
La idea de montar un negocio con uno o varios amigos es muy tentadora, pues el socio sería una persona que ya se conoce y a la que se le tiene confianza.
Y es que por lo general, muchas de las ideas de negocios surgen de charlas en un café o mientras se está estudiando en la Universidad.
Sin embargo, no todo es color de rosa y de la mezcla entre amistad y negocios es probable que no quede nada más que disgustos y enemigos.
Conozca varias claves para que no mezcle la amistad con los negocios.
Lo primero a tener en cuenta, para no unir la amistad con los negocios es dejar las reglas claras desde el principio, establecer de acuerdo a las capacidades y preferencias las funciones que cada uno va a cumplir.
Otro punto importante es buscar espacios por fuera de la oficina, para compartir y seguir uniendo los lazos de amistad. El trabajo en la oficina y la amistad son dos cosas muy distintas, que por el bien
del negocio no deben estar muy unidas.
Evitar al máximo llevar los problemas personales al lugar de trabajo, es una clave que permitirá mantener el equilibrio. Los socios y amigos deben ser capaces de separar los dos ámbitos para que todo funcione mejor.
En caso de que haya algún disgusto con el socio-amigo, lo mejor es hablar con toda la sinceridad posible, porque de lo contario se genererarán más inconvenientes en el futuro que podrían no sólo afectar el negocio sino también la amistad.
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