José Jaramillo


Una clara inclinación fatalista hace que las cosas buenas que suceden se oculten; las regulares se presenten como malas y las malas se magnifiquen. Esa manía negativa no permite que muchos valores se exploten como es debido, en beneficio de la imagen de ciudades y regiones, para que se lucren amplios sectores de la sociedad.
Un producto de gran impacto en las economías de muchos países es el turismo, para cuya explotación se necesitan infraestructura en carreteras, ferrocarriles y aeropuertos; hotelería y gastronomía de variados costos y presentación atractiva y visión para escoger lo que se ofrece, exagerando sus cualidades, si es necesario. En Colombia pocas ciudades y regiones han entendido eso y otras parecen empeñarse en espantar a los eventuales turistas, agigantando circunstancias en apariencia adversas, en perjuicio de hoteles, restaurantes y transportadores. Es el caso de la actividad del volcán del nevado de El Ruiz, cuya hermosa fumarola y las emanaciones de ceniza convirtieron el negativismo colectivo en una tragedia, que se dio a conocer a todo el mundo, cuando pudo explotarse turísticamente el fenómeno.
Distinta hubiera sido la suerte de la economía manizaleña si a alguien se le hubiera ocurrido presentar la noticia de otra manera. Decir, por ejemplo: "Venga a Manizales a contemplar el raro y hermoso fenómeno natural de la fumarola del volcán del nevado de El Ruiz, que se eleva miles de metros en el espacio y varía de color en la mañana y en la tarde, cuando se confunde al amanecer con el blanco maravilloso del nevado y en el ocaso se tiñe de color rosa, confundida con el rubor del celaje que se extiende por la cordillera central. El viaje puede hacerse desde el aeropuerto El Edén, de la ciudad de Armenia, (no decir que La Nubia, de Manizales, está cerrado) y contemplar en el trayecto un paisaje inigualable de cafetales y plataneras. O desde Matecaña, en Pereira. En ambos casos se pasa por el viaducto "César Gaviria Trujillo", sobre el río Otún, saltador y cantarín; y por el puente helicoidal, entre Dosquebradas y Santa Rosa, único en el mundo. (Nadie se va a tomar el trabajo de verificar si eso es cierto, pero un cañazo no le hace mal a nadie). Antes de Santa Rosa se pueden admirar artesanías de madera y degustar exquisitas arepas de chócolo y chorizos cocinados, cuya fórmula es exclusiva de la ciudad de las araucarias. Cerca de allí, a pocos kilómetros, están las fuentes de aguas termales, que sanan la piel y sacan hasta manchas de familia.
Por el recorrido entre Armenia, o Pereira, y Manizales se contempla en todo su esplendor el paisaje cafetero, declarado por la Unesco patrimonio de la humanidad. A la entrada de la capital caldense se aprecia la Plaza de Toros, que tiene todo el salero de Andalucía; y la escultura de Pepe Cáceres ejecutando la cacerina, un pase torero de su invención. Cerca de allí está el barrio Chipre, "una fábrica de paisajes", como lo llamó Pablo Neruda, y el Monumento de los Colonizadores, que describe la epopeya de la colonización antioqueña, igual o más gloriosa que la española. En la Plaza de Bolívar se eleva la Catedral Basílica, que representa "el orgullo de una raza"; la estatua del Bolívar Cóndor de Rodrigo Arenas Betancur y el Palacio Amarillo, sede de la Gobernación de Caldas, obra cumbre de la arquitectura republicana de principios del siglo XX. (Este también es un cañazo, pero vale por la nobleza de la causa.) Y finalmente se puede subir al morro de San Cancio, para tomarse las fotos con la fumarola de fondo, cosa que no es posible en ninguna otra parte del mundo".
Pero no. Lo que se dijo y se divulgó a todos los vientos era que había alerta naranja, que se tenían que evacuar las viviendas cercanas al volcán y que se recomendaba taparse las narices con un pañuelo húmedo, por las emanaciones de ceniza. Así no viene a Manizales nadie, por aventurero que sea.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015