Estamos en la ciudad con mejor calidad de vida del país, de eso no me queda la menor duda. Por eso no sorprenden, salvo algunas excepciones, los resultados que dio a conocer la estrategia Manizales cómo vamos correspondiente a la segunda encuesta de percepción ciudadana y que recoge las impresiones de manizaleños y habitantes de la capital caldense con respecto a los factores esenciales dentro de sus más importantes características de vida.

La verdad satisface encontrar que tanto la primera encuesta, la de hace un año, como la de ahora, guardan mucha similitud, con algunas pequeñas variaciones a la baja en esta ocasión, lo que permite concluir que la nuestra es una ciudad donde se vive bien y hay un alto grado de satisfacción. Así lo demuestra la respuesta a la pregunta, ¿qué tan satisfecho se siente usted en Manizales como una ciudad para vivir?, donde esta vez el 82% se declaró satisfecho y solo un 3% dijo lo contrario, mientras el año pasado el resultado fue 88% contra un 2%.

Pero a pesar de todo hay dos resultados sobre calidad de vida que contrastándolos con los del 2012 tienen que generar una reacción: ¿las cosas en Manizales van por buen camino o por mal camino?, el 60% se inclinó por el primero contra un 40% que no cree que vayan bien, mientras el año anterior la respuesta al mismo interrogante fue 63% contra 37%. Y ¿qué tan orgulloso se siente de Manizales ahora?, este año el 81% dijo que mucho, contra un 3% que respondió poco, mientras en 2012 las respuestas arrojaron un 82% contra 3%. A mi juicio esta última pregunta sobre el orgullo por la ciudad debería estar sobre el 90% o superior, pero ahí hay que entrar a analizar por qué no estamos más orgullosos o por qué tantos no creen que se vaya por buen sendero.

Frente a lo anterior nos debemos preguntar si esa percepción tiene que ver con alguna de nuestras acciones o desempeños y si podemos ayudar en algo para alcanzar mayor satisfacción. ¿Qué tanto podrían mejorar o empeorar las cosas si usted, aquel, yo o nosotros hacemos o dejamos de hacer algo? No sé, esa pregunta se las dejo por ejemplo a instituciones como la policía, la justicia y el concejo de Manizales que se rajaron en cuanto a la confianza de los manizaleños, mientras se salvan, aunque con baja nota, las iglesias y las fuerzas militares.

Que esto es un asunto de percepción de algunos, es cierto, pues por costos solo se puede hacer una encuesta con una muestra de 946 personas de todos los estratos, por eso el llamado a que usted, como lo hice yo, pues no estuve dentro de los encuestados, opine sobre la consulta. Si lo hace, así no le pregunten, podrá tener un concepto más claro sobre la realidad de Manizales y todo lo que nos afecta o beneficia. Lo otro es dejarse llevar por el resultado conocido.

Es necesario que la administración municipal tome medidas correctivas pues los indicadores, en general, son positivos. Otra cosa, como replantear políticas o programas, se tendría que hacer si lo respondido por los encuestados no guardara concordancia o estuviera muy lejos de lo que arrojó la medición del año pasado, que fue la primera, y que nos puso a liderar la clasificación con Medellín.

Hoy podemos decir que vamos bien y enorgullecernos por eso pues a pesar de tantas vicisitudes, fallas y carencias este hermoso espacio que habitamos nos ofrece cosas muy positivas que en otras importantes capitales del país (12 son las que mide esta estrategia) son críticas o no alcanzan siquiera un nivel medio de satisfacción dentro de las personas que recoge la muestra a la hora de consultarlas.

Comparto algunas de las preocupaciones que me asisten y frente a eso creo que se necesitan acciones inmediatas pues no podemos dejar que sigan cayendo en aceptación dentro de la gente algunas políticas, acciones o instituciones, o conformarnos porque sencillamente van bien cuando son fundamentales dentro de la realidad y toma de decisiones. Una es la de los servicios públicos y ahí las empresas que los prestan están en la obligación de mejorar; dos, el Concejo Municipal, que sale mal librado, y tres, la seguridad, con la que la gente no está satisfecha.

En materia de servicios públicos, los directivos de las empresas deben idearse la manera de mejorar su imagen con acciones, publicidad, estímulos y cumplimiento; frente al Concejo, se necesita que sus miembros generen credibilidad y acompañen más a la gente, y con respecto a la seguridad, como el tema es de percepción, resulta paradójico que haya sido mejor calificado el 2012 y no este cuando en el último año se incrementó de manera notable el pie de fuerza y se ha ganado en presencia en muchos sectores.

En lo personal creo que la Policía falla en cuanto a los mecanismos de actuación y de reacción, no puede ser que por una avenida caminen tres o cuatro policías mientras a dos o tres cuadras hay desprotección total. No puede ser que se llame a la policía a un servicio de atención preventivo, como sucedió hace unas semanas a las 9:30 de la noche, cuando tres adolescentes caminaban borrachos y drogados por la Avenida Paralela cerca al SES Hospital de Caldas atravesándoles a carros y busetas e intimidando a las pocas personas que caminaban a esa hora, y 23 minutos después no había llegado un policía. Ni siquiera respondieron a tiempo al llamado de la Secretaria de Gobierno a quien acudí para buscar que se hiciera algo. Para qué más uniformados si su accionar casi siempre es tardío.

Quedan muchas cosas por analizar y revisar de este informe del cual seguiremos dando detalles, al fin y al cabo es como una pequeña radiografía de nuestra ciudad. Si no lo tiene a la mano descárguelo completo ingresando a www.manizalescomovamos.org