Andrés Hurtado


Estábamos en el Huila. Sin abandonar el hilo de Meremberg, saltemos a Polonia, la heroica, la valiente, la de los tres inicuos repartos en la historia. Gunther Buch nació el 6 de enero de 1914, en Bromberg, ciudad de Alemania; ahora, después de las guerras, la ciudad pasó a "propiedad" de Polonia y se llama Bydgoszcz.
El año de su nacimiento sería fatal para él, pues fue el inicio de la Gran Guerra como se suele llamar a la Primera Guerra Mundial y pasando los años, la Segunda Guerra marcaría definitivamente el rumbo de su vida, rumbo que redundaría en bien de la conservación en el mundo y en Colombia.
Como soldado combatió en las divisiones Panzer durante seis años. El 22 de junio de 1941 los alemanes invadieron a Rusia, así como el 1 de septiembre de 1939 habían invadido a Polonia, hecho que desencadenó la Segunda Guerra Mundial. Debió marchar a la campaña de Rusia bajo las órdenes de los mariscales Friedrich von Paulus y Heinz Guderian. El resultado de esta locura de Hitler es sobradamente conocido. Así como a los soldados de Napoleón cuando marchó contra Rusia, ahora a los alemanes los derrotó también el General Invierno.
En este momento recordamos la anécdota, sobradamente conocida de Napoleón. Cuentan que cuando marcharon sus tropas a Rusia dijo que la maldición del papa no haría caer las armas de las manos de sus soldados. No, no fue la maldición del papa, pero sí el pavoroso invierno que congelaba a los soldados y morían con las armas pegadas, fundidas con su propio cuerpo como bloques de hielo.
Lo mismo ocurrió a las divisiones que Hitler envió al infierno ruso y siberiano y que fueron aniquiladas a las puertas de Stalingrado. Allí estaba nuestro Gunther Buch y tuvo la suerte de regresar para contarlo.
Luego vino la segunda gran batalla de los alemanes, si consideramos la de Stalingrado y la del Día D como las dos más grandes que afrontaron los germanos. Habría que añadir una tercera, la épica del mariscal Rommel en África con su Afrika Korps frente al mariscal Montgomery. (Bernard Law Montgomery, Vizconde del Alamein y del Agheila).
Gunther fue enrolado en el Grupo B del ejército que comandaba el mariscal Erwin Johannes Rommel en el frente occidental cuando los aliados invadieron la fortaleza europea de Hitler el famoso Día D, el 6 de junio de 1944. No pudo el valiente mariscal Rommel preparar debidamente la defensa frente al ataque aliado por la premura del tiempo y por la escasez de recursos con los que contaba. Lo mismo, esto último, ocurrió al más puro de los mariscales alemanes, que nada tuvo que ver con los horrores ni con la ideología nazi, Rommel, en África cuando Hitler lo dejó prácticamente abandonado a su suerte y tuvo que rendirse frente a los ingleses en la campaña denominada de los Zorros del Desierto.
Gunther formaba parte de la división "Panzer Mark", grupo especial y selecto, era jefe de comunicaciones y tripulaba un poderoso tanque Panzer, cuyo destino en el frente de combate se ubicada al sur de la ciudad francesa de Caen. Esa batalla del Día D, la más enconada en la historia de las dos guerras, utilizó todos los medios ofensivos y defensivos existentes: aviación barcos de guerra, infantería, divisiones blindadas.
La evidente superioridad de los aliados se mostraba en el implacable bombardeo desde aire, tierra y mar sobre los ejércitos del mariscal Rommel. Ya todos sabemos el final de esta batalla.
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