyecto, el costo de la obra, el tiempo de construcción y la venta anticipada de energía, entre otros aspectos.  "Todo eso nos fijará el camino, para un proyecto necesario para Caldas", explicó.

Resaltó además su bajo impacto ambiental, teniendo en cuenta que sería un proyecto a filo de agua, o que no requeriría una gran presa.  

Otros proyectos
Inficaldas también mantiene la meta de participar en otros proyectos de microcentrales, aunque no todas se comenzarían a construir de forma simultánea, por los procesos ambientales. Hoy se cuenta con dos licencias ambientales, incluyendo Montebonito y Paujil.

En la lista se incluyen los proyectos Agua Bonita, Pensilvania, Pantágoras, Santodomingo, Palenque, La Esmeralda y Paujil II. También le apuestan a Guaimaral. Sin embargo, reconocen que el mayor proyecto energético será Miel II.  

La compra
En marzo del 2012 la región hizo efectiva la compra del 65% de participación que tenía la Empresa de Energía del Pacífico (Epsa), más unas acciones en Promotora Miel II, todo por $7 mil 159 millones. De esta forma, Inficaldas se quedó con cerca del 99% de los estudios. La propuesta busca que localidades del oriente de Caldas también sean socias.

A filo de agua
Un proyecto a filo de agua significa que no hay que hacer una presa y por lo tanto tampoco grandes inundaciones, desviando el río. Los proyectos a filo de agua son de baja altura. El agua se conduce por un canal, a través de un túnel de unos 7 kilómetros, hasta llegar a la casa de máquinas donde se genera la energía. Luego se devuelve nuevamente al río.  

En cifras
* $400 millones costarán de los estudios para darle cumplimiento a los requerimientos del ANLA, referente al caudal ecológico, una escala de peces y definir la energía que se generaría.

* 250 millones de dólares, unos $743 mil millones, el precio de construir Miel II.

* Esta obra será más pequeña que el proyecto Miel I, que tiene capacidad de unos 396 megavatios. La generación de Miel II sería de 110 a 120 megavatios.

* Con esta energía se puede abastacer el 75% de la población de Caldas, que hoy tiene 991 mil 860 habitantes. La energía se vendería al sistema interconectado nacional.