Si va a comer insectos, que sean de criaderos

ALEXANDRA SERNA*
LA PATRIA | MANIZALES

Grillos achocolatados, hormigas caramelizadas o mojojoyes rellenos con dulce de coco no hacen parte de un menú meramente exótico, sino de una alternativa de alimentación que la Organización de las Naciones Unidas ha denominado "nutrición para el futuro".
Comer insectos requiere, sin embargo, un mínimo de experticia, pues algunos son tóxicos. La brasileña Lucimar Gomes Dias, doctora en Entomología y docente de la Universidad de Caldas, advierte que para evitar riesgos esos animales deben provenir de cultivos o criaderos autorizados. De ahí la importancia de investigar y conocer qué especies tienen toxinas, lo que falta fortalecer en Colombia y en Caldas.
1.900 especies de insectos consumen los seres humanos (ver infográfico). Gomes explica que estos artrópodos son los más diversos del mundo, son el 70 % de las especies animales y están distribuidos en la faz de la Tierra. El contenido de proteínas que tienen es elevado y diferentes países los han utilizado como alternativa ante la escasez de otras fuentes de alimentación.
En Suramérica los indígenas los degustaban desde la época precolonial, especialmente hormigas y escarabajos. En los últimos años, hace hincapié la experta, esa dieta se ha difundido por los medios de comunicación como Entomofagia, que desarrolla platos elegantes para atraer a más consumidores. 
Manizales fue sede en 2011 de un congreso de la Sociedad Colombiana de Entomología, a la que pertenece Gomes, y que incluyó la preparación de recetas (ver fotos). Sirvió para sensibilizar, pero los insectos aún no están incluidos en la dieta cotidiana de los colombianos, concluye la académica.

* Con información de Efe.

Los más consumidos

Lucimar Gomes Dias, doctora en Entomología y docente de la Universidad de Caldas, afirma que los insectos más consumidos son los de mayor distribución geográfica y cantidad de especies en la Tierra. Da algunos detalles:

* Escarabajos: grupo de insectos con mayor número de especies conocidas. La mayoría se consumen durante la fase de larva (mojojoy). Es tradición que en los andes colombianos y en la Amazonía se coman  cocinados, asados (en chuzos), fritos, rellenos o crudos.

* Orugas: son las larvas de las polillas y las mariposas. Estas últimas son diversas, solo en Caldas están registradas unas 600 especies. Se las comen fritas, asadas y rellenas y en México, por ejemplo, venden tequila con orugas.

* Hormigas: en la mayoría de casos las consumen en la fase adulta. En Colombia es muy conocida la hormiga culona, que se asa o frita. El agrónomo Camilo Llano aclara, sin embargo, que el verdadero nombre es "colona", porque así la llamaron los colonizadores cuando vieron que los indígenas se las comían.

* Saltamontes, langostas y grillos: los consumen en su fase adulta. Asados, fritos, caramelizados o achocolatados, entre las opciones.

* Cigarras y chicharritas: se ingieren en fase inmadura (ninfa). Una cigarra, en esa etapa, puede pasar más de 10 años bajo el suelo, cuando llegan a ser adultas viven menos tiempo (algunas horas) y los machos hacen mucho ruido para atraer a la pareja.