
Osvaldo Hernández
LA PATRIA I Manizales
José Julián De la Cuesta fue sinónimo de calidad en el fútbol colombiano. Con perfil derecho, juego técnico y elegante, pocas veces "reventaba" el balón desde atrás. A los 21 años de edad ya había traspasado las fronteras y vestía la camiseta del Cadiz español después de haber emergido en el medio con el Atlético Nacional.
Para José Julián su paso por el Santiago Bernabéu, la casa del Real Madrid, y el Camp Nou, la del Barcelona, estuvo marcada por detalles fantásticos e inolvidables.
En la temporada 2005-2006, el Cadiz, después de haber recuperado la categoría, visitó al Real Madrid, el de los galácticos. Recuerda que ese día hicieron la charla técnica, bajaron a la cena y se fueron al estadio. Con el paso de los minutos el silencio profundo se apoderó de jugadores y técnicos en el bus que los llevaba a la "Casa Blanca". Nadie decía nada, nadie pronunciaba palabra. De un momento a otro saltó de su silla el defensor central argentino Eduardo Berizzo y los puteó a todos por ir tan callados. El grito sirvió para aflojar el grupo, Berizzo les dijo que no pasaba nada, que él ya había ganado en el Bernabéu. Todo terminó en bromas y sonrisas.

Fueron al partido y el primer tiempo lo ganaron 1-0. Madrid, según De la Cuesta, jugó a media máquina, sin despeinarse. Tanto que aceleró para el complemento y ganó 3-1 con goles de tiro libre de David Beckham y Roberto Carlos, y otro de 40 metros de Robhino.
Meses después fue al Camp Nou. José Julián había acabado de llegar del Mundial Sub-20 en Emiratos Árabes. Allí, Colombia jugó y perdió 1-0 en las semifinales con España y como capitán de la tricolor se encontró con Andrés Iniesta, también capitán de la "Furia Roja".
José Julián cuenta que cuando salieron a la boca-túnel para saltar a la cancha, Iniesta se le acercó y lo saludó: "Me pareció sensacional, me preguntó cómo estaba acá en España".
Arrancó el partido y Ronadhino les hizo el primer gol. Era una locura el estadio. Entonces Berizzo los juntó en la mitad del campo y les dijo que, o se defendían y evitaban una goleada o salían a buscar el empate y al otro día eran la burla de todos con una goleada.
Un jugador del Cadiz se lesionó en el minuto 30 del complemento y Ronaldhino lo asistió. José Julián aprovechó para pedirle la camiseta y le dijo que si. Cuando se acabó el partido, que apenas perdieron 1-0, los demás compañeros se le abalanzaron al crack brasileño en busca de la camiseta, pero Ronaldhino respetó su palabra y se la dio a José Julián.
"Lo que más me sorprendió fue que cuando me fue a dar la de él, me pidió la mía".
José Julián, que pasó por el Austria de Viena, Real Valladolid, Albacete, Santa Fe, Once Caldas y Deportivo Pasto, tiene 38 años y ahora se prepara para ser entrenador de fútbol.

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