El técnico del Atlético Nacional con zapatos de diferente color en Eldorado

Osvaldo Hernández

LA PATRIA I Manizales

Aeropuerto Eldorado de Bogotá. Acaba de aterrizar el avión que trajo desde Medellín al Atlético Nacional, que se alista para viajar a Buenos Aires (Argentina), donde jugará por la Copa Libertadores de América del 2006 con Rosario Central.

El grupo se dispersa por el segundo piso. Unos van a la sala VIP y otros se acomodan en los pasillos, los restaurantes o cafeterías, mientras es la hora de hacer inmigración y pasar a la sala.

En una de las cafeterías se ubica el cuerpo técnico encabezado por Carlos Augusto Navarrete. Piden algo para tomar y empiezan a conversar sobre Rosario Central, basados en la documentación que tenía el profe Navarrete en su computador.

En ese instante pasó un limpiabotas y Navarrete le hizo señas de que le brillara los zapatos.

El señor empezó a organizar los zapatos del profe, se los limpió y cuando llegó la hora de echarle betún o crema, golpeó el zapato que el profe tenía sobre el cajón.

"El golpecito al zapato se repitió varias veces y yo por inercia se lo cambia; pensaba que necesitaba que le cambiara".

Pero del golpe al zapato, me empezó a jalar la manga del pantalón porque yo estaba entretenido", recuerda Carlos Augusto, que pasó como entrenador por Once Caldas, Envigado y Jaguares.

"Giré la cabeza, lo miré y le pregunté...que hubo hombre, ¿ya acabó? Y me respondió..."noooo, qué color quiere que le eche, es que tiene uno café y el otro negro".

Lo que dijo el limpiabotas se convirtió en el chiste del momento y del viaje: "Tuve que viajar así, con un zapato negro y otro café, porque ya la maleta estaba embalada, pero los muchachos no cabían de la risa cuando me vieron así".

Dos días después, Atlético Nacional le ganó 1-2 a Rosario y pasó primero en su grupo por la Copa Libertadores de América.

Navarrete fue campeón de la Copa Merconorte con Nacional en el 2000. Hoy, con 60 años, tiene hace 20 años una empresa que renta carros en Medellín y vive con su esposa María Victoria y su hija María Alejandra.