Elizabeth Ortiz Palacio


Una de las alteraciones del comportamiento humano es el maltrato y las secuelas que ello conlleva. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo define como: "todas las formas de malos tratos físicos y/o psicológicos que impliquen un perjuicio real o potencial para la salud del niño, su supervivencia y su desarrollo, o su dignidad en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o autoridad".
Este problema lo vemos todos los días, tanto que las cifras abrumadoras llevan a horrorizar al mundo, porque no se excluye: raza, credo, edad, grupo socioeconómico, ni lugar de la tierra en el que sea más frecuente que las concebidas enfermedades infecciosas infantiles.
Cuando el pequeño registra estancamiento y el progreso se ha vuelto esquivo en su cuerpo, es cuando se debe buscar qué esta ocurriendo. A veces comienza con el rostro poco amable del cuidador cuando sirve la comida, prosigue con golpes o se utiliza la fuerza para introducir la comida, todo amenizado por su propio llanto, mientras escucha las comparaciones que le hacen a su consumo de alimentos, casi siempre con insultos o amenazas.
Quien realiza estos actos generalmente olvida el tamaño del estómago del niño, lo mismo que la edad porque al producir miedo a cualquiera se le quita el apetito, nada se aprovecha y ese tiempo que debería ser de alegría y socialización, se recordará con amargura.
Infortunadamente esto pasa cuando hay comida y quién la suministre. Otro es el caso cuando resulta mas fácil omitir darle de comer a un niño y es cuando se presentan la incompetencia y negligencia que no se deben confundir con pobreza. Por eso se establece negligencia culpable cuando la familia o quienes lo tienen a cargo, no le ofrecen los recursos de los que disponen.
A algunos de estos niños no les permiten recuperarse para continuar recibiendo los diferentes apoyos en los programas sociales, no consultan con el profesional de la salud, no les respetan las prescripciones médicas y tampoco hacen mucho para conseguir lo que requieren para su cuidado.
Frente a esta situación lo mejor es observar los signos de alerta: Para constatar violencia física revise su piel que resitra el maltrato en un 30% y si es emocional observe si está apático o deprimido sin causa aparente, o lo encuentra tal como lo dejó. Esto es de todos los días.
La recomendación: siempre converse con el niño, obsérvelo e indague cuando pueda tanto con él como con el cuidador.
* Nutricionista Dietista Clínica Universidad Nacional de Colombia y Educadora acreditada en diabetes.
saludablearas@yahoo.com
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