JUAN CARLOS LAYTON

LA PATRIA | MANIZALES

"Es puro lichigueo. Los caficultores llegan con pequeñas bolsas de 7, 9 y hasta 13 kilos de café. En general llegan a vender su grano, pero de a poquitos, pues la queja de los mismos caficultores es que hay poco café".

La explicación la entregó Julián Andrés Correa, administrador encargado de la Cooperativa de Caficultores del Parque Liborio, para referirse a la actual situación que se vive en Caldas y en general en Colombia, ante el nuevo repunte de precios, que registró el grano, el cuarto de este año, al alcanzar los $2 millones 365 mil por carga de 125 kilos, el mejor valor en la historia de Colombia.

El alza se convirtió en una buena noticia para los productores, ya que comparado solo con el valor que se tenía hace un año, el 11 de febrero del 2021, representan $935 mil más, un incremento del 65%. Frente al precio con que comenzó este año, son $268 mil más, un repunte de casi el 13% en solo seis meses.

Pero sin café

Sin embargo, la queja de los cafeteros es que no hay café o hay muy poco. "Precios a $2 millones 365 mil es para no creer, pero eso es como ver pasar plata para el banco, porque no hubo buen tiempo para que los cafetales se recuperaran y los resultados de mitaca fueron bajos. Hay muy poquito, porque el invierno no dejó", sostuvo Luis Eduardo Osorio, cafetero de la Finca La María, vereda La Pola, de Manizales (Caldas).

"La única esperanza es que para fin de año nos desquitemos, aunque según lo que han dicho, también será menos", dijo este productor de Caldas, donde se recolecta cerca del 70% de la cosecha anual para fin de año.

A esperar

El mismo diagnóstico de menor cosecha se tiene en las oficinas centrales de la Federación Nacional de Cafeteros y en los comités de las diferentes regiones de Colombia, incluyendo departamentos como Antioquia, Risaralda, Tolima y Santander, que anticiparon una pequeña cosecha o traviesa para esta mitad de año.

En el sur del Tolima, en el norte y occidente del Huila, y en la mayoría de regiones del Cauca y Nariño, aunque esperaban una cosecha más grande, considerando que es la temporada alta de su producción, también vieron reducciones entre el 10% y hasta el 20% frente a una temporada normal. Solo el Huila, el mayor productor del país, tuvo descensos de hasta el 25%, confirmó Ruber Bustos Ramírez, delegado por este departamento al Comité Nacional.

"Hemos sido muy afectados por el invierno, y por eso esperamos que la cosecha del segundo semestre también sea baja en la parte sur del Huila, donde se recoge la más alta producción de todo del departamento", explicó.

También se quejó del alto costo de los insumos. "Por eso consideramos que los precios no se pudieron aprovechar al máximo. Quienes dicen que estamos en bonanza o que somos los ganadores con los precios y el repunte del dólar están equivocados, porque lo que hemos tenido son precios simbólicos, altos y muy buenos, pero con poco café", resaltó.

Simbólicos

El delegado por Caldas al Comité Nacional de Cafeteros, Eugenio Vélez Uribe, también lamentó la actual paradoja que se vive, pues a la par con los altos precios, las intensas lluvias afectaron las cosechas, lo que podría llevar a que la producción del país este año termine en unos 12 millones de sacos o incluso 11 millones.

Esto significa, basados en las estadísticas de la Federacafé, que este se convertiría en el peor resultado de los últimos nueve años y el tercer año consecutivo con cosechas por debajo de los 14 millones de sacos.

Vélez Uribe, estimó que incluso muchas regiones del país mermaron sus cosechas con relación a un año normal entre un 30% y el 40%, ya que muchas zonas aunque tienen algo de café, son graneos.

A esto se suman los altos precios de los insumos que siguen teniendo un valor muy elevado, al punto que un bulto de de fertilizante termina valiendo lo mismo o hasta más que una arroba de café, por los lados de los $240 mil.

También recordó el alto costo de la mano de obra, como quiera que un kilo de café por el que normalmente se paga entre los $500 y $600, hoy están cobrando unos $900, ya que muchos recolectores creen que hay muy buenas ganancias, y por ende, están presionando por un mejor valor. "Entonces son precios que se han opacado con todos estos fenómenos, motivo por el cual ese valor termina siendo una ilusión", resaltó.

¿Y Brasil?

Brasil, el mayor productor del mundo, también se convierte en otra incertidumbre, frente a la continuidad de precios.

Lo anterior teniendo en cuenta que para este año ya afronta una nueva reducción en su cosecha, que terminaría entre los 53 millones y 56 millones de sacos este año. Además se consideran nuevas heladas y la cosecha bianual baja para el 2023, lo que podría mantener la temporada de buenos precios en el mundo. Sin embargo, se tiene tiene unas 400 mil hectáreas en levante y renovadas que entrarán a producir su primera cosecha el año entrante, por lo que si el clima en octubre o noviembre es favorable, esta nación podría cosechar unos 70 millones de sacos e incluso más en el 2023.

Lejos de una bonanza

En un tradicional diálogo de "Conversemos con el gerente", el representante de la Federacafé, Roberto Vélez Vallejo, insistió en la necesidad de mantener la calma y la tranquilidad, al destacar que aunque estos son repuntes son bienvenidos, es vital que primero lleguen a las zonas cafeteras. Repitiendo la frase del presidente del Comité Directivo, Carlos Alberto Cardona, sostuvo que muchos creen que: "Somos los nuevos ricos, aún sin un peso en el bolsillo". Esto para insistir que no se puede hablar de bonanza cafetera, como las que se vivieron entre 1975 y 1980, que a pesos de hoy oscilaron entre los 5 y 6 dólares por libra, y hasta bordearon los 10 dólares por libra. "Estamos lejísimos de una bonanza cafetera, sí estamos pasando por un momento de mejores ingresos y merecidos, pero lejos de eso", agregó.

Nostalgia de una bonanza

Hacia 1975 se registró la primera bonanza cafetera en Colombia, con unos precios en Bolsa que hoy representarían unos 10 dólares por libra de café. La segunda fue en los años 80, subió a 4 o 5 dólares por libra de hoy. Esto es lo que evidencia que hoy en día se está lejos de una bonanza, y no se repite la historia de hace 47 años.