Osvaldo Hernández
LA PATRIA | Manizales
"Y un buen día la diosa del viento besa el pie del hombre, el maltratado, el despreciado pie, y de ese beso nace el ídolo del fútbol. Nace en cuna de paja y choza de lata y viene al mundo abrazado a una pelota".
"Desde que aprende a caminar, sabe jugar. En sus años tempranos alegra los potreros, juega que te juega en los andurriales de los suburbios hasta que cae la noche y ya no se ve la pelota, y en sus años mozos vuela y hace volar en los estadios. Sus artes y malabares convocan multitudes, domingo tras domingo, de victoria en victoria, de ovación en ovación".
"La pelota lo busca, lo reconoce, lo necesita. En el pecho de su pie, ella descansa y se hamaca. Él le saca lustre y la hace hablar, y en esa charla de dos conversan millones de mudos".
Esa es parte de la descripción que el escritor uruguayo Eduardo Galeano le hace al futbolista ídolo en su libro El Fútbol a Sol y Sombra.
Nada más precisas que las palabras de Galeano para hablar de un hombre que se convertirá desde hoy en una leyenda del Once Caldas: Arnulfo Valentierra Cuero. El volante barranquillero le dirá adiós al fútbol competitivo, en el que escribió momentos inolvidables gracias a su elegancia, a su talento, a su pegada, que lo convirtieron en un símbolo del equipo a lo largo de la historia.
Cómo olvidar aquel golazo que le marcó a Santos de Brasil con el que el "blanco" pasó a las semifinales de la Libertadores de 2004; cómo olvidar el gol olímpico que le hizo a Centauros en la portería sur del Palogrande; cómo olvidar su "irresponsabilidad" para cobrar penales; cómo olvidar su capacidad para filtrar balones en medio de tanta pierna fuerte y hacer figuras a los delanteros.
Valen, como le dicen sus amigos, tiene un sitial de honor en la historia del Once. Para la muestra un botón: las estadísticas de Álvaro Hincapié, que bastan para entender todo lo que hizo.
Nació para jugar
Se escondía detrás de la cortina y gritaba: "¡va a salir el América!", y corría hacia la sala para que lo viera su familia, pero sobre todo, su tío, Gilberto Cuero, quien jugó en el onceno escarlata. Ese es el primer recuerdo que tiene Arnulfo Valentierra de su relación con el fútbol.
Nació de la unión de don Arnulfo, su padre, un marinero que nació en Buenaventura, pero se fue a vivir a Barranquilla. Y Soraida, su madre, ama de casa, también nacida en el puerto del pacífico.
Es el segundo de la familia detrás de Víctor Hugo, pero mayor que Miguel Ángel y Ricardo.
Su padre se le enojó porque Valen bautizó a su hijo Juan Sebastián y no Arnulfo, como se llaman él, su padre y su abuelo: "me disgustó mucho porque quería mantener la dinastía del nombre".
Su niñez y juventud se movió entre Cali y Barranquilla. Por facilidad de trabajo, su padre se radicó en la capital del Atlántico, donde nació Valentierra, pero después de tanto navegar por el mundo, volvieron a Cali. Allí estudió siempre en San Fernando Rey y jugó los primeros partidos en Colombia 86, un equipo que dirigía Pedro Nel Ospina.
Sin embargo, tras la muerte de su abuelo resultó viviendo en Barranquilla y allí jugó con Apuestas La Fortuna. De ese equipo salieron jugadores como Iván René Valenciano, Oswaldo Makenzie y Henry Zambrano a la rama profesional.
De puntero a volante
Empezó como delantero, puntero izquierdo, pero su padre le recomendó que bajara al medio campo y que dijera que era volante de creación: "me dijo: 'si le preguntan en qué posición juega, diga que es volante'", recuerda Valen.
Tenía 12 años y volvió a Cali, donde se vinculó a la escuela Carlos Sarmiento Lora. Jugó torneos importantes e hizo interesar a equipos como Unión Magdalena y Nacional, pero no pasó nada.
Estuvo en el Deportivo Cali, pero en una ocasión, cuando José Yudica lo quiso ver, el técnico de turno, en vez de mandarlo a él, envió a otro. Aún no sabe si fue por error o conveniencia.
Su padre cuenta que un día, tras un preliminar en el Pascual Guerrero con la Sarmiento Lora, bajó al camerino y lo regañó muy fuerte porque estaba jugando mal: "bajé y le dije: 'con ese juegüito no vas a ninguna parte, lo mejor es que te dediques a otra cosa. Te voy a sacar del fútbol'".
Al otro día Arnulfo buscó a su padre y le rogó que no lo sacara: "eso me tocó profundamente, nunca lo hemos hablado, pero lo tengo que contar".
Tras un Nacional Sub-23 en el que fue figura, Gustavo Moreno, tutor de Giovanni Hernández, lo recomendó para el Once Caldas y allí empezó la historia que todos los hinchas conocen.
Este barranquillero, criado en Cali, ahora se considera un caldense más, pues aquí se hizo figura en el fútbol y comparte su vida al lado de su esposa, Ana María, y de sus hijos Juan Sebastián y Alejandra.
Las 11 de Valentierra
Álvaro Hincapié encontró 11 datos de la historia de Arnulfo Valentierra con el Once Caldas.
1. Debutó el 12 de marzo de 1992, cuando el equipo lo dirigía Orlando Restrepo. Ese día, en el Palogrande, le hizo gol a Daniel Gómez, del Cúcuta.
2. Su primer equipo en el campo fue así: Juan Carlos Henao, Néstor Ortiz, Fabio A. Hincapié, Martín Caicedo, Robeiro Moreno, Andrés Quintero, Carlos Zúñiga, Carlos Valencia, Arnulfo Valentierra, Juan Carlos Rodríguez y Álex Lemus.
3. Con el Once Caldas, por torneos de Dimayor, jugó 463 partidos. Es el segundo jugador que más ha actuado con el equipo, detrás de Juan Carlos Henao. Lo hizo 36 mil 989 minutos.
4. Jugó en cuatro etapas con el Once Caldas: 1. Entre 1995 y el primer semestre de 2002 (331 partidos); 2. Entre 2003 y 2004 (52 juegos); 3. Entre el segundo semestre de 2005 hasta el primer semestre de 2007 (66 encuentros), y en el 2011 (14 partidos).
5. Con 144 anotaciones por torneos Dimayor, figura como el segundo goleador histórico del Once Caldas detrás de Sergio Galván Rey. De estos 144 goles, 52 fueron de penalti.
6. Pese a su talento creativo y goleador fue expulsado muchas veces para su posición: 16 tarjetas rojas en total. La primera fue el 9 de abril de 1995. La roja se la sacó Wílmer Barahona.
7. Botín de Oro del Torneo Apertura (2003), sobresaliendo con 13 anotaciones; Botín de Plata en el campeonato 1996/1997 con 33 goles. Dos veces campeón: torneo Apertura colombiano 2003 y Copa Libertadores de América 2004.
8. Internacionalmente, con el cuadro caldense marcó 8 goles: 2 en la desaparecida Copa Conmebol, en 1998, y 6 en Copa Libertadores. Fue el tercer artillero en el 2004 con 5 tantos, detrás de Luis Fabiano (Sao Paulo) y Fernando Cavenaghi (River Plate).
9. Récord por marcar el gol más rápido en la historia del Once Caldas a los 19 segundos y 68 centésimas, al Medellín en el Palogrande. Se lo hizo al guardameta Julián Viáfara.
10. Marcó un gol olímpico venciendo en perfecta ejecución al arquero Lincoln Mosquera, del Centauros de Villavicencio, a los 68 minutos, en partido que culminó 3 a 0 a favor del equipo blanco.
11. Su último gol con el blanco lo marcó en el Palogrande el 24 de abril de 2011, al Santa Fe, de tiro penalti. Su último partido oficial con el Once Caldas fue el 6 de noviembre de 2011, ingresando a los 74 minutos por Luis Carlos Murillo, en la derrota en casa 1-2 ante el Junior.
Sus equipos
Once Caldas
Al Wahda FC.
América de Cali
Peñarol de Uruguay
Aurora de Bolivia
Bolívar de La Paz
Cienciano de Perú
Hablan de Valentierra
¿Cuál es el mejor recuerdo que tiene de Valentierra?
Juan Carlos Osorio
Su pasión por el juego. Me tocó la última parte de su carrera y es muy sensible; siempre hubo respeto mutuo, pero siempre con la misma pasión por el juego.
Orlando Restrepo
Tengo muchos, pero el día de su debut, cuando le ganamos 4-0 al Cúcuta y ese día hizo gol. Le apostamos a un joven que fue figura.
Fernando Pecoso Castro
Fue siempre muy profesional, pero sobretodo, su don de gente, fue serio, respetuoso y eso es de admirar. Obvio, sus logros deportivos.
Luis Fernando Montoya
La exquisitez y la tranquilidad para jugar al fútbol. Lo difícil lo hacía fácil con un buen pase.
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