Ricardo Patiño
LA PATRIA | MANIZALES
El cansancio está marcado en sus cuerpos. Tres noches sin dormir resumen lo que es un Rally Dakar, la competencia automovilística más exigente del mundo.
Los manizaleños Mauricio Salazar Velásquez y Mauricio Salazar Sierra regresaron el pasado lunes a la ciudad, después de su segunda participación consecutiva. Abandonaron la carrera en la penúltima etapa por problemas mecánicos, pero nadie frena sus sueños de entregarle una sede propia a la Fundación Alejandra Vélez Mejía.
Los mauricios son ejemplo de superación y fortaleza. Arriesgan su vida en pleno desierto, con tal de ver sonreír a los niños con cáncer que atiende la Fundación.
LA PATRIA habló con ellos después de esta aventura que empezó en Perú y terminó en Argentina.
Mauricio Salazar Velásquez, piloto
"Llegamos más allá de nuestros propios límites porque las condiciones técnicas, mecánicas y físicas fueron complejas".
"El día del retiro fue una cadena de episodios que empezó la tercera o cuarta jornada con el primer volcamiento".
"En la jornada 12 nos volcamos nuevamente y tuvimos muchos problemas mecánicos. Demoramos seis horas cambiando una tijera e hicimos la etapa por la noche. Llegamos al campamento el día siguiente y salimos para hacer la penúltima jornada".
"Nosotros pudimos correr por la noche, pero con un riesgo muy alto. Los médicos de la organización nos recomendaron salir porque llevábamos tres noches sin dormir".
"Fue duro tomar la decisión de retirarnos porque llegamos lejos, pero teníamos que ser sensatos".
"Mucha gente dirá que lo hicimos mal por no terminar, pero solo el que está en el Dakar entiende cómo es esto".
"Quedamos por encima de gente con más presupuesto, experiencia y mejores carros".
"Hay un sinsabor por no llegar a la meta, pero nos vamos contentos porque nos dimos cuenta de lo que somos capaces. Seguro vendrán cosas buenas, como cambiar de auto".
Mauricio Salazar Sierra, navegante
"Esta prueba lo lleva a uno al extremo. Uno se da cuenta que puede comer y dormir en cualquier parte".
"Pasamos tres días sin dormir. Nunca pensé que el cuerpo resistiera tanto".
"Es una competencia demasiado dura, la más difícil que se ha hecho en Suramérica".
"No hay Dakar fácil, pero en este llegamos rematados".
"Hay que luchar por lo que a uno le gusta y siempre lo hicimos por estar en la meta".
"En el anterior Dakar hubo respiro, pero en este sucedió lo contrario. Solo nos faltó la medalla en el podio".
"No sé si vaya a volver a competir, pero mi verdadero sueño es entregarle una sede propia a la Fundación Alejandra Vélez Mejía".
"La familia hace mucha falta. Fue nuestro apoyo en momentos difíciles".
El dato
El equipo MS2 Racing ocupaba la casilla 40 al momento del retiro. Compitieron 104 autos.
También abandonó
El otro caldense en competencia fue el empresario chinchinense Jhon Trejos Cardona, quien se preparó los últimos tres años para participar en la competencia de motos. El piloto está radicado en Chile.
"En la etapa 7 tuve una fuga de aceite y abandoné por ser una jornada de maratón sin asistencia. El balance es bueno porque pasé seis etapas de Perú, con algunas caídas. El plan este año es continuar la preparación corriendo el Campeonato Chileno de Rally y una jornada del Mundial en Marruecos para llegar al Dakar 2019", comentó Trejos.
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