LUMIÈRADAS

John.giraldo.herrera@gmail.com

El genio de la combinación entre lo noble y lo tétrico ha regresado. Tim Burton, ese extraño director de cine, retomó un corto que tenía guardado y lo volvió una película de animación con la técnica del stop motion. Su argumento recupera la base de su cine: un niño experimenta con su perro muerto Sparky para tratar de volverlo a la vida. Eso es lo que hace Tim con muchas de sus películas, idear proyectos con historias salidas de este mundo para tratar de hacernos entender que habitamos una realidad fracturada y necesitada de nobleza.

Un cuento de horror donde la muerte, como hecho inmutable, con acciones de científicos puede superarse. Esto podría ser sólo una punta de la historia: los zombies (mascotas de niños) intentan apoderarse de la ciudad, y más macabro es la forma como los adultos, sobre todo el alcalde y algunos padres guían a su pueblo y familias. Frankenweenie es la forma de adaptación de ese Prometeo moderno: Frankenstein. También es un diálogo con el terror y la fantasía.

Acercarse al cine de Tim Burton es reconocer que son experimentos. Pasa en la maravillosa adaptación de Charlie y la fábrica de chocolates, sucede con la encatadora El cadáver de la novia, está igual de enaltecido en Eduardo el hombre manos de tijeras, ocurre en Beetlejuice, se deja ver en Vincent su primer trabajo. Y cada uno es un experimento, en donde los ratones de laboratorio terminamos siendo los espectadores, para ver qué tal le queda el hallazgo. Terror, algo de ironía, una apuesta por lo fantástico en relación con lo real (no olvidar la tremenda Big Fish), y una invitación a ver nuestro mundo desde otras posibilidades, son apenas uno de los tanto elementos compuestos en sus obras.

Resulta que son experimentos el de comprobar que el planeta puede ser apoderado por los simios o que un hombre con las manos con tijeras puede ser más noble que cualquiera otro, incluso más normal que los llamados comunes. Ahora, con la historia del niño Víctor quien tiene la extrañeza de experimentar, encontramos una mirada de la ciencia. La posibilidad de volver a la vida, se da porque un curioso y gruñón profesor de ciencia les muestra en clase lo que hace la electricidad: mover los músculos de una rana. Motivado por lo visto, Víctor decide probarlo con su mascota, a quien le había hecho un cortometraje y con quien tenía una relación muy fuerte.

Para ser una película con niños, podría uno decir que el público objeto no son los infantes. Ver cómo le salen moscas a un perro que muerto ahora está vivo no es lo más acorde, pero más que eso, que puede ser trivial, es la trama. Los niños obtienen una mirada terrible de la ciencia, aunque noble, en la medida que ven cómo los puede favorecer. Al tiempo, puede mirarse la competencia de los niños por garantizarse un puesto en una feria de ciencias, más que poder contribuir con sus experimentos a alguna causa. El hecho es la ciencia, sobre ella se reflexiona: “La ciencia no es buena o mala, sólo hay que tener precauciones”, dice el profesor a Víctor.

Además, se agregan algunas ideas. Cuando Víctor le pregunta por la ciencia, el profesor le dice: “Les gusta la ciencia pero no las preguntas”. La respuesta lleva un tono de crítica, preguntar parece incómodo. Frankenweeine trajo de regreso a un director sin aspavientos para contarnos un relato desgarrador, donde lo noble tiene un espacio. Ver la película ayuda a saber que cuando un ser querido nos abandona se muda para algún lugar en el corazón.

Ficha técnica

Año, país, duración: 2012, Estados Unidos, 87 Minutos

Director: Tim Burton

Guionista: John August (Historia: Tim Burton, Leonard Ripps)

Música: Danny Elfman

Fotografía: Peter Sorg (B&W)

Reparto: (Voces de) Winona Ryder, Martin Landau, Martin Short, Catherine O’Hara, Charlie Tahan

Productora: Walt Disney Pictures / Tim Burton Animation Co. / Tim Burton Productions

Género: Animación. Ciencia ficción. Comedia. Terror | Comedia de terror. Stop Motion.  Monstruos. Remake

Página web: http://disney.go.com/frankenweenie/

* Docente universitario y periodista

D E ST A C A DO

Para ser una película con niños, podría uno decir que el público objeto no son los infantes. Ver cómo le salen moscas a un perro que muerto ahora está vivo no es lo más acorde, pero más que eso, que puede ser trivial, es la trama