Adriana Osorio
LA PATRIA|MANIZALES
Darles impulso a las iniciativas de negocios de la comunidad y de estudiantes de colegios es el objetivo que mueve el programa Manizales 100% emprendedora. Este año se aumentó el número de ideas de negocio apoyadas, con el fin de aumentar el impacto en la creación de unidades de negocios.
Estas son las iniciativas que están plasmadas y que tienen como meta formalizarse para empezar a crecer en el mercado. Las ideas resultaron beneficiadas con los premios de Manizales 100% emprendedora y recibieron recursos.
Sin Censura es la empresa de ropa interior femenina que fabrica la diseñadora de modas Yenni Aguirre. La joven emprendedora explica que este es un proyecto con conciencia ambiental y que genera empleo. Para la fabricación de las prendas se utilizan subproductos de empresas textiles que los ven no funcionales. "Son 100% únicas. De mil que sacamos trimestralmente, solo sale una por diseño. Es exclusividad, innovación, es marcar la diferencia", dice con orgullo.
Además, quienes se quieran unir a la marca ganan entre el 35% y el 40% por ventas, pues se maneja el sistema de ventas multinivel.
La empresa nació como proyecto universitario hace tres años y la constituyeron hace seis meses. "Con el programa es un proceso difícil, porque son casi mil participantes al principio y es competir con personas con trayectoria en el mercado. Es la pasión y el empuje que se dedique lo que lleva a sacar los proyectos adelante".
El negocio de Yenni espera seguir en crecimiento, gracias al impulso de la Alcaldía de Manizales y Actuar Famiempresas.
Subproductos textiles son las materias primas con las que la empresa Diana Jaramillo accesorios fabrica collares bufanda. Según su propietaria, Diana Patricia Jaramillo, el objetivo es aprovechar estos elementos y así ser amigables con el medio ambiente. "Son 100% retales de tela. Las primeras y últimas partes del rollo de tela, que generalmente no se utilizan, y que nosotros aprovechamos para que no terminen como desechos".
Diana Jaramillo accesorios es empresa familiar. La hija de Diana, que estudia diseño de modas; el hermano, que se dedica a la arquitectura, y Diana, que es administradora de negocios, tienen su fuente de trabajo en este negocio.
"Las experiencias como la del programa lo forman a uno y lo enfocan al mercado, pues mercadear los productos es lo más difícil. Vamos a estar en la feria artesanal en enero, también estaremos en Popayán y luego, en la Feria de las Colonias", relata.
Como empresa, el trabajo de Diana Patricia se consolidó hace un año, pero ella cuenta que lleva 10 años trabajando con joyería. "Lo que pasa es que esta es muy costosa. Además, es un trabajo muy dispendioso. Con lo que estamos haciendo ahora tenemos más posibilidades y generamos empleo a la propia familia. Luego queremos trabajar con jóvenes", explica.
Una alopecia causada por estrés que sufrió Cristina Giraldo hace siete años, la llevó a interesarse en la comercialización de cabelleras postizas y extensiones capilares. La nueva empresaria se vio en la obligación de utilizar extensiones capilares, y se preguntó lo que siente una mujer que pierde su cabello a causa de los tratamientos de cáncer.
"Empecé a indagar en el mercado, a contactar proveedores directos, y arranqué este año. Empecé con el programa (Manizales 100% emprendedora) en abril, le fui dando forma y desde ese mes lo tengo funcionando".
El reto de la empresa, que opera con el nombre de Kapelli, es continuar creciendo y a futuro tener una oficina para la atención de las clientas. Además, ya tiene alianzas con algunas entidades que atienden a estos pacientes.
Saber reciclar los desechos de tecnología es sin duda una labor indispensable en la conservación del ambiente. Por esto y por su experiencia, Luz Enith Vargas ofrece este servicio a las empresas, mediante su iniciativa Ares Reciclaje.
"Se trata del aprovechamiento del residuo de tecnología siendo amigable y responsable con el ambiente, ya que mucha gente no sabe lo necesario que es, y algunos que saben se hacen los de la oreja mocha. Estos residuos tienen componentes muy tóxicos, por lo que se deben manejar de manera especial", dice la señora.
Relata que tiene cinco años de experiencia en este tipo de reciclaje, pero que en el 2013 empezó con la idea, porque investigó sobre la manera de hacerlo y se dio cuenta de que ella misma estaba haciendo mal el proceso, siendo irresponsable.
"Necesito mucho el reconocimiento que me entrega Manizales 100% emprendedora, porque genera confianza a las empresas a las que les puedo brindar el servicio de disponer de manera adecuada estos residuos".
Cristina Botero empezó a elaborar collares hace un año con el fin de comercializarlos. Los hacía con elementos que compraba en almacenes, pero quería ponerles un sello propio, con el que aplicara sus conocimientos en arte, y que fueran diferentes a lo que se adquieren en el mercado. Probó con varios materiales, hasta que ensayó con papel maché y le encantó su versatilidad.
Ahora, su esfuerzo se materializa en la empresa Sawa, en la que elabora bisutería y espera fabricar, más adelante, elementos decorativos en papel reciclable.
"Con el papel maché descubrí que podía hacer algo bueno con varios modelos y colores. Lo he ido perfeccionando en todo el año. Ahora estoy capacitando a algunas mujeres para que me ayuden en el proceso porque necesito más capacidad de producción. No estoy haciendo publicidad porque todo lo que hago lo vendo y aún no puedo responder por grandes cantidades, pero estoy en ese proceso".
Desayunos sorpresa, en crecimiento
El 15 de marzo se formalizó el negocio de Estéfany Rosero, quien ofrece desayunos sorpresa, arreglos personalizados, arreglos florales, pasabocas para eventos, repostería y decoración de eventos. Los pedidos los realizan los clientes mediante Facebook y les llegan a domicilio. El negocio, llamado Mi dulce sentimiento, funciona para Manizales y Villamaría, según Estéfany.
Los retos próximos de esta empresaria, que es abogada, son ampliar el portafolio de productos para tener nuevos clientes, tener una página web y no solo un fan page, y elaborar y difundir más publicidad.
Consentir a las mascotas con un colchón cómodo y en el que no se concentra tanto el calor de los animalitos es el fin de Colchón Dog, la empresa que empiezan a constituir César Ocampo y Camilo Rivera, quien trabajó por un tiempo en una fábrica de colchones para personas, y de ahí le surgió la idea de un producto de estos para mascotas.
"Hoy en día las personas quieren mucho a sus mascotas y hasta algunas prefieren tenerla en vez de un hijo. Por esto, queremos brindar comodidad para estos acompañantes de las familias", explica César.
Agrega que los materiales y los diseños de los colchones que fabrican están pensados para que los animales descansen y no solo como adorno. "Nos faltan recursos, pero ya tenemos diseños, hemos visitado clientes potenciales y tenemos un estudio de mercadeo. En Animal City tenemos muestra del producto, que ha gustado mucho", contó Camilo.
Chiqui Chefs es la idea de negocios de cuatro estudiantes del colegio Nuestra Señora de Fátima. El objetivo, según explica Juan José Fajardo, un integrante del grupo, es ofrecer una academia de cocina para niños con déficit de atención e hiperactividad. "La idea surgió porque vimos que muchas veces los niños se quedan en las casas perdiendo el tiempo. En la academia se integran y comparten con niños de iguales condiciones".
Con Juan José trabajan Katherine Holguín, Paula Andrea Hernández y Valentina Oriqua. Los cuatro cursan décimo en esa institución.
Otro grupo del colegio Nuestra Señora de Fátima trabaja en la creación de un negocio para ofrecer servicios de seguridad informática en empresas e instituciones. Según Juan Diego Cortés, quien pertenece al grupo emprendedor, el fin es ayudar en la protección de datos y de computadores. Por ahora, se tiene la idea, y se espera que con el apoyo de la Alcaldía y Actuar estos jóvenes empiecen a montar su propia empresa, que se llama Fire Now Informática Organizacional.
Los otros integrantes son Alexánder Marín, Juan Diego Castaño, Sebastián García y Javier Mateo Maturana.
Vivir cerca del páramo de Letras, donde se cultiva papa, le dio la idea a Sandra Vanessa Bonilla de fabricar un arequipe con sabor al tubérculo. "Creo que hay gente a la que no le gusta el arequipe tradicional, no solo el sabor, sino porque tiene químicos. Quiero asegurar un producto sin químicos", dice Sandra Vanessa. Agrega que ya ha elaborado muestras, pero que en el momento tiene un problema en la producción, el cual espera resolver para empezar la con la comercialización del producto. La joven cursa grado décimo en la Institución Educativa Maltería.
Los tatuajes y perforaciones en el cuerpo es el negocio al que le quiere apostar Camila Ceballos Cárdenas, estudiante de grado noveno en el colegio de Maltería. Estos servicios, los complementaría con venta de gorras y ropa. Aunque la idea de Camila es incipiente, dice que el apoyo de Manizales 100% emprendedora será clave para empezar a hacer realidad su sueño. Su empresa se llamaría Latin Ink Pircing Tatoo y estilo.
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