Waldheim García
EFE | LA PATRIA | Sao Paulo
La selección colombiana se marchó invicta y sin encajar goles en los cuatro partidos oficiales bajo el comando del técnico portugués Carlos Queiroz.
El estratega europeo, que sólo tuvo cuatro amistosos al frente del seleccionado cafetero antes de la Copa, acumula seis victorias, un empate y una derrota en sus ocho salidas como técnico de Colombia, tanto en partidos oficiales como en los de preparación.
Los números dejan al portugués también con un saldo positivo en defensa, al recibir sólo los dos goles sufridos en la derrota por 2-1 frente a Corea del Sur; mientras que para el ataque suma doce tantos, con un promedio de 1,5 anotaciones por partido Colombia, antes de la cita en Brasil, había vencido por 1-0 a Japón y por 3-0 a Panamá y Perú, además de la caída ante los surcoreanos.
El balance en los partidos oficiales, ya en la Copa, es aún más favorable para el seleccionado nacional, con triunfos por 2-0 sobre Argentina y 1-0 ante Catar y Paraguay y el empate 0-0 en tiempo reglamentario frente a Chile, rival que al final se impuso en la definición desde el punto penalti (4-5).
Queiroz consolidó en Brasil un equipo en defensa, en el que el portero David Ospina se mantiene como líder; la pareja de zagueros centrales de Yerry Mina y Dávinson Sánchez suman más minutos juntos para solidificarse en el juego aéreo defensivo y en ataque, y William Tesillo se convierte en el lateral izquierdo que se buscaba.
En el costado derecho Stefan Medina, que terminó como titular, le brinda una opción más a los cafeteros, que en los últimos años parecían tener casi como único jugador de nivel en esa posición a Santiago Arias.
En la primera línea de centrocampistas, la pareja de Wílmar Barrios y Mateus Uribe se afianzó como titular, pero teniendo a Jéfferson Lerma y Gustavo Cuéllar pisándoles los talones con buenas actuaciones. En la creación, Colombia funcionó cuando la magia de James Rodríguez, así fuese por chispazos, apareció.
El antes indiscutible Juan Guillermo Cuadrado y Edwin Cardona, con altibajos, no alcanzaron el protagonismo que se esperaba de ellos en la zona creativa.
En ataque, en tanto, el explosivo Róger Martínez, el talentoso y promisorio Luis Díaz y el artillero Duván Zapata se convierten en nuevas cartas para la baraja de Queiroz, antes limitada a nombres consagrados como Radamel Falcao García, Luis Fernando Muriel o Carlos Bacca.
El portugués arropó en este proceso también al portero Álvaro Montero, de gran talla y figura en la liga de su país; al juvenil zaguero John Lucumí, destacado en el fútbol de Bélgica, e incluso al Sub-20 Johan Carbonero, invitado para formar parte del plantel cuando Muriel sufrió una lesión.
Con el sabor amargo de la eliminación en la suerte de los penaltis, en el partido disputado el viernes en el estadio Arena Corinthians, de Sao Paulo, Colombia abandonó temprano el hotel Pullman Ibirapuera y embarcó en un vuelo directo con destino a Bogotá.
A la salida del hotel, en medio de un fuerte esquema de seguridad dispuesto por la organización y ante una escasa presencia de medios de comunicación, el capitán Falcao y el técnico Queiroz firmaron autógrafos y posaron para fotos con los pocos aficionados que despidieron a su selección.
Lo que sigue
- Semifinales
Martes (7:30 p.m.): Brasil - Argentina
Miércoles (7:30 p.m.): Chile - Uruguay
- Tercer lugar
Sábado 6 de julio (2:00 p.m.).
- Final
Domingo 7 de julio (3:00 p.m.).
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