Aerocafé sobrevuela en tres escenarios

Adriana Osorio
LA PATRIA|MANIZALES

La región mantiene la incertidumbre sobre el futuro del Aeropuerto del Café. Sin embargo, lo que sí parecen tener claro los dirigentes es que el proyecto tiene que realizarse.

A pesar de la firme convicción del gobernador Julián Gutiérrez y de los congresistas de Caldas sobre la importancia de la obra para el Eje Cafetero y, en general, para la movilidad del país, el panorama se volvió a nublar desde la reunión que sostuvieron el pasado 3 de octubre en Pereira con el director Nacional de Planeación, Simón Gaviria, y el vicepresidente, Germán Vargas Lleras.

La noticia cayó como baldado de agua fría. Hace un año el presidente Santos anunció en Manizales que apoyaría la primera fase, e incluso en la campaña reeleccionista dijo que "sería el presidente de Aerocafé", pero con la llegada de los nuevos funcionarios se le volvieron a poner trabas al proyecto. Sin mayor explicación aseguraron que por el momento no había disponibilidad de recursos, y que todo quedaría en manos del Ministerio de Hacienda.

Incluso Gaviria, contrario al concepto que se tiene en la región, dijo que había que esperar el concepto que emita la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN) sobre la viabilidad del proyecto, lo que calificó como un estudio más.

Optimismo

El exgerente del proyecto Luis Fernando Mejía Gómez se mostró optimista, en su momento, con respecto a que el informe ofrezca un abanico de posibilidades de financiación.

El temor en Caldas es que ese reporte emita solo un concepto positivo o negativo, y se determine como vinculante o un requisito fundamental para hacer el proyecto.

El propio gobernador de Caldas, Julián Gutiérrez, insistió en que ningún plan de construcción de un aeropuerto puede tener un cierre financiero en la primera fase, por lo que ese estudio en ningún caso podría definirse como requisito fundamental, más cuando los conceptos técnicos determinan su viabilidad.

Varios congresistas de Caldas insistieron que si el reporte de la FDN se planteó para esto, para que sea un informe necesario, se perdió el tiempo, dado que desde el principio se previó esta situación.

Cualquiera que sea el panorama, el gerente de Inficaldas, Luis Fernando Franco, plantea la importancia de entender que Aerocafé no es capricho ni lujo, sino una necesidad que se debe globalizar, porque una terminal internacional será la puerta de salida al mundo. "Una región sin vías y sin aeropuertos está aislada".

El directivo pone sobre la mesa el caso de Antioquia, donde los megaproyectos siempre se realizan, a pesar de los inconvenientes, y muchos han tenido el aporte de la Nación, entre ellos el metro de Medellín.

Franco prefirió ser optimista sobre el cumplimiento del Gobierno Nacional, y asegura que la región deberá insistir y buscar salidas. Una opción es buscar una concesión con inversión extranjera.

Mantiene la buena fe en que sean problemas de políticas públicas y no componentes partidistas. "Tenemos que tener la camiseta de la Nación. Le doy buena fe a la dirigencia", manifestó. 

El gobernador hace unas semanas también habló de recurrir a entidades como Findeter, frente a lo cual el presidente de la entidad, Luis Fernando Arboleda, expresó que en caso de tener que analizar un plan B, se estudiaría una posible ayuda.

Gobierno no puede incumplir: congresistas

Para congresistas como Carlos Felipe Mejía, del Centro Democrático, el Gobierno Nacional debe responder por el compromiso que adquirió, cuando prometió $300 mil millones para la primera fase.
Incluso, plantea que de suspenderse y no continuar con el aeropuerto habría detrimento patrimonial, por los $60 mil millones que el Departamento ha invertido, por medio de Inficaldas e Infimanizales.

"Estamos trabajando con los organismos de control porque el Gobierno debe cumplir. Si tenemos que llegar a manifestaciones públicas para que aparezcan los recursos, lo haremos. El presidente Juan Manuel Santos quiere castigar a Caldas y el Estado no se puede manejar así", expresó Mejía.

Una opinión similar tiene el congresista Mauricio Lizcano, del Partido de la U, quien asegura que se debe cumplir el compromiso, porque el proyecto se necesita en la región y en el país.

Por ahora, se está a la espera de la reunión que solicitaron los dirigentes de Caldas con el presidente Santos, y el concepto de la FDN. Además, está pendiente el estudio de impacto económico y social del proyecto, que realiza Findeter, y que se conocería la próxima semana, según Arboleda.

Los escenarios que hoy se plantean son tres, por lo menos. Hay que esperar la respuesta concreta del Gobierno para jugarle a uno de ellos.

1. Escenario positivo

* El presidente Juan Manuel Santos se comprometió con aportar $300 mil millones. Esta partida incluye $50 mil millones para este año, sumando $30 mil millones de recursos frescos que se aprobaron en octubre del año pasado y $20 mil millones de vigencias anteriores.

* Si el Gobierno ratifica la destinación de los recursos, se reanudaría la construcción del aeropuerto. La primera fase estaría lista en 30 meses después del inicio de obras.

2. Escenario neutro

* Otra posibilidad es que el Gobierno Nacional se comprometa con menos recursos que los comprometidos. Se llegó a rumorar que serían unos $50 mil millones menos, o sea, $250 mil millones.

* En este caso, los dirigentes aseguran que la región debe buscar opciones para financiar los recursos faltantes, sin importar el monto.

* El gerente de Inficaldas, Luis Fernando Franco, es enfático en que no tiene músculo financiero para continuar las inversiones (ya invirtió $28 mil millones). En este caso, una opción sería vender los terrenos del Aeropuerto La Nubia.

3. Escenario negativo

* En el caso de que el Gobierno no entregue más dinero para la obra, los dirigentes regionales reconocen que se quedarían solos, pero que no desistirían de concretar el proyecto. Consideran que la región tendría que continuar adelante, pues es una necesidad para el desarrollo social y económico.

* Para financiarlo se propone un crédito con Findeter y una Alianza Público Privada (APP), e incluso una concesión internacional a una firma que tenga experiencia en este tipo de planes.