EFE | Francia | LA PATRIA
Egan Bernal pasó a la sombra del británico Geraint Thomas, cedió el protagonismo del equipo favorito, el Ineos, al defensor del título tras la primera etapa montañosa del Tour de Francia.
El arreón final del galés, que le situó a la cabeza de los favoritos, se llevó por delante buena parte de la presión que pesaba sobre la espalda de Bernal, que a sus 22 años se encontraba en medio de un enorme revuelo de expectación.
En un día, el planteamiento del Tour ha cambiado. Thomas es ahora el favorito colectivo y el colombiano, que ocupaba para muchos ese rol en la salida de Bruselas, se ha visto en un segundo plano, una posición que puede serle beneficiosa.
"No podemos olvidar su edad, tiene mucho que aprender. Ya le he dicho que se fije en Thomas si tiene dudas, que sabe lo que hay que hacer sin enloquecer", afirmó el director deportivo del Ineos, Nicolas Portal.
Desde Bruselas, el equipo británico ha optado por mostrar un plantel con dos líderes. Uno, por peso propio, por ser el defensor del título, como principal baza, pero sin esclarecer la estrategia real del equipo, que contaba en sus filas con la joven promesa colombiana que llegaba tras haber ganado la pasada Vuelta a Suiza.
El secretismo con el que la exformación Sky prepara sus carreras abonó todas las hipótesis, pero tras lo sucedido en La Planche des Belles Filles el equipo se obstina ahora por descargar peso de los hombros del colombiano.
"Ver a Geraint Thomas a ese nivel nos serenó a todos, sobre todo a Egan Bernal, que se quitó un poco de presión. Hay mucha expectación a su alrededor y su público espera mucho de él, sobre todo en Colombia", indicó el director francés.
El propio Bernal pareció acoger con alivio que se matice el revuelo que le rodea.
"Más que perder cinco o seis segundos me importaban las sensaciones y fueron muy buenas", aseguró el ciclista, que destacó la buena actuación de su compañero.
Al ciclista colombiano no parece molestarle incrustarse en la estrategia del Ineos, que en el pasado ya ha sabido hacer fructificar un doble liderato.
Bernal comenzó este Tour entre dos influjos: el de su compañero Thomas y el de su compatriota Nairo Quintana.
La etapa de Los Vosgos puede haberle dejado en una posición más cómoda para un ciclista que descubre lo que supone ser favorito en una carrera tan importante como el Tour.
La nube mediática se cierne al final de cada etapa sobre sus espaldas, una posición de la que Ineos trata como puede de protegerle con más o menos fortuna.
Gracias a ese paraguas, Bernal ha logrado por el momento esquivar algunas de sus carencias, que habían quedado ocultas tras su buena temporada en un Tour que vio como sus dos principales figuras, el británico Chris Froome y el holandés Tom Dumoulin, se ausentaban por lesión.
Sin duda que Bernal es un ciclista precoz. Hace dos años se apuntó el Tour del Porvenir, el año pasado la Vuelta a California y, con solo 21 años, el equipo le alineó en el Tour. "Para ayudar a los líderes pero también para aprender", recordaba hace unos días en Bruselas.
Esta temporada, además de la Vuelta a Suiza, una de esas carreras que sirven para ver cómo están los pretendientes al Tour, se adjudicó la París-Niza, que exige de una gran implicación.
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