Se mueve como si nada, es lúcida, tiene buena memoria y dicharechara de las buenas. Su buen humor predomina en cada palabra que pronuncia.
"Mi vejez ha sido bonita porque he sido alentada, no me duele nada y así paso rico. Pienso vivir hasta los 100 años, es justo y necesario para el cuerpo", dice entre risas la particular abuela, natural de Málaga (Santander).
Ella es la más veterena de los XII Juegos Deportivos Nacionales Adultos Mayores que se realizan hasta mañana en los centros vacacionales de Santágueda y La Rochela.
Ayer, como era de esperarse, fue la más aplaudida en el lanzamiento de pelota, a pesar de que su distancia no fue tenida en cuenta porque no apareció en la lista de competidores.
"Primera vez que vengo a estas tierras y me han encantado por el trato de la gente. De joven no hice mucho deporte porque quedé viuda y me dediqué a criar a los cuatro hijos. Bordaba alpargatas y hacía comestibles de panadería para vender en los colegios y sacar a los hijos adelante".
Doña María Teresa se siente orgullosa por el trato que recibe de las personas de otros departamentos. Por donde camina le demuestran el cariño y se siente famosa, así sea por algunos días en los que la hermandad están por encima de las competencias.
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