EFE | LA PATRIA | Madrid
El Mundial de Brasil 2014 será inolvidable para James Rodríguez, quien, superando toda expectativa, no solo se convirtió en el máximo goleador del torneo con seis anotaciones, sino que además fue el trampolín para alcanzar el sueño de su vida: jugar en el Real Madrid.
Con 23 años, James, que siempre expresó su admiración por el equipo 'merengue', y en especial por Cristiano Ronaldo, había reconocido que se iría a jugar al equipo español "con los ojos cerrados".
Su deseo se hizo realidad gracias a su gran desempeño en el Mundial, donde fue la figura de Colombia, el máximo goleador y uno de los más destacados jugadores de la Copa.
El Mundial, sin buscarlo, le dio a James una especie de revancha, pues desde las eliminatorias estaba a la sombra de su compañero de equipo del Mónaco francés, Radamel Falcao García, quien era el llamado a ser el ídolo y la figura del grupo de José Pékerman.
Él, por su parte, fiel a su temperamento tranquilo que raya incluso en la timidez, se limitó a jugar bien y a mostrar un talento que desde niño estaba en sus pies, en sus gambetas y en su magia con el balón para ser hacer pases-goles o para marcarlos.
A pesar de su gran actuación, en la derrota ante Brasil por 1-2 James tocó la sensibilidad de 47 millones de colombianos que vieron sus lágrimas impotentes ante la eliminación en cuartos de final.
El centrocampista, que el pasado 12 de julio cumplió 23 años, nació en 1991 en Cúcuta, ciudad fronteriza con Venezuela, donde vivió tan solo tres años para luego irse con su familia a Ibagué, capital del departamento del Tolima, en el centro del país, donde desde muy pequeño comenzó su carrera de futbolista en la Academia Tolimense de Fútbol.
A los 14 años se fue a Medellín, donde debutó con el Envigado, uno de los equipos de Antioquia en el que se hizo figura por sus gambetas, por su exquisito juego y por su olfato de gol, sin ser delantero.
Se destacó también con la selección colombiana en el Mundial Sub-17 de Corea en 2007, y su papel le valió para ser tenido en cuenta en el 2008 por el Banfield argentino, equipo con el que salió campeón en el 2009.
Luego, en el verano de 2010, fue adquirido por el Oporto portugués, en el que jugó con dos de sus compañeros de Selección, Falcao García y Freddy Guarín. Allí ganó la Superliga, la Liga portuguesa, la Copa de Portugal y la Liga de Europa en un solo año.
A finales de ese mismo año, el 24 de diciembre, James decidió casarse con Daniela Ospina.
Desde 2013, una vez más al lado de Falcao, James se fue a jugar con el Mónaco, que lo fichó cinco años, pero su desempeño y sus goles de antología lo llevaron a ser fichado por el equipo de sus amores, el Real Madrid.
Jugaría hasta con el 100: James
James Rodríguez dijo durante su presentación como jugador del club blanco, que sería capaz de cambiar el número 10 que portará en su nueva camiseta por el 100, con tal de jugar en un club con el que soñó desde que tenía 15 años.
"Es un sueño estar aquí. Colombia va a ser hincha de este gran club. Ojalá que pueda hacer historia. Sé que hay mucha presión, pero estoy preparado para esto".
Los elogios de Florentino
Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, afirmó que después de ganar títulos como la Liga de Campeones, el club piensa en mejorar la plantilla con hombres como James Rodríguez.
"La pasada temporada nuestro equipo ganó dos títulos, logramos la décima Liga de Campeones soñada y la Copa del Rey. Fue un magnífico año, nuestros jugadores realizaron una magnífica temporada. Ahora pensamos en mejorar la plantilla. Los títulos son el punto de partida hacia otras cosas. Llega un hombre que seduce por su calidad", indicó.
Fiebre amarilla en el Bernabéu
Con pancartas, banderas, camisetas de Colombia y cánticos en favor del cucuteño, los compatriotas del nuevo 10 del equipo merengue hicieron sentir como en casa al máximo goleador del Mundial de Brasil 2014 con una verdadera 'fiebre amarilla'.
Los colombianos presentes en las gradas del Bernabéu no escatimaron en aplausos y gritos para dar la bienvenida a James al viejo estadio de Chamartín. De hecho, a las afueras del palco de honor del Santiago Bernabéu, antes de la presentación, la expectación ya era grande, tanto como el amor y la alegría que se veía en el rostro de muchos compatriotas de James, que se mostraban felices y emocionados de tener a un colombiano, nuevamente, vistiendo la camiseta del equipo que ha ganado más veces la Copa de Europa.
Fiesta en Colombia
Colombia volvió a vibrar como lo hizo en el reciente Mundial, pero esta vez no por el equipo, sino por su jugador estrella, James Rodríguez. Una vez más las tiendas y bares en donde había un televisor prendido estuvieron abarrotados de gente que emocionada observó la presentación del jugador, aprovechando que coincidió con la hora del almuerzo en el país.
El ambiente de fiesta se hizo cómplice con el momento, mientras en ciudades como Cúcuta, donde nació James, e Ibagué, en donde creció y comenzó a jugar el fútbol, sus habitantes celebraron con música y con grandes pancartas la contratación del jugador por el equipo merengue.
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