Familias de Salamina, sin con qué pagar arreglos del alcantarillado

Fernando Rodríguez

LA PATRIA|SALAMINA

Preocupadas están 21 familias que habitan en el barrio 20 de Julio de Salamina, en la carrera 4 entre calles 1 y 2, porque la empresa de acueducto y alcantarillado, Empocaldas, les informó que cada hogar debe cancelar cerca de $1 millón 200 mil por la reposición de las redes de alcantarillado de esta cuadra. A este dinero se suman los intereses, pues pagarán en un plazo de cinco años,

“Vinieron de Empocaldas, casa por casa y dijeron que ellos iban a organizar y que eso valía. Dijeron que si tenían el alcantarillado juntos, les tocaba pagar por mitad”, contó Margarita Berrío Alzate, habitante del barrio y una de las cuatro personas recién nombradas como veedoras de la obra, según proceso iniciado por la Personería Municipal. “Van a arreglar el alcantarillado, poner la cámara y los tubos afuera. Porque aquí adentro no. Además por aquí todos somos muy viejos y aunque quisiéramos, nadie nos da ya trabajo”, agregó.

Sin embargo, la administradora de Empocaldas en Salamina, Natalia Rendón, manifestó que una parte de los trabajos sí será en terreno de las casas, por lo que los usuarios deben asumir los costos de las acometidas que llegan a cada vivienda.

No se pueden frenar obras

"El presupuesto inicial que destinó Empocaldas para la obra es de $65 millones, que corresponde a la tubería que se debe cambiar en esa calle, pero las acometidas de las viviendas van por cuenta de ellos, como ocurre con todas las empresas de servicios públicos", explicó Rendón, aunque reconoció que el barrio es de habitantes de escasos recursos.

El problema, dice, es que la estructura colapsó y la empresa debió actuar de inmediato. "Son obras que no se pueden frenar. La opción que estamos mirando es gestionar un subsidio con la Alcaldía".

Según los vecinos, aun no saben de cuánto van a ser las cuotas a pagar a Empocaldas, ya que deben esperar a que se terminen los trabajos. Esto lo confirmó Rendón, quien aseguró que los cobros no serán de inmediato y ya se habían socializado con la comunidad.

En el barrio 20 de Julio se quejan de que son muy pobres, que pocos trabajan y que no pueden dejar de comer por pagar las facturas de los servicios públicos.

José Javier Ramírez, de 75 años de edad, criticó: “nos pidieron que firmáramos un papel y que había que pagar esa plata. La factura va a subir cada mes, hasta pagar $1 millón 900 mil pesos. No sé cómo vamos a arreglar esta situación, porque hay mucha gente que dice que no paga”.

Al 12 de marzo pasado los trabajos llevaban dos semanas de iniciados y en esa fecha laboraban 11 obreros.