EFE | LA PATRIA
Caras largas ayer por todos los rincones del país. Todo por cuenta de los hinchas del Atlético Nacional, quienes madrugaron ilusionados y terminaron frustrados y con la cabeza abajo.
En la madrugada, el Kashima Antlers, campeón de Japón, culminó la sorpresa y clasificó a la final del Mundial de Clubes, al imponerse por 3-0 al equipo antioqueño en la primera semifinal.
El cuadro nipón se enfrentará el domingo en la final al Real Madrid, vencedor de la segunda semifinal ante el América mexicano.
El Atlético Nacional jugará el partido por el tercer puesto con el perdedor de dicho juego.
La derrota en el estadio Suita City de Osaka es un trago amargo para el equipo verde, sus hinchas y parte del país futbolero. Muchos, incluso, ya hacían cuentas para enfrentar al Real Madrid en la final y el Kashima los eliminó.
El juego pasará a la historia por la aparición del gol tecnológico. Un acción en el área, el árbitro no la vio, pero el video mostró que hubo falta y el árbitro, el húngaro Viktor Kassai, decretó el penal que transformó en gol Shoma Doi a los 33 minutos. Así empezó el acabose para el verde paisa.
Reinaldo Rueda, técnico del Atlético Nacional, habló de esa acción: "No podemos sentenciar que nos ganó la tecnología. Hoy fuimos víctimas de esta novedad, pero con el 1-0 creímos que podríamos remontar".
Pese a que el dominio y la mayoría de las grandes ocasiones fueron para el Atlético Nacional, no pudo culminarlas y lo pagó de forma increíble en los últimos minutos con los goles de Yasushi Endo (83) y de Yuma Suzuki (85).
La derrota, incluso, hubiera sido ya un castigo excesivo para el conjunto de Reinaldo Rueda, pero el marcador fue abultado a la vista de lo sucedido en el césped del estadio de Osaka, donde el Nacional fue superior y tuvo numerosas oportunidades para ganar hasta con claridad.
Ahora, Nacional jugará el sábado por la tercera plaza. El onceno paisa jugó la Intercontinental de 1989 y la perdió 1-0 con el Milán italiano y ahora en el Mundial de Clubes perdió 3-0 con el Kashima. El Once Caldas, el otro equipo colombiano que actuó en la Copa Intercontinental de 2004, empató en 120 minutos de juego con el Oporto de Portugal y luego perdió 8-7 en la definición desde el punto penal.
El Chapecoense le mandó un mensaje de ánimo al conjunto colombiano tras caer en la semifinal del Mundial de Clubes ante el Kashima Antlers: "Gracias, Nacional. Independientemente del resultado, la grandeza de tus actos conquistó el mundo".
Luis Fernando Montoya (extécnico del Once Caldas)
Por dos aspectos: primero, la tecnología; los jugadores debían estar mentalizados y tener mucho cuidado. Y segundo, mentalmente, el equipo no fue capaz de superar ese gol tecnológico.
Néstor Otero (técnico Águilas Rionegro)
Nadie esperaba un resultado como ese. Sorprendió la velocidad de ellos, tanto ofensiva, como defensiva. Luego, jugaron con la necesidad de Nacional que no fue efectivo.
Alfonso Petizo Núñez (exjugador de Once Caldas)
Marcador complicado, porque había mucha ilusión. Creo que no se conocía mucho al rival, quizá, por lejanía. Pero sin duda, Nacional es un gran equipo.
Carlos Valencia (extécnico Once Caldas)
Los sorprendieron. Por el fútbol y el planteo, además del gol. Luego, faltó la eficacia que sobró en otros torneos y en otros partidos.
Atlético Nacional: Franco Armani, Daniel Bocanegra, Felipe Aguilar, Alexis Henríquez, Farid Díaz, Diego Arias (Alejandro Guerra, m.60), Matheus Uribe, Macnelly Torres, Orlando Berrío (Arley Rodríguez, m.87), Jhon Edison Mosquera (Cristian Dájome, m.67) y Miguel Ángel Borja.
Kashima Antlers: Sogahata, Daigo Nishi, Ueda, Shoji, Shuto Yamamoto, Endo, Shibasaki, Ogasawara (Nagaki, m.58), Nakamura (Yuma Suzuki, m.84), Shoma Doi y Akasaki (Mu Kanazaji, m.54).
Goles: 0-1, M.33: Shoma Doi, de penalti. 0-2, M.83: Endo. 0-3, M.85: Yuma Suzuki.
Árbitro: Viktor Kassai (HUN). Amonestó a Henríquez (m.56), Uribe (m.71).
La FIFA expresó el uso del asistente de video, por primera vez en la historia, durante la primera semifinal del Mundial de Clubes, Atlético Nacional-Kashima Antlers, en la que el colegiado Viktor Kassai decretó una pena máxima a favor del cuadro japonés a través de este nuevo sistema.
La FIFA indicó que pasada la media hora del encuentro, tras recibir información del árbitro asistente de video (VAR) Danny Makkelie sobre un incidente que había pasado Kassai, el húngaro detuvo el partido y visualizó la jugada en cuestión en un monitor situado junto al terreno de juego.
"Antes, el árbitro asistente había aplicado correctamente la técnica de esperar hasta ver cómo terminaba la jugada con respecto a la posible posición de fuera de juego del jugador objeto de la infracción. El fuera de juego nunca se había producido porque el jugador no había estado nunca en disposición de disputarle el balón al rival", justifica.
"Por consiguiente, el árbitro húngaro señaló el punto de penalti tras visualizar la repetición y comprobar que Orlando Berrio, del Atlético, había derribado a Daigo Nishi en el interior del área", apunta la FIFA.
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