Andrés Hurtado


Hondamente conmovido el cineasta caucano Guillermo Cajiao por el asesinato de Matilda filmó la película "Nuestra tierra será verde". Estaban haciendo la última toma a la tumba de la mártir, cuando aparecieron los micos aulladores en las ramas de los árboles. Ni corto ni perezoso Guillermo los filmó y añadió las tomas a la película. Al fin y al cabo por defender los micos fue asesinada Matilda. La aparición de los micos en ese momento preciso fue tomada por todos como un mensaje de Matilda. La película fue presentada en Colombia y en Estados Unidos y Europa en su versión inglesa.
La reserva de Meremberg es (todavía) muy hermosa. La visité hace unos años y la recorrí en toda su extensión, con profunda alegría y me detuve con veneración en el sitio donde fue asesinada Matilda. Las tumbas sencillas en piedra, del padre y de Matilda, con los nombres allí grabados, se encuentran una al lado de la otra, bajo los árboles, junto a bromelias, líquenes y helechos.
Si todavía es hermosa la Reserva ¿cómo sería antes, cuando se veía mucha fauna, que hoy se esconde o no existe, por causa de los cazadores? En una ocasión, cuenta Elfrids, yendo su esposo a caballo para La Plata en compañía de otras personas, de repente la bestia se encabritó; un puma los seguía. Con tranquilidad el jinete supo conducir a la asustada bestia mientras el puma, los siguió un trecho todavía para luego perderse en la espesura. Hoy los pumas, si es que todavía existen, no se ven en la reserva. Las primeras vacas compartían los potreros con dantas, venados y uno que otro oso de anteojos. Gunther recuerda que cuando llegó a Meremberg en 1948 ya no era fácil ver la fauna y que una noche observó al lado de la casa las huellas de un oso. Por esa época en el mercado de la vereda de Belén, cercana a la reserva, se vendía manteca de oso, muy apreciada por su buen sabor y porque decían los campesinos que curaba todas las enfermedades.
Con creencias como esta, generalmente estúpidas y falsas, estamos acabando la fauna en muchas regiones del país. A las serpientes cascabel se las mata porque su cascabel es una panacea; a los tiburones los está exterminando la humanidad, especialmente los bárbaros pescadores japoneses porque su aleta es medicina universal y gran alimento. Y así sucede con muchos animales. El conocido texto del Cacique Seathl dirigido al presidente de la Unión dice: "Cuando todos los animales hayan desaparecido sobre la faz de la Tierra el hombre morirá de una gran soledad en el espíritu". (No importa, como parece serlo, que el tan citado y bello texto sea apócrifo).
También recordaba Gunther la emoción que experimentó al ver una pareja de osos hormigueros buscando alimento y hozando con sus largas trompas entre los musgos y hojas secas. Se les acercó y los animalitos no se inmutaron. Días después solo vio uno y más tarde ninguno y encontró su cueva vacía para siempre Estas experiencias fueron muy dolorosas para el duro soldado teutón que había conducido un poderoso tanque durante los fragores de la Segunda Guerra Mundial. Antes de la llegada de los cazadores estos eran algunos mamíferos que se veían con frecuencia y que se acercaban incluso a la casa: dantas, venados, conejos, armadillos, borugos, cusumbos guatines, puerco espín, pumas y, sobre todo, monos aulladores.
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