JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | MANIZALES
Malos manejos parafiscales, la pérdida de unos $6 mil millones y hechos de corrupción. Por estas acusaciones el Gobierno Santos tomó la decisión de quitarle a la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegán), en cabeza de José Félix Laufarie, el manejo del Fondo Nacional del Ganado (FNG), entidad que maneja al año unos $90 mil millones de recursos parafiscales.
Después de tres años, el nuevo Gobierno decidió devolverle el manejo del Fondo a Fedegán, con el argumento de que no hay pruebas ni investigaciones en curso en su contra.
Lafaurie no solo lo agradece, sino que insiste en que hubo persecución política, porque nunca se presentaron irregularidades.
Persisten las críticas de dirigentes como el exministro de Agricultura Juan Camilo Restrepo, que cuestionó la decisión.
Parte de la tarea de Fedegán es recuperar el estatus sanitario que tenía Colombia como país libre de la fiebre aftosa con vacunación, y que en octubre del 2018 se lo quitó la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), al detectar un nuevo foco de la enfermedad en Sogamoso (Boyacá).
La desunión
- ¿A qué adjudica que le hayan quitado el manejo de los fondos parafiscales y cómo recibe que el Gobierno Duque se lo devuelva?
El Gobierno Santos elevó a delito de opinión la crítica que hicimos sobre el proceso de paz. Era muy difícil que el Gobierno terminara negociaciando el desarrollo rural y tierras, tal y como quedó en la agenda de negociación con las Farc, grupo que durante 50 años fue el principal victimario de los ganaderos, y extorsionó, secuestró y cometió graves violaciones al Derecho Internacional Humanitario, lo calificamos como un despropósito.
- Los cuestionamientos persisten sobre su extralimitación de funciones y la pérdida de unos $6 mil millones. ¿Qué opina sobre esto?
Se hicieron una serie de auditorías, con un posible alcance disciplinario y fiscal. Mi pregunta es ¿por qué hoy en día no existe una sola sanción, ni una investigación abierta? Todas cerradas en favor de Fedegán. Porque se manejaron pulcramente. Aún más, recuerde que el excontralor Maya, un día antes de retirarse del cargo, mandó una carta al ministro de Agricultura, violando la Constitución, porque como contralor no tenía la facultad constitucional del control de advertencia y por qué durante cuatro años no encontró un solo hecho reprochable.
- Hay dirigentes, como el presidente de la nueva Federación Ganadera que insisten en malos manejos ¿qué dice?
No hay prueba de ello, eso se terminó diciendo porque el gremio que él representaba (Alfredo García), Ganacor, quedó debiendo $780 millones de parafiscalidad al Fondo, y Fedegán como administrador le exigió el pago, plata que terminó pagando durante muchos años y eso le hizo perder su condición de miembro de la Junta. Después el exministro de Agricultura Aurelio Iragorri le dio unos contratos, pero está respirando por la herida.
Las medidas
- ¿Va a tomar algunas acciones por lo que usted ha calificado como afectación al buen nombre, incluso por los vínculos que le han hecho con paramilitarismo?
Claro que las he venido tomando. Por ejemplo, al exministro Iragorri, que dijo que nos robamos una plata, le presenté una denuncia por injuria y calumnia y le tocó retractarse públicamente ante la Corte Suprema, pues no tenía una sola prueba. A mí me ha tocado salirle al quite a una serie de acusaciones temerarias, pero lo que siento es que al final una persona que ha sido tan controversial como yo, cuando sigue en la brega, la gente se da cuenta y se pregunta qué tan cierto son esas cosas o son injusticia, porque la opinión pública no es fácil de engañar.
- ¿Pero piensa tomar otras acciones?
Habrá muchas cosas que en el curso de los tiempos se sabrán, porque para la verdad, el tiempo y para la justicia, Dios, y quienes hayan tenido acciones contrarias a la ley, tendrán que responder. No creo que una situación de estas, tan crítica, tan compleja para nosotros uno pueda soslayarla.
La desunión y retos
- ¿Cómo lograr la unión del gremio, después de tantas divisiones?
Eso no es verdad. La división no existe, fue simplemente un instrumento que el Gobierno creó a través de contratos que les dio a algunos seudodirigentes para que hicieran ruido. Nosotros cumplimos unos estatutos y quien los cumpla podrá participar de la institucionalidad de Fedegán.
- ¿A qué se debe que Colombia haya perdido el estatus sanitario?
Ese fracaso es porque no solo hubo mal manejo, sino que se manejaron las decisiones con clientelismo político, pues una campaña de vacunación de aftosa exige rigor técnico. Nosotros durante 19 años desarrollamos 38 ciclos de vacunación, siempre con el mismo rigor, pero el Gobierno echó a todos los técnicos, acabó con toda esa estructura y ese fue el resultado.
Vacunación
¿Y cómo piensan recuperarlo e iniciar el proceso de revacunación?
Empezamos este lunes (ayer) a revacunar todo lo que es frontera y zonas de cotención. Tenemos dos ciclos tradicionales, uno en mayo y otro en noviembre, y la meta en este primer ciclo es extendernos hasta mediados de febrero.
¿Cuántas cabezas representa eso, cuánto vale y cuáles son las zonas más delicadas?
Tenemos unas zonas complejas, como es el Catatumbo, como consecuencia de los problemas de orden público, pero el objetivo es llegar a todas partes y vacunar unas 7 millones de cabezas. Eso implica un costo cercano a los $15 mil millones.
¿Al fin cuántas cabezas de ganado hay en Colombia?
Esa es otra preocupación, porque el Ministerio de Agricultura entrega un hato crecido en 26 millones de cabezas, que es de los hechos más controversiales, porque las estadísticas que teníamos eran de 22 millones, pero al siguiente ciclo el Gobierno lo subió. La pregunta es a qué hora.
- ¿Se siente tranquilo, con la cabeza en alto?
Sí, mucho y a la vez agradecido porque este Gobierno tuvo el valor y la entereza de acabar con las retaliaciones del Gobierno pasado y de restablecer el hilo conductor de la ley para el manejo de la parafiscalidad. Tomó las precauciones del caso desde el punto de vista jurídico y actuó en ley.
Mercado internacional
Lafaurie confía en que se pueda aprovechar el TLC que Colombia tiene suscrito con EE.UU., que incluye 70 mil toneladas de carne sin aranceles para ese mercado, equivalentes a unos 500 mil novillos gordos. "Hoy un kilo de carne en los EE.UU cuesta 3,17 dólares. Entonces tenemos una ventana de oportunidad gigantesca, pero para recuperarla, necesitamos recuperar el estatus, y lograr la admisibilidad, que implica cumplir con los estándares de inocuidad que hoy no se tienen", dijo.
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