Emas ahora quiere llegar a Perú y Centroamérica

Luego de su plan de expansión en el país y su llegada a Panamá, en el municipio de La Chorrera, donde atiende a unos 180 mil habitantes, ahora la empresa, que pertenece en 49% a Infimanizales y el 51% a la firma colombiana Aseo Urbano (Grupo Sala), estudia estas dos opciones.

Aunque apenas se comenzaron negociaciones y no se tienen datos exactos, el gerente Roberto Arias Aristizábal explicó que hay buenas posibilidades para concretar estos acuerdos, que podrían comenzar a consolidarse a partir del año entrante.

Para el directivo, las perspectivas son mayores ante el Sistema Integrado de Gestión que recibió ayer la empresa, al ser recertificada con el sistema de calidad ISO 9001:2008.

Además obtuvo por primera vez la ISO 14001:2004, como cumplimiento de la norma ambiental, y la OHSAS 18001:2007, que garantiza el sistema de seguridad industrial de la empresa. También fue certificada con la norma NORSOK S-006, acreditación internacional, igual en seguridad industrial.

Esto la ubica como la primera empresa del Grupo Sala y una de las pocas de su sector en el país en ostentar este título, aseguró Arias Aristizábal, lo que les permita pensar en llevar su oferta a otras naciones, además de su participación nacional en compañías como Emas-Pasto, Cali, Chinchiná, Occidente, Acuatest, Aguas de la Sabana, y el 95% de Tecniamsa, entre otros.

El gerente destacó el interés de ofrecer consultorías en ingeniería ambiental, apoyados en su experiencia e investigaciones en residuos sólidos en asocio con la Universidad Nacional.

Ampliación

Arias Aristizábal también resaltó el proyecto que se adelanta para construir un aula ambiental, que tendrá una inversión de $800 millones, de los cuales ya se ha invertido la mitad, y que tendrá capacidad para 120 personas, además de un parque ambiental que permita ampliar el conocimiento de los ciudadanos frente a estos temas. La meta es entregarla a mediados de 2013.

Igual destacó los planes de expansión que contempla la empresa de unas 40 hectáreas adicionales, con el fin de garantizar la disposición final de basuras por unos 40 años más.

Hoy el área es de 54 hectáreas, de las cuales se utilizan solamente 11 para disposición final, con capacidad hasta 2022. Las demás áreas son para mitigación ambiental.