A finales del año 2010 los manizaleños nos preparábamos para ser sede del mundial de fútbol sub 20, evento que sin lugar a dudas fue una excelente vitrina para nuestra ciudad. Fueron ocho ciudades las seleccionadas y en Manizales jugaron equipos sobre los que se tenía muchas expectativas, como el de España, cuyo seleccionado de mayores acababa de ser campeón mundial. La ciudad vivió toda una fiebre futbolística y nuestro estadio quedó espectacular.

Sin embargo, como consecuencia de las adecuaciones del estadio, el exalcalde de Manizales Juan Manuel Llano está teniendo unas lamentables dificultades, que obedecen a la compra de las sillas para el estadio, que entre otras, era una exigencia de la FIFA. Todos los estadios que quisieran ser sede del mundial deberían tenerlas. Ninguno de los ocho estadios que aspiraban ser sedes, disponían de las sillas. Cada ciudad se puso en la tarea de acondicionar su estadio de acuerdo con los requerimientos que se le hicieron. Algunas decidieron involucrar en la licitación para la adecuación de los estadios, la compra e instalación de las sillas.

En el caso del estadio Palogrande, se decía que era uno de los que menos ajustes requería y la administración municipal decidió acometer la ejecución de las obras mediante una licitación pública. Pero dentro del proceso, la Contraloría Municipal manifestó no estar de acuerdo con que dentro de la licitación de las obras civiles se incluyera el suministro y la instalación de la silletería. Decía el señor contralor de la época que la silletería no era una obra civil, sino que esta compra se debería manejar como un suministro; es decir, las sillas se deberían comprar aparte. La administración acogió la recomendación del señor contralor, revocó la licitación que estaba en camino e independizó las obras civiles del suministro de la silletería.

Mientras se hacían los trabajos civiles, se procedió a definir la compra de la silletería. Para esto, la Alcaldía optó por un procedimiento que contempla la ley y que se conoce como subasta inversa, que consiste en que sobre el precio base que se fija por parte de la entidad -con unos parámetros ya establecidos-, los interesados, mediante una puja, van bajando el precio del elemento. En el caso que estamos comentando no se pudo dar la puja, porque solo se presentaron dos proponentes y uno de los interesados, no cumplió los requerimientos técnicos que establecían los pliegos de la convocatoria.

Cuando ya se estaban instalando las sillas, el proponente que no cumplió los requerimientos técnicos protestó. Para el manejo de la controversia, el alcalde Llano paró la instalación de las sillas y le pidió ayuda al contralor municipal, quien instauró una acción popular. Acción popular que no ha sido fallada hasta la fecha. Con la intervención del contralor se pudo continuar con la instalación de las sillas y Manizales cumplió su compromiso ante la FIFA.

El valor total de la compra de las sillas fue de aproximadamente $2.400 millones y de esta cifra, falta por desembolsar la suma de $558 millones. Estos recursos los tiene retenidos el municipio, mientras se resuelve la acción popular y se determina el valor final de las sillas.

A Juan Manuel Llano lo acusan de peculado por apropiación, que consiste en que un servidor público se apropie en provecho suyo o de un tercero de bienes del Estado. Por esta razón está detenido. En su momento tuve la oportunidad de hablar con Juan Manuel y su secretaria jurídica sobre el tema y las explicaciones que me dieron al respecto me convencieron de que el procedimiento había estado dentro del marco legal; sin embargo, debo aclarar que soy ingeniero civil. El proceso contra el exalcalde apenas está empezando y confío en que se dilucide lo más rápidamente posible y Juan Manuel pueda estar nuevamente de regreso en su casa para bien de la ciudad y de toda su familia.

ÑAPA: Así como se abolió la esclavitud y se logró el voto femenino, llegará el momento en que los sacerdotes católicos se podrán casar y se tendrán matrimonios entre personas del mismo sexo. Este último punto en el país se va a dar más rápido de lo que muchas personas piensan y quieren.